Parte 23. Primera cita

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Song Lan con la mirada perdida estudiaba la pantalla del chat cuyo destinario se denominaba Xiao XingChen, había conseguido el número de esta persona, había conseguido prácticamente una victoria frente a la adversidad y el destino, pero pese a eso, no podía avanzar.

El borrador, del borrador, de su borrador del primer mensaje que deseaba enviar para romper con la barrera invisible que tensa el ambiente entre dos personas netamente desconocidas, le era poco convincente. Temía parecer muy ansioso o muy anticuado.

De repente la pantalla se ilumino acompañado de una familiar melodía, era su alarma, sorprendido involuntariamente oprimió el botón de enviar. Y aún más sorprendente fue que el mensaje fuera visto al instante.

"Querido joven XingChen, aunque solo hayamos hablado y compartido la mesa de un café una vez, para mí ha sido ameno encontrar un amigo en una persona tan agradable y dotada de cordialidad como usted, la sensación de beatitud que recorre mi ser cuando estoy cerca suyo de cierta forma la he extrañado. Espero no ser inoportuno y molestar su noche con mi ignominiosa presencia."

"Por supuesto que no es molestia. Puedes escribirme cuando gustes, es divertido hablar contigo." 

Afortunadamente la respuesta no tardó en llegar y la conversación se extendió a lo largo de la semana por mensajes y el fin de semana en el café, descubriendo algo todavía más encantador que lo anterior en el joven mesero.

Esta podría considerarse la semana con más ventura de su efímera existencia, si no fuera porque cada vez los sueños son más reveladores, encontró a XingChen había cumplido su promesa, pero por qué sentía que algo le hacía falta, aunque su busqueda había terminado la impresión de perdida todavía estaba impregnada en lo profundo de su ser.

Deberías invitarlo a una cita— propuso su amiga de la infancia, mientras limpiaba el mesón.

¡¿Eh?!— una cita con XingChen solo podía soñarlo.

¿Cuál es el problema? Te gusta, ¿verdad?— seguramente escuchar todos sus dramas, la llevo a esta conclusión.

El joven XingChen es ciertamente cautivador, pero solo somos amigos— menciono lo último con pesar, estaría mintiendo si dijera que no le gustaría ser algo más que un buen amigo.

Si, si lo que digassin darle importancia Entonces, vayan a una cita como amigos no necesariamente te sugiero que te involucres sentimentalmente.

Tú crees que aceptaría si se lo propongo. No sería raro— estaba dudoso.

Lo hará, sabes cuantas citas a tenido en su vida, cero, al igual que tú. Ese es un número triste.

El joven XingChen no tiene pareja— había recobrado algo de esperanza.

Esta soltero— dijo su amiga con algo de mofa y levantando exageradamente sus cejas, creando una imagen que se podría considerar graciosa para Song Lan provocando que riera —Pero, no, porque no tenga pretendientes, es imposible contar la cantidad de admiradores que van al café solo por ver su sonrisa, es porque trabaja demasiado, a pesar de ser tan joven tiene tantas responsabilidades. Me preocupa que no disfrute de cosas simples como enamorarse o tontear con amigos— dijo con desasosiego como una madre.

Lo hare— parecía decidido.

¿En serio?— recibió un asentimiento como respuesta, antes de chillar y correr eufórica en su propio eje —Gracias Song Lan, seguramente te ira muy bien, quizás te cases.

Eso esperodijo con sinceridad.

Marcho firme al campo de batalla decidido a vencer o morir en el intento.

Joven XingChenllamo con plena confianza. 

Song Lan— volteo ante el llamado. 

Todo parecía ir de acuerdo al plan hasta que el brillo de la sonrisa de XingChen fue opacando lentamente su seguridad.

Me ibas a pedir algo— pregunto ante la cuestionable quietud del contrario.

Yo, este...— era un excelente platicador con cientos de fonemas en su vocablo, pero cuando se trataba de XingChen se volvía tímido. Su mente en blanco había perdido todo propósito, ni siquiera recordaba el motivo de su visita, el toque de una mano suave en su hombro lo trajo de vuelta a la realidad.

Tomo las manos contrarias envolviéndolas con las suyas, recibió una mirada sorprendida pero no fue apartado, soltó un suspiro liberando el aire retenido en sus pulmones y la inseguridad de su cuerpo —Joven XingChen yo sería dichoso, si usted me haría el honor de acompañarme en una cita.

Recibió una silenciosa respuesta, por dentro su corazón retumbaba en sus oídos, un instante se volvió eterno. Mirando los ojos contrarios con atención buscaba cualquier rastro de incertidumbre o rechazo.

El sábado próximo— dijo XingChen sin ocultar su entusiasmo.

Estoy libre— respondió automáticamente.

A las tres— propuso.

Seria perfecto— la sonrisa en su rostro era sublime.

El primer paso se podría considerar un éxito, pero aún tenía mucho por aprender  del desconocido mundo de las citas.

Ahora Song Lan por primera vez había encontrado una duda existencial que lograra poner a prueba su sueño, ¿Cómo es la primera cita? Dicha duda lo persiguió por toda la semana hasta que llego el sábado y un minuto antes de que el reloj diera las tres, frente a la puerta del departamento de XingChen la única respuesta que había ideado fue que debía ser especial. XingChen merecía algo especial. 

Wei Ying y Nie Huaisang que tenían un proyecto por entregar se quedaron helados al encontrar a su víctima de secuestro en la puerta del departamento, lentamente retrocedieron hasta una esquina, desde donde consideraban la situación pensando huir del país.

¿Qué está haciendo aquí?— susurro Wei Ying en su escondite improvisado detrás de una planta.

Va a acusarnos— el miedo era palpable.

Toco el timbre, puso su mejor sonrisa y levanto el ramo de lirios frescos y fragantes, que hace diez minutos compró pensando que lucían tiernos como XingChen.

Xiao XingChen lo recibió con ojos brillantes —Song Lan, adelante.

Gracias. Son para ti espero que sean de su agrado— extendió sus lirios.

Son hermosos, los pondré en agua, no tardo— cerro la puerta. Unos minutos pasaron y dos siluetas salieron juntas del departamento, aclarando las dudas de Wei Ying.

Los seguimos— sugirió emocionado el joven Nie.

No. Es mejor no involucrarnos. Vamos, préstame tus apuntes de la clase— la sonrisa astuta de Wei Ying no le daba confianza.

De nuevo— se quejó.  


Hiiii, insertando gatito durmiendo porque sí

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Hiiii, insertando gatito durmiendo porque sí. 

|En otra vida te encontrare| Song Lan x Xiao Xingchen *PAUSADA* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora