Parte 16. Pesadillas

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Era sábado por la mañana, en la gran mansión Jin el sonido era inexistente. Xue Yang bajo al comedor, donde se encontró con Jin Guangyao que ya estaba despierto, por lo general su familia adoptiva se levantaban hasta tarde los fines de semana, a excepción del más bajo.

Buenos días, ¿Cómo amaneciste?— saludo alegremente al recién llegado.

Xue Yang paso a su lado ignorándolo por completo, se preguntaba si Jin Guangyao actuaba gentil con el por simple cortesía o el enano era en realidad un buen actor.

Una mujer mayor pero que no pasaba de los cuarenta años, entro a la cocina, ambos la conocían de la misma forma.

Nana— llamo sonriente Guangyao a su nodriza, la mujer trabajaba con la familia Jin desde que tenía memoria, cuando su madre falleció ella se hizo cargo de su cuidado y alimentación ya que recientemente había perdido un bebé.

Buen día, nana— Xue Yang a su lado, también dio sus respetos a la mujer que lo acogió dentro de la casa desconocida y cuido como si fuera su propio hijo. Era una de las pocas personas que realmente le importaban.

Buen día, mis pequeños— hablo con su tono de arrullo que adormecía los corazones de los jóvenes.

Nana ya no somos niños— replico divertido el de sonrisa brillante.

¡Que dicen para mí siempre serán mis pequeños, aunque ya sean hombres y se casen!— contestó aún más divertida —¿Cómo les va en la escuela?

Estamos en la Universidad— se quejó Xue Yang.

¡Como sea!— replico deliberantemente.

Muy bien nana, Xue Yang es muy listo, aunque no lo parezca, los profesores siempre hablan de él.

Ambos siguen criminalística, no— cuestiono la mujer, pero más parecía estar exponiendo un hecho Me pregunto porque su padre los presiono para que estudien esa carrera. Siendo esta una familia de abogados.

Xue Yang al escuchar la palabra "padre" bufo, no lo reconocería como tal, nunca lo haría, ese viejo inmoral lo mataría si pudiera.

Su molesto comportamiento atrajo la atención de la mujer mayor—¿Qué hay de ti Xue Yang?

¿Yo?— pregunto con su sonrisa inocente, que era creíble, pero a los ojos de la mujer totalmente falsa, si no conociera muy bien a este dulce diablo no podría decir que ella lo crío.

Hoy tienes trabajo, verdad. No tienes necesidad alguna de trabajar, pero, aun así, te has mantenido yendo a ese café religiosamente cada fin de semana por cinco años, dime hay algo allí que te mantenga tan devoto.

¿O alguien?— interrumpió sugerente el otro oyente, Xue Yang lo fulmino con una fría mirada, que rebana tu alma, pero el enano no se inmuto.

No es nada nana, solo quiero alejarme de este ambiente y personas detestables de vez en cuando— dijo lo último mirando acusadoramente al más bajo.

Entiendo, hijo, solo no descuides tus deberes porque su padre se puede molestar— menciono preocupada.

No lo hare. Nana, ya empiezo a sentir hambre— acentuó un puchero, que desmantelo el corazón de la mujer, este diablillo sabía moverse.

Esperen aquí ya les traigo el desayuno— se dispuso con una sonrisa.

Le ayudo— ofreció el más bajo y salió del comedor.

Xue Yang quedo pensativo, en la última semana empezó a tener sueños un tanto peculiares, el protagonista de todos ellos era XingChen, pero ni siquiera se trataba de sueños con terminación sexual. En lugar de sueños los llamaría pesadillas.

En todos los sueños viaja junto a un XingChen joven e igual de hermoso, pero que a perdido la visión, lleva ropa tradicional y mantiene una larga cabellera color tinta que lo hace lucir como una deidad, por lo que lo sigue medio hechizado.

El sueño es siempre el mismo, salen un día a comprar vegetales y asesinar cadáveres vivientes, que podría llamar zombis. Sin embargo, en un determinado instante XingChen voltea hacia él, sabe que no puede verlo, pero detrás de su grueso vendaje siente su mirada fijamente sobre él, como agujas filosas que chocan en su pecho y lo dejan sin oxígeno. Después le dedica una sonrisa gentil, alza su espada y corta su garganta. Puede ver en cámara lenta como cada tejido se abre lentamente expulsando un viscoso liquido color negro, al igual que se forman chorros en sus parpados, se apresura hacia él, pero no puede hacer nada, luego despierta sintiéndose completamente impotente.

Estas pesadillas le dejan un mal sabor de boca cada mañana. Debe ver urgentemente a XingChen. 



Maratón: Dia 2.

¡Manténganse saludables! 

Besitos "3"

|En otra vida te encontrare| Song Lan x Xiao Xingchen *PAUSADA* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora