Capitulo 37

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Narrador Omnisciente

Scarlet se acercó a Valentina luego de ver como se desplomó en el piso llorando, la abrazó y la ayudó a levantarse, pues podría resultar un poco extraño la manera en la que le estaba afectando aquello frente a los padres de Juliana, juntas se dirigieron a uno de los baños de aquella mansión.

- Tranquila, Valentina...

- ¿Cómo?... Si a ella... Secues.. Yo... Amo... Es m.. Vida.. Tengo mie... Scar.. Ella... No quie... nada... pase...

- A ver, Valentina, no te estoy entendiendo nada. Respira, intenta calmarte, todos estamos muy asustados, pero debemos mantener la calma ¿sí?

Valentina asintió.

- ¿Estás segura que no viste nada extraño cuando saliste?

- No... Yo sali... Molesta y entonces... No vi nada, Scarlet, lo juro... Ella estaba... Dentro de la casa... No debió salir sola.

- Ella no sabía que le iba a pasar aquello, seguramente no quería hablar con nadie y decidió salir a caminar.

- Es mi culpa, yo no debí...

- No es tu culpa, Valentina.

Valentina solo pudo recostarse en el pecho de Scarlet, llorar y desahogarse. Cuando por fin logró calmarse un poco, decidieron salir e ir hasta donde estaban todos reunidos.

El celular de Macario sonó, alertándolos a todos, él lo colocó en altavoz y descolgó.

- ¿Diga?

- ¡PAPÁ AYUDAME, PAPÁ ESTOY EN L.!. – la voz de Juliana sonó al otro lado de la línea.

El sonido de una bofetada se escuchó seguido de un grito de dolor por parte de Juliana. Valentina apretó sus puños mientras su corazón caía.

- ¡NO LA TOQUES! – grito Macario acercándose mas a la bocina.

- No te imaginas lo bien que me la estoy pasando, y cuando comiences a pagar, la pasaré mucho mejor.

El comandante le pedía a Macario alargar la llamada para así poderla rastrear.

- Dime qué quieres, cuanto quieres y dónde.

- Por ahora, sólo quiero hacerte sufrir.

Colgó. El comandante agachó la mirada pues el tiempo no había sido suficiente, Macario golpeó la pared con un puño, Lupe se abrazó a Mariana mientras las lágrimas la invadían, Donna abrazó a Rachel y Scarlet abrazó a Valentina.

- ¡Quiero esta maldita ciudad patas arriba! - Macario miró al policia - Quiero que revisen barrio por barrio, casa por casa, que la busquen por mar, por tierra y por aire.

- Hemos desplegado cincuenta patrullas por toda la ciudad, tengo a todos los hombres bajo mi cargo trabajando en esto señor Valdés.

- ¡NO ES SUFICIENTE! - le puso un sobre lleno de dinero en el pecho - ¡Quiero cien patrullas más, quiero helicópteros volando la ciudad, quiero que la busquen hasta debajo del agua, ¿entendió?!

- Haré lo posible y créame que la voy a conseguir.

El salió de la casa directo a la comisaría. Macario caminaba desesperado de un lugar a otro en aquella sala.

-Jason..,- Macario grito.

- ¿Digame señor? – respondio acercándose el chofer y guardaespaldas de Juliana.

Kilometraje  (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora