Kilometraje (Juliantina)

Capitulo 23

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Valentina POV

Un leve toque en mi costado me golpeaba hasta despertarme. Primero, aturdida y luego haciéndome reaccionar que era Juliana la que lo hacía.

- Cierra la persiana. - susurró con una voz ronca.

A regañadientes me levanté de la cama y cerré la persiana, quedando el cuarto totalmente a oscuras nuevamente. Me arrastré hasta la cama y volví a meterme en esta, los brazos de Juliana volvieron a envolverme, me quedé dormida casi de inmediato.

Cuando volví a despertarme, el peso de medio cuerpo de Juliana sobre el mío me hizo parpadear un par de veces hasta enfocar mi vista, la tenía acostada sobre mi pecho, una mano me envolvía la cintura y una pierna estaba sobre las mías, todavía estaba dormida, lucía relajada, su respiración era calmada, las pestañas largas que la hacían lucir mucho mejor... Ella nunca dejó de verse hermosa.

Suspiré y sentí como Juliana se removía sobre mi cuerpo. La miré hasta que sus ojos se abrieron lentamente, subió su mirada y se encontró con la mía.

- ¿Estás cómoda? - sonreí. Ella notó la posición en la que estaba y se incorporó en la cama.

- Lo siento. - susurró con voz ronca. La mía también lo era por haber acabado de despertar.

Frotó con sus manos sus ojos mientras bostezaba. Parecía un pequeño cachorrito, era adorable.

- Iré a ducharme. – dijo mientras se estiraba.

Se levantó y yo la observé hasta que salió del cuarto por la puerta del baño y la cerró a su espalda. Me di la vuelta en la cama y quedé boca bajo, escondiendo mi cara en la almohada. ¿Cómo iba a soportar esto? ¿Cómo iba a ni siquiera darle un beso? ¿Cómo iba a controlarme teniéndola así de cerca? Y era la primera noche...

[•••]

Cuando la entrevista terminó, agradecí y me despedí de la entrevistadora, que era muy linda, por cierto. Había sido agotador tener que responder todas las preguntas que ella me hacía, cuando quería meterse en mi vida personal logré esquivar el tema pero era bastante insistente, sobre todo con la pregunta
- ¿Estas soltera? - no se cansó de hacérmela hasta que respondí que sí lo estaba, ganándome una sonrisa victoriosa de su parte.

- ¿Por qué coqueteabas con ella? – Y volvió la posesiva señorita Valdés.

Entró a la habitación en la que yo estaba, retiré la vista de mi teléfono y fruncí el ceño observándola.

- ¿Con quién?

- Con esa chica... La reportera.

- No estábamos coqueteando. – intente aguantar mi risa.

- Me pareció que sí. - se cruzó de brazos, molesta.

- No lo hacía y en caso tal, ¿a ti en que te afecta si lo hago o no? No somos nada.

- ¿Cómo que a mi qué? No puedes estar coqueteando con todas.

Esto era el colmo.

- Te recuerdo que soy una persona soltera, puedo coquetear con quien yo quiera. Pero no lo hice con ella, y si lo fuera hecho, no tiene que importarte... ¿Por qué no llamas a tu novio? Ha de extrañarte.

Tomé mi bolso y salí de ahí. Ella no tenía ningún derecho de hacerme una escena de celos teniendo novio, ¿qué le pasa? Aparte ni siquiera estaba coqueteando con aquella chica, solo noté que era linda, nada más. Suspiré y esperé que ella saliera del edificio porque, a fin de cuentas, tenía que irme con ella para el hotel. Eran apenas las cuatro de la tarde, así que nos restaba el día libre, pero mi auto no había llegado y no sabía que podíamos hacer.