Capitulo 30

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Juliana POV

Al abrir mis ojos noté que Valentina no estaba a mi lado, fruncí el ceño y cubrí mi cuerpo con una sábana mientras buscaba algo que ponerme, cuando lo conseguí y me vestí, salí a la parte trasera de nuestra cabaña, la que daba al mar, lo primero que vi fue una mesa servida, frutas, pan, bebidas preparadas y a una Valentina arreglando todo, al verme elevó la mirada y sonrió.

- Hey, buenos días... – Se veia totalmente adorable.

Se acercó y me abrazó por la cintura, me dio un corto beso y luego me miró.

- Buenos días para ti también... – la salude.

- Pedí el desayuno pero arregle esta mesa para que luciera mucho mejor, ¿qué tal?

- Muero de hambre... - Valentina rio - ¿Qué?

- Siempre tienes hambre... Ven - tomó mi mano.

Jaló la silla para que yo me sentara y sonreí ante su gesto, luego se sentó ella...

- ¿Qué quieres hacer hoy? – me pregunto

- Lo que quieras...

- Escoge tú. 

- No sé, creo que debemos elegir algo inolvidable para que nuestro último día aquí sea lo máximo.

- Estoy de acuerdo señorita Valdés. Aunque si eso es lo que quiere, no tendríamos ni que salir de la cabaña – sonrió maliciosamente y yo eleve una ceja.

- ¿Es que no has tenido suficiente? – reí

-Ya te había respondido eso anteriormente y la respuesta sigue siendo la misma: De ti jamás tendría suficiente.

Sonreí y le lancé un beso al aire. Ella hizo como si lo atrapara y lo puso en su corazón, cosa que me hizo sonreír aún más. Dios, ¿Cuándo me volví tan cursi?

Empezamos a comer luego de decidir qué haríamos esquí acuático, lo disfrutamos bastante, aunque me caí infinidades de veces, cuando le agarré la técnica empecé a divertirme como debía, luego de eso fuimos a comer a un lugar bastante bonito y por último terminamos en una fogata a la orilla de la playa...

- Esto es realmente bonito... - le dije mientras entrelazaba nuestras manos.

- Sí... Lo es. – Podia sentir su mirada quemando mi piel.

Sacó la botella de la cubeta con hielo que nos trajeron y sirvió dos copas, luego se acomodó detrás de mi abriendo sus piernas para que yo me recostara mi espalda en su pecho con vista al mar y me rodeó con sus brazos.

- Valentina quiero que sepas que no serás la única que luche por esto. - me di la vuelta y puse mis piernas encima de las de ella - Desde que tu llegaste a mi vida me sacaste de una monotonía en la que estaba atrapada, te colaste en mis pensamientos día y noche y sin poder evitarlo te convertiste en la mayor razón de mi sonrisa. Tus malditos ojos me tienen completamente hechizada... Yo... Intentaré terminar esa estúpida y falsa relación lo antes posible, me mudaré y podremos estar juntas el tiempo que sea en esa casa, sé que esto será difícil por mi culpa, pero intentare hacerlo más llevadero para las dos, solo... Quiero intentarlo, quiero seguir despertando a tu lado, quiero prepararte el desayuno todos los días y besarte antes de salir a trabajar, quiero que hagamos el amor mil veces y nos besemos cada vez que queramos, tu eres todo lo que yo quisiera tener en mi día a día y sé que jamás me cansaría de ti. Solo... Seamos fuertes ¿sí? Por más difícil que resulte, por favor Val, nunca te alejes de mi porque no lo soportaría...

Sus brazos me rodearon la espalda y me juntó más a su cuerpo, yo la abracé por el cuello y así estuvimos por un rato, no sé cuánto tiempo, pero se sentía bien, le había dicho a Valentina todo lo que quería decir y me sentía jodidamente bien entre sus brazos, por esto quería luchar, por esto lo haré.

Kilometraje  (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora