Capítulo 17

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Capítulo 17

-Así que el colegio Saint Mary ya tiene a sus tres estudiantes para el torneo -dijo Aknam.

-Si, mi hermano Jhon quedo en el primer puesto, seguido por Najja Ishtar y una chica -les contó Miku.

-Ese hermano tuyo es un caso perdido. Se le ocurrió que es cool ser un antisocial y ya no nos trata -se quejo Makoto.

-Lo siento chicos, ni yo se que pensar. Hace mucho que ya no lo reconozco, cambió demasiado -dijo con tristeza la tricolor.

-Descuida, no es el único que actúa raro tampoco. Najja, Merit y Kyo no me han contactado para nada desde que vinieron a Domino, y se supone eran mis amigos en Egipto.

-Pero nos tienes a nosotros Aknam, ¿No es suficiente? -preguntó Izumi abrazándose al egipcio como quien hace una broma, pero con la única intención de que por fin el chico que le gusta le preste atención.

-Claro Izumi, me alegra tenerlos a ustedes. Pero eso no quita que me sienta dejado de lado por mis otros amigos.

La rubia rompió el abrazo al ver que él ni se inmutó.

-Bueno chicos, tienen que entrenar para mañana, recuerden que quiero ver los mejores duelos antes de dejar Japón.

Todos asintieron al escuchar las palabras de Mei, y eso harían.

En el edificio de departamentos más deteriorado y sucio de la ciudad:

-Escucha Insector, no podemos seguir así, tenemos que fumigar.

-De ninguna manera expulsaremos a mis bellos insectos.

-Eres el peor socio que pude conseguir, ¡gordo flojo!

-¿A quién le dices gordo? ¡Flaco calvo!

-No estoy calvo, aun me queda pelo y con la gorra ni se nota. Pero antes de que vuelvas a salir por la tangente; si no fumigamos nadie alquilara las otras piezas, y los inquilinos que aun tenemos se iran. ¿Entiendes que si seguimos así tendremos que vender el edificio porque no podremos pagar los gastos y nos iremos a las frías calles con los niños?

-Me reuso a fumigar Ryuzaki, además, que más da... ella se fue y me dejó.

-¡Insector Haga!, ¡te callas y me escuchas! Ellas nos dejaron hace tiempo y ya deberías haberla olvidado. Mujeres que se van y dejan a sus hijos no son dignas de recordar. Además este edificio lo compramos a medias vendiendo todo lo que teníamos, no nos queda más nada y solo somos un par de papás luchones.

-Bien Dinosaur, lo voy a pensar. Solo por los niños.

-¿Qué esta pasando? ¿Tío Ryuzaki, ya convenciste a este puerco de fumigar las cucarachas?

-Oye, no me hablas así, soy tu padre -se quejó el ahora obeso Insector Haga.

-Bueno, lo que tu digas. Yo y Dina tenemos un problema, nos invitaron a un cumpleaños y no sabemos que regalar -dijo un niño de cabello verdoso de diez años de edad.

-Si es compañera de clase regalale lo que a cualquier niña de su edad, un broche para el cabello. Hay unos baratos donde los chinos -sugirió Dinosaur Ryuzaki, el ex duelista de los dinosaurios.

-Papá, no queremos pasar vergüenza. Es la hija del vicepresidente de la Kaiba corp. No le podemos regalar una baratija china -se quejo la niña castaña de mechas violetas.

Ambos hombres se miraron pensando como sacar provecho de esa situación. Lo que más precisaban ahora era dinero.

-Oye Cricket, ya estas grande ¿no has pensado en tener novia? ¿Es linda la niña? -¿A ti te gusta?

-¡Dejen de molestarlo! Somos niños, y ustedes solo quieren obtener dinero fácil. Fumiguen y limpien esta pocilga mejor.

Ambos niños abandonaron el edificio rumbo a la tienda de los chinos, con el fin de conseguir algo medianamente decente.

Por otro lado en una bodega abandonada y grafitiada, cinco personas vestidas de negro y con máscaras en sus rostros intentaban ponerse de acuerdo:

-Escucha bien, no creo que sea necesario traer contigo todos los discos de duelo y barajas de las víctimas.

-¿Qué querías, que las dejara en la escena del crimen para que asociaran los duelos con lo ocurrido? Si eso pasa se suspenderán los torneos y sera difícil conseguir almas.

-¿Estan seguros de que esto es lo mejor? Si no funciona y nos descubren iremos presos -dijo una mujer.

-Claro que funcionara, yo escuche su voz y vi la verdad. Para que haya paz e igualdad en el mundo, hay que destruirlo todo y volver a empezar, solo con los justos. Así no habrá más gente hambrienta y triste en nuestro continente, mientras otros en el poder teniendo en exceso inventan guerras sin sentido, para robar descaradamente nuestros recursos naturales diciendo que son héroes.

-Si bien no soy africana, creó que el mundo se merece un cambio. Brindemos por nosotros, los héroes -dijo entre risas la otra chica del grupo sentada sobre el sarcófago con una botella en la mano.

-Retira tu trasero de la momia y ten respeto, o cuando lo despertemos serás lo primero que eliminará del planeta.

Ella se puso de pie muy a su pesar.

𝒀𝒖-𝑮𝒊-𝑶𝒉! 𝑵𝑮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora