Capitulo 42

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POV - Juliana

El teléfono comenzó a sonar nuevamente, lo busqué con la mirada y lo conseguí en el piso, empujé a Valentina y me levanté, ella se rió y logré descolgar.

- ¿Diga?

- Señorita Valdés, la pizza llegó. ¿Qué pase el repartidor?

- Si, gracias.

Colgué.

- Tienes dos minutos para vestirte. – le dije a Valentina que me miraba con cara de puchero.

Busque mi ropa y comencé a vestirme rápidamente al igual que Valentina.

- Mi sostén Val, ¿dónde esta mi sostén?

Ella rió. Y me lo pasó.

- No es gracioso.

- Lo es mi amor, de hecho, tu eres muy graciosa. – me abrazo por detrás y escondió su rostro en mi cuello. Comenzó a dejar pequeños besos sobre el área.

-Para Val, no tardan en tocar la puerta – Ella me volvía loca con un simple beso, así que si no queríamos dar un espectáculo, tendríamos que parar. Me gire y deje un beso en sus labios. – Anda vístete amor.

Ella solo hizo una mueca de inconformidad, pero acato la orden.

Terminamos de vestirnos justo cuando tocaron mi puerta, Valentina tiró sobre el escritorio todas las cosas nuevamente y, aunque se veía desastroso, parecía normal.

- Pase, por favor. Buscare mi chequera.

Abrí mi bolso mientras Valentina ponía las pizzas en la mesa que estaba junto a los muebles. El chico veía embobado a Valentina y yo alce una ceja al notarlo. Firmé el cheque y carraspeé la garganta para tener su atención.

- Tenga.

- Grac... gracias. – dijo un poco avergonzado el chico.

Valentina se acercó a mí, pero no tanto como quisiera, me pareció gracioso la manera en la que él se tensó al tenerla cerca.

- Ten... Tu propina. - le dio cien dólares.

- Esto es demasiado, no...

- No digas no. Acéptalo, aparte te hicieron subir hasta aquí, que desconsiderados son los de la empresa Valdés ¿no crees?

Él me miró y yo miré a la ojiazul elevando una ceja. Ella simplemente rió.

- Igual es demasiado... No pue...

- Por favor, tómalo... Es más, ten - cien dólares más - Cómprate algo que quieras.

- Con esto tengo pa... Oh Dios, gracias. Mi hija está por nacer y puedo comprarle varias cosas con esto, gracias de verdad.

¿SERÁS PAPÁ Y ESTABAS VIENDO A MI MUJER? Hombres.... Igual no lo culpo. Ella es la mujer más hermosa que haya visto en la vida, es como un atardecer, con diferentes tonos y sensaciones, puedes pasar observándolo por mucho tiempo y nunca te cansarías, y si lo vuelves a ver al día siguiente no sería igual, ya que cada atardecer es único, y para mí, Valentina es la persona más única y hermosa del mundo, con sus diferentes facetas, siempre hay algo nuevo que descubro de ella, con ella no existe la monotonía.

- En ese caso...

- Quiero darte algo más. - interrumpí, sabía lo que ella estaba pensando.

Firmé otro cheque por dos mil dólares luego de preguntarle su nombre.

Kilometraje  (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora