Parte 1. Promesa

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La luz de la luna iluminaba el camino en la montaña, el sonido del viento y los animales del campo acompañaban las pisadas de Song Lan. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que partió de ciudad Yi o desde que había visto a un humano. Desde entonces se dedicó a vagar, cazar espíritus y demonios junto a Xiao Xingchen como prometió.

Sin embargo, durante todo este lapso las dos almas que llevaba consigo, resguardadas en su pecho, tal gema preciosa que debía proteger, no han mostrado ninguna señal. El cuerpo de Song Lan no iba a perdurar mucho tiempo más en pie, al ser creado con el sello de estigio que restauro Xue Yang, al igual que el aparato su energía vital era limitada, pronto dejaría este mundo y tal vez sin poder ver a Xiao Xingchen de nuevo.

Sus pisadas muertas se volvieron más lentas, como un cadáver no sentía dolor o cansancio, pero presintió que el momento había llegado desde hace unas cuantas noches, pensó que podía resistir hasta encontrar a Wei Wuxian y encomendarle las dos almas que protegía con recelo, pero se había equivocado.

No tardo en caer de rodillas al suelo, entre lapsos perdía la conciencia, su mirada se desenfocada entre oscuridad y la luz del paisaje nocturno a su alrededor, intento hacer un último esfuerzo por continuar, pero sus piernas se sentían débiles, no iba a llegar.

Sin querer abandonar volvió a intentar dando leves pisadas, si moría ahí no se perdonaría por dejar a Xia Xingxhen y la joven Ah-Qing solos. No tan lejos encontró un templo que parecía abandonado, se apresuró hacia allí, con la esperanza de encontrar a alguien. Sin embargo, el lugar estaba vacío, la estatua de una diosa tallada en piedra descansaba sobre un altar de madera con detalles grabados en lengua antigua, sus rasgos eran finos y delicados, bastante hermosa para estar en un templo lejano.

Sus fuerzas se habían agotado se recostó a los pies de la estatua sin encontrar otra solución a su desesperada situación. Muchas personas aprovecharían para pedir perdón y bendiciones de una diosa antes de ir al otro mundo, pero Song Lan que ya había muerto una vez no le interesaba eso, las dos almas frágiles que llevaba consigo ocupaban todos sus pensamientos.

Saco la bolsa que contenía las dos almas y las presento a la diosa junto a la espada de Xiao Xingchen, sin poder hablar no podía realizar una plegaria, por lo que se postro ante ella con dificultad por un momento eterno, esperaba que sea suficiente para transmitir sus deseos a la diosa, por favor deles el descanso que merecen se lo pido, fueron personas buenas cuando vivían en este mundo, no deje que continúen aquí.

Sin embargo, no pasó nada, no salió una luz brillante de la estatua o una voz lejana que recitara el milagro, la figura se mantuvo quieta en su sitio sin mostrar signos de que algo iba a contener de su parte.

Rendirse no era una opción pero era inevitable, sus ojos oscuros empezaban a picar y su corazón a doler, no sabía si por estar a punto de morir era más humano o solo una ilusión pero si tuviera lagrimas para llorar estas rodarían a chorros por sus ojos. Sus parpados se sentían pesados y se cerraron lentamente, era tiempo de irse, sin una despedida.

Cuando su mente estaba decidida a dejarlo, sintió una tibia mano tocar su rostro, era tan leve que parecía ser el aire despidiéndose con un beso, abrió sus ojos y al ver quien estaba frente a él lágrimas reales brotaron de sus ojos. Xiao Xingchen lucia tan hermoso, como un ángel rodeado de una luz blanca cálida que arropaba su corazón desecho, pudo ver sus ojos oscuros casi negros que extraño durante muchos años y se dio cuenta que ambos tenían su aspecto de jóvenes, pensó que el escenario había cambiado y estaban en otra dimensión tal vez ya había muerto, pero no tardó en darse cuenta que era el mismo templo, solo que ahora no era oscuro y antiguo, estaba pulcro y lleno de luz, decorado como para recibir al mejor invitado, la diosa tenía un aspecto más hermoso y casi real.

Tenía tanto que decir a la persona que ahora lo miraba con amor y no odio como creyó por muchos años, pero sobre todo dos frases que no habían abandonado su mente en ningún momento —Xiao Xingchen, lo siento...no fue tu culpa, ¿Puedes perdonarme?— dijo con la voz quebrada por el llanto y la impresión, el joven a su lado sonrió dulcemente como si esperaba escuchar esas palabras, limpió las lágrimas de Song Lan y beso su frente —Es tiempo— dijo con un tono suave que bailo en los oidos de Song Lan y lo hizo pensar cuanto extraño escuchar su dulce voz, cerro los ojos con el cuerpo de Xiao Xingchen sosteniendo el suyo en su último respiro.

"En otra vida te encontrare, lo prometo".

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El sonido de la alarma, despertó a Song Lan con el mismo sueño cada día ¿Quién es ese hermoso joven que veo en sueños y prometí encontrar?, ¿Quién eres?, ¿Dónde estás? Esas preguntas me hago cada mañana, pero en verdad quiero encontrarte Xiao Xingchen. 

|En otra vida te encontrare| Song Lan x Xiao Xingchen *PAUSADA* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora