Parte 17. Los pequeños llegan a la acción

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Detrás de un arbusto cinco jóvenes se estrujaban unos a otros para no ser descubiertos ignorando el hecho de que estaban siendo muy ruidosos.

Esten atentos casi es hora— menciono el líder de la operación mientras observaba al exterior por un pequeño orificio.

Wei Ying, quítate déjame ver— insto Nie Huaisang.

A mí también— le siguió Jiang Cheng.

Jiang Cheng no me aplastes— se quejó el menor de los Nie.

Es tu culpa— se defendió el acusado.

¡Ahh! quítense— iniciando una pelea por tomar el lugar de observador mientras dos pares de ojos los miraban curiosos, uno con ansiedad y el otro indiferente.

De repente Wei Ying detuvo el forcejeo y señalo fuera —Ya está aquí.

Al igual que soldados ante un grito de batalla, los jóvenes estaban en posición para atacar el objetivo.

Muy bien repasemos el plan, Lan Zhan las cuerdas, Nie Huaisang las vendas, Jiang Cheng la cinta, Wen Ning lo distrae y yo lo ataco por la espalda ¡Listo!

¡Listo!— gritaron a coro.

Pero antes que todo ustedes se preguntaran que rayos esta pasando. Y porque este plan suena a trata de personas.

Si, lo confieso somos una banda de criminales. Lo reconozco.

Digo...digo que para saberlo debemos regresar al día de la reunión y más que todo a un comentario que hizo mi querida Shijie.

Después de media hora todos se limpiaban con pesar los restos de lágrimas de sus rostros, pero Jiang Cheng y Nie Huaisang seguían llorando abrazados, mientras los demás los observaban con sospechas. Este par se trae algo, pensó Wei Ying.

Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por Jiang Yanli — La abuela me hablo sobre la creencia en las vidas pasadas. Por lo general, mantenemos ciertas cosas de nuestras vidas anteriores o experimentamos sensaciones al estar cerca de las personas que quisimos, pero cuando tenemos algo pendiente las imágenes se proyectan en forma de sueños para hacernos recordar, en el caso de esta historia sería cumplir una promesa.

Esas son solo leyendas— alguien como Jiang Cheng no creía en ese tipo de cuentos.

Eso no lo sabemos— expuso el joven Nie.

Entonces vayamos con quien lo escribió— Jiang Cheng y Nie Huaisang miraban a Wei Ying con una mueca de incredulidad, mientras que Wen Ning tenía cara de terror.

Crees va a escuchar estas tonterías, solo tenemos ensayos y una leyenda— grito con el ceño fruncido el joven Jiang.

No se preocupen tengo una idea— termino con una sonrisa brillante, que dejo preocupada a Jiang Yanli.

Por razones de seguridad Wei Ying no la incluyo en el plan, pero prometieron contarle todo después, después de recibir su sentencia por secuestro y extorción.

Así llegamos hasta hoy, con cinco jóvenes nerviosos acomodados como en Tetris dentro de un taxi.

Chicos, no es que los este acusando o que piense algo extraño, pero esto parece un secuestro y eso no es legal— dijo el taxista notablemente incómodo.

No, como llego a esa conclusión— cuestiono con tono inocente el joven Nie.

Pues tienen a un hombre atado en el baúl— expuso el hombre mayor.

Tío, no se trata de eso— confeso con calma Wei Ying a su lado, tomo aire y dejo salir un pronunciado suspiro luego continuo con voz quebrada —El hombre atado es nuestro padre, imagínese que embarazo de su sexta bendición a mamá y quiere huir de casa para no hacerse cargo... Nosotros no lo podemos permitir. Hemos vivido, alejados de padre toda nuestra infancia, preguntándonos cuando vendría a casa... no tuvimos quien nos acompañe a jugar, quien nos hable de futbol y nos lleve al parque, ni quien nos enseñe cosas de hombre, no podemos dejar que nuestro pequeño hermanito sufra lo mismo...En navidad nos envía regalos, pero nosotros necesitábamos un padre...no dinero. Él debe volver y hacerse cargo— termino su relato lleno de pausas y entonaciones dramáticas limpiando de su rostro un par de lágrimas.

Me lo puedo imaginar, es muy triste— el hombre mayor, había sido abandonado por su progenitor cuando era niño, por supuesto que entendía la ausencia de un padre.

En cuanto a la historia, sonaba creíble, los cinco podrían parecer hermanos, aunque tenían la misma edad, sus diferencias físicas eran notables, Lan Zhan y Jiang Cheng eran los mas altos y robustos del grupo; Wei Ying y Nie Huaisang tenían la misma altura pero los rasgos del joven Nie eran más infantiles en comparación a los finos de Wei Ying que junto a su sonrisa traviesa simulaba más edad; por ultimo Wen Ning que podía pasar como el menor de todos, era el más bajo del grupo y su piel blanca reducía su edad.

¡¡¡Tío!!!— continuo el drama.

¡¡¡Hijo!!!— respondió sincero.

Se abrazaron entre sollozos, contagiados por una atmosfera depresiva que incluso el resto asfixiado en los asientos traseros lloraba a coro, hasta que Wei Ying tuvo un pensamiento "Si estoy abrazado al taxista, quien conduce".

De frente escucharon un agudo pitido que rompió la atmosfera al igual que una aguja un globo.

Ahhhhhhhhh, gritaron e inconscientemente apretaron más el abrazo.

El volante— insistió la voz masculina de Lan Zhan que era el único mentalmente estable en todo este bochorno.

El taxista rápidamente tomo el mando y alcanzo a esquivar el golpe, después del susto retomaron la cordura, continuaron el camino en silencio hasta llegar al destino.

Cuídense hijos. No sean tan duros con su padre. Tener seis bendiciones debe ser estresante.

Gracias, tío. Maneje con cuidado. No vuelva a abrazar a un pasajero en medio del recorrido.

Lo tomare en cuentaarranco, siendo despedido por los jóvenes fuera del departamento de Wei Ying. 

|En otra vida te encontrare| Song Lan x Xiao Xingchen *PAUSADA* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora