Capitulo 41

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Juliana POV

Esa noche le hice el amor como nunca antes, le di a entender que yo la amaba, que yo amaba cada parte de su cuerpo y que ella era tan mía como yo suya.

Ya habían pasado algunas desde aquella noche y todo había vuelto a la normalidad, relativamente. Lo único que no me dejaba estar tranquila era que aún no habían capturado a los culpables de mis días de infierno.

Salí de la ducha y me vestí formalmente para ir al trabajo, llevé mi vista hacía la cama y sonreí inconscientemente. Valentina estaba dormida boca abajo y la sabana tapaba su trasero, pero sus piernas y su espalda desnuda estaba a mi vista. Era una imagen perfecta. Ella y yo estábamos en nuestro mejor momento. Casi no había visto a Daniel, inventaba cualquier excusa relacionada con el secuestro para no verlo, ansiedad, cansancio, y él lo llegaba a creer, pero Valentina se ponía celosa cuando él llamaba. Yo la entendía pues era mi culpa, no había podido deshacerme de ese idiota todavía.

Me acerqué a la cama y besé sus labios delicadamente, acaricié su mejilla mientras ella abría los ojos. Sonreí al notar que se había despertado. Las comisuras de sus labios se elevaron también.

- Ya debo irme a trabajar, mi amor. Compraré comida y almorzamos juntas ¿vale?

Ella asintió.

- Por cierto, ¿Hoy no ibas a hacer las fotos esas?

Ella se sobresaltó y se sentó en la cama. Yo me reí por su reacción. Valentina ahora estaba trabajando para una revista que le suplicó ser la portada de este mes. Valentina se negaba a ser modelo, pero terminó aceptando, también había ganado unas cuantas carreras así que estaba económicamente excelente y eso me enorgullecía total.

- Nos vemos en el almuerzo, te amo.

Le di un corto beso y tomé mi bolso para irme, cuando estaba a punto de salir...

- ¡YO TAMBIÉN TE AMO! - escuché.

Tomé una manzana de la nevera mientras sonreía al escucharla, tomé las llaves del auto y caminé a la puerta.

- Espera...

Volteé y la miré, venía caminando hacia mi completamente desnuda y me veía como un depredador ve a su presa. La miré de arriba hacia abajo, recorrí su cuerpo con la mirada como si jamás la fuera visto o tocado.

Sin permiso alguno y casi a la fuerza, me besó. Su lengua comenzó a jugar con la mía salvajemente, mi espalda se apoyó en la puerta por la fuerza que ella estaba usando al besarme y tocarme. Solté de golpe todo lo que yo tenía en las manos. Comenzó a desabrochar velozmente mi pantalón y sin bajarlo, metió su mano dentro de mi ropa interior acariciando mi zona más sensible. Yo no necesitaba más lubricación, con ese beso y su actitud Valentina me tenía completamente mojada. Comenzó a besar fuerte mi cuello y con su mano libre acarició uno de mis pechos. Me mordió levemente el cuello mientras yo me sostenía de su cuello.

Comencé a jadear, necesitaba sentirla dentro de mí, y ella pareció entenderlo porque dos de sus dedos entraron de golpe en mí, comencé a gemir mucho más fuerte por lo rápido que Valentina estaba haciendo esto. Era delicioso. En menos de lo que yo esperaba, exploté en un orgasmo. Estaba agitada y excitada. Valentina sonrió victoriosa contra mis labios mientras abrochaba mi pantalón.

- Valentina... Qué hac... Debo cambiarme.

Ella negó con la cabeza mientras acomodaba mi ropa.

- Me pones tanto vestida así, lo digo en serio. - acomodó mi blusa - Irás a trabajar así y, cuando vuelvas, te haré el amor con esto puesto otra vez. - casi susurró con la voz extremadamente ronca – Ahora sí que tengas un buen día en la oficina, mi amor.

Kilometraje  (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora