Parte 12. Hermana mayor

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Desde ese día, XingChen y Xue Yang se volvieron inseparables. XigChen empezó a hacer unas cuantas travesuras con la guía de Xue Yang. Apelando por los dos cuando eran descubiertos. Hablaban de lo maravilloso que sería que los adopten a los dos, pero eso parecía imposible.

El pequeño XingChen de ocho años, se encontraba en el comedor esperando por sus próximos posibles padres. 

La puerta se abrió, dando entrada a una mujer joven de cabello tinta y rasgos finos, a su lado venia un hombre alto de mirada afilada. Los adultos caminaron hasta el pequeño, la mujer desconocida lucia sorprendida y al mismo tiempo feliz.

¡¿Eres XingChen?!— su voz dudosa, sonaba ilusionada.

XingChen asintió.

¡Realmente eres tú! ¡Dios realmente eres tú!— la mujer se acuclillo frente al del pequeño losmismos ojos claros de su madre  XingChen te acuerdas de mí.

Durante estos tres años la memoria de XingChen había sido vaciada, pero aun lograba ver rasgos del abuelo y la abuela. Sin embargo este rostro hermoso y sus ojos oscuros, no se le hacían tan desconocidos, siguió mirando con curiosidad hasta que una imagen llego a su mente.

¡Hermana mayor!— estaba seguro que a esta persona una vez la llamo de esa forma.

¡Sí, mi pequeño! ¡Soy yo, tu hermana mayor!— dijo tratando de contener las lágrimas— Tenía tanto miedo de no lograr encontrarte.

Después de que servicios infantiles se llevara a XingChen, Cangse Sanren lucho incasablemente por recuperarlo. Sin embargo la agencia se negaba a decir donde estaba o a que orfanato había sido trasladado, dar esa información era "clasificado", recurrió a otros métodos y con la ayuda del Doctor Jiang, pudo llegar a otras personas que dieron con el orfanato donde estaba XingChen, un orfanato al otro lado del país.

¿Cómo estás?— Cangse Sanren no podía terminar de creerlo, lo había buscado por tanto tiempo y ahora estaba aquí, en sus brazos.

Bien— XingChen también estaba feliz de ver un rostro familiar.

Has sido un buen niño mientras yo no estaba.

Si. Pero has venido a llevarme— esa cuestión preocupaba al menor, tendría que irse, eso significaba dejar a Xue Yang.

Si, volverlas a casa conmigo.

Y la abuela— aun recordaba a la amable anciana.

Ella murió hace poco, pero nunca perdió la esperanza de encontrarte, y mírate aquí estas frente a mí no lo puedo creer— volvió a cubrirlo con sus brazos.

A XingChen le entristeció mucho saber que la abuela había muerto, pero otra cosa estaba molestando su mente. Si él se iba quien cuidaría de Xue Yang.

Te quiero presentar a alguien— llamo su atención y se giró a ver al hombre alto, que se había mantenido en silencio Él es mi esposo— el hombre no dijo nada pero al ver su amable sonrisa, XingChen pensó él es bueno.

Viendo su vientre hinchado XingChen pregunto — ¿Estas embarazada?

Si. Ya no estarás solo.

No estoy solo. Tengo un amigo— defendió.

Bien, pero no quieres ir a casa.

Si quiero— XingChen mentiría si dijera que no quiere salir del orfanato. Pero no quiere dejar a Xue Yang —Yo podría quedarme esta noche.

Si por supuesto. Puedes despedirte de tu amigo.

Durante la hora de familiarización XingChen les contó todo lo que había hecho en el orfanato, incluso sus pequeñas travesuras y grandes hurtos de comida, sabía leer y escribir, pero en el orfanato no enseñaban más. Por lo que Saren trato de persuadirlo con la escuela. Cuando ya se iba el pequeño tomo la mano de la futura madre adoptiva.

No volverás a desaparecer— el encuentro era tan mágico como increíble, era difícil pensar que no se trataba de un sueño y al despertar seguiría allí.

Claro que no. Después de todo lo que sufrí por encontrarte no te dejare nunca más— beso la mejilla del menor con amor.

XingChen aprendió con el tiempo que las palabras son ligeras, las promesas no siempre se cumplen y el destino era cruel.

Al volver a su cuarto se encontró con Xue Yang lo estaba esperando.

Xue Yang.

Te iras con ellos.

Yo-yo me tengo que ir...

El pequeño no pudo terminar antes de que Xue Yan saliera corriendo.

En la cena Xue Yan se sentó lejos de su mesa, XingChen lo miraba de reojo, quería disculparse por no poder cumplir su promesa.

En la noche alguien se escabullo entre sus sabanas.Xue Yang trato de evitarlo, si cortaban lazos pronto, su ausencia dolería menos, pero no podía seguir enojado con XingChen.

Abrió los ojos y vio a XingChen a su lado.

Debes ir.

¡¿Eh?! — XingChen esperaba un reclamo.

Que vayas con ellos. Pero debes esperar por mí.

Asintió animado. Si Xue Yan estaba de acuerdo se sentía menos preocupado.

Es una promesa— Se acercó a su rostro y beso ligeramente sus labios. Fue solo un toque, pero el corazón de Xue Yang dio un brinco. Se sentido nervioso, pero a la vez muy feliz. Había escuchado que cuando quieres a una persona lo besas. Y él quería mucho al pequeño de ojos claros.

Para sellar la promesa. Se acercó al rostro contrario y beso sus labios como lo hizo XingChen. Xue Yang observo dormir al pequeño hasta que lo derrotó el sueño.

Los pequeños amigos se despidieron con una promesa y un abrazo. El destino los volvería a juntar, pero nada volvería a ser igual. 





Holisss, hasta aquí llega la actualización de esta semana. Venía inspirada. Besitos. 

 

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|En otra vida te encontrare| Song Lan x Xiao Xingchen *PAUSADA* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora