Capitulo 33

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Valentina POV

Las lágrimas bajaban por mis mejillas, sentía mis ojos arder y una presión indescriptible en el pecho. Frente a mis ojos se estaba consumiendo el auto de Thomas y yo solo podía llorar, en un impulso incontrolable me levanté y comencé a caminar hasta el auto, limpie mis lágrimas y luego empecé a correr hasta el auto, hacía calor, demasiado calor y mis ojos intentaban encontrar una manera de entrar al auto, cuando creí que entraría unos brazos me abrazaron y me cargaron fuera del lugar...

- ¡NO, SUELTAME, TENGO QUE SACARLO DE AHÍ, SUÉLTAME!

Pataleaba y gritaba con todas mis fuerzas pero aún así aquella persona no me soltaba, era fuerte, más que yo.

- ¡Cálmese! Los bomberos ya están haciendo su trabajo... ¿Sufrió usted algún daño?

Negué con la cabeza mientras las lágrimas me cegaban y volvía al piso a llorar.

- ¡THOMAS, THOMAS! – escuché la voz de Luis - ¡TOM NO ME DEJES! - mi corazón se rompió.

Tapé mi rostro con mis manos mientras sentía que no podía dejar de llorar.

- ¡Valentina! - volví a escuchar su voz y me negaba a levantar la vista, pero él me rodeó con sus brazos sentándose en el piso también - Dime que esto no está pasando...

- Luis... Lo... Lo siento - me abrazó más fuerte y comenzó a llorar con más fuerzas, él parecía un niño indefenso entre mis brazos, yo solo podía abrazarlo fuerte mientras lo dejaba llorar.

- Él.. No... Yo... Amo... - no entendía ni una palabra de lo que decía porque su respiración era inestable.

- Extinguimos el fuego, sin sobrevivientes - escuché un bombero decir a otro.

Mi corazón decayó y mis lágrimas se hicieron todavía más presentes.

- ¡NO! TOM... - Volvió a gritar Luis.

Lo abracé con más fuerza mientras él luchaba por salirse de mi agarre, terminó rindiéndose y llorando en mí.

Cinco horas después

- Toma esto, por favor... – Juliana me estaba ofreciendo un vaso con agua, estaba preocupada por mí, podía notarlo en su rostro.

Tomé aquel vaso entre mis manos e intenté sonreírle, pero es que no podía. Estábamos en una sala esperando que nos pudiéramos llevar el cuerpo sin ida de Thomas. Luis estaba desecho en una silla, no había parado de llorar y no quería hablar con nadie. Llegó Lorena y los familiares de Thomas. Juliana nunca se fue de mi lado... Ella estaba sentada en la silla a mi costado y me acariciaba suavemente el brazo mientras yo intentaba dejar de llorar.

-Te... Te dije que tenia un mal presentimiento – dije como pude.

-Lo sé – me abrazo – ojalá pudiera decirte algo que te quitara el dolor, o sentirlo yo en tu lugar, pero es imposible. Solo quiero que sepas que estoy y estaré para ti en cada paso. Tranquila mi amor.

Asentí y me abracé más a ella. No puedo creer que todo esto esté pasando.

...

Al día siguiente

- Juls, ya debemos irnos.

Había llegado la hora del último adiós. Yo estaba vestida completamente de negro y usaba unos lentes oscuros, cuando Juliana bajó las escaleras ella también vestía de negro. Tomó un paraguas negro y lo llevó consigo mientras yo la esperaba en la puerta. El clima el día de hoy estaba como mi ánimo.

Kilometraje  (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora