Cuando Liam abrió la puerta, su hermano y Aline ya dormían. Se había cambiado el pijama por unos jeans y una camiseta básica. Tenía las gafas puestas y el cabello echado hacia atrás con agua. Los cuarenta minutos de recorrido en automóvil que los separaban, nunca se le habían antojado tan largos como esa noche. Mientras esperaba había pasado toda clase de procesos mentales y emocionales, por momentos se había arrepentido de haber accedido a verlo. Afortunadamente para él, también tuvo tiempo para recolectarse a sí mismo y tranquilizarse. Auto-convenciéndose y recordando el motivo por el que lo había mandado a la mierda, y no los motivos por los que quería regresar a su lado. No lo mandó al diablo por generoso, por cariñoso o por guapo. Lo mandó al diablo porque nunca lo tomó en serio y por verlo como alguien inferior. Solo tenía que asegurarse de no olvidar esa parte implícita en el discurso y todo saldría bien.
—Hola - le dijo Jackson en voz baja haciendo contacto visual con él. Vistiendo la misma camiseta que llevaba en la transmisión de unos minutos atrás, unos jeans slim fit azul claro y unos tenis blancos. Lucía bien. Informal, pero pulcro y consciente de su apariencia —¿Cómo estás? - Liam se encogió de hombros mirando a un costado. La mano en el picaporte de la puerta. Todas las luces de la planta baja estaban encendidas, tan blancas y potentes que casi parecía de día —Gracias por recibirme - agregó cuando Liam se hizo a un lado indicándole con el brazo extendido que entrara. Así lo hizo caminando hacia el interior, dándole la espalda por breves segundos mientras se abría paso.
—Ash, no seas formal, ¿Qué quieres? - increpó cruzándose de brazos. Frente a él, Jackson se giró para encararlo.
—Uff, no sé por dónde empezar - se rascó la nuca desviando los ojos por unos segundos —¿Por dónde empiezo? Todo estos días estuve pensando qué iba a decir - susurraba como para sí mismo —Incluso, mientras conducía hacia acá, estuve repasando lo que te diría, pero ahora tengo la mente en blanco - se mordió el labio inferior sintiéndose inseguro e inepto.
—Ya sé que eres un idiota, di algo nuevo - Liam azotó la puerta con poca fuerza para caminar en dirección a la sala, pasando a un costado suyo sin mirarlo.
—Sí, ¿Verdad? - secundó riendo bajito y nervioso a la par que lo seguía lentamente. Tenía la boca seca
—¿Y bien? - se detuvo en medio de la sala para escrutarlo intensamente. Jackson se quedó inmóvil en su sitio. Liam abrió mucho los ojos enarcando la cejas, instándolo, con un impaciente movimiento de cabeza, a que hablara. Jackson inhaló tan hondo como pudo. Si debía empezar por algún lado, qué mejor que por el principio.
—Lo siento - musitó sosteniéndole la mirada —Perdón, Bubbles, en serio. Perdóname… - soltó, ceremonioso, serio, arrepentido. Las cejas caídas, los hombros laxos, la súplica impresa en las palmas de sus manos unidas una contra la otra delataban lo sincero que estaba siendo. Y sin embargo, ello no ablandó a Liam ni un ápice.
—¿Por qué? - con la voz recia y los brazos todavía cruzados en su pecho, lo cuestionó.
—¿Eh?
—¿Por qué me estás pidiendo perdón? - Jackson lo miró perplejo sin entender a dónde estaba dirigida la pregunta. Liam rodó los ojos, desdeñoso —¿Qué hiciste que quieres que te perdone? - y con eso comprendió a lo que se refería. Estaba midiendo si era capaz de al menos darse cuenta cuál había sido su error.
—Ser un imbécil. No darle importancia a lo que sentía por ti. Hacer cosas que te hicieron sentir mal. Haber sido egoísta. Haberme tardado tanto tiempo en decírtelo - enumeró tragando saliva, sus labios curvándose ligeramente hacia abajo mientras hablaba —Perdón por ser inmaduro. Por no saber nada de la vida, Bubbles, perdón - añadió con voz airada tomando un par de pasos en su dirección, inhalando y exhalando temblorosamente —Estoy chiquito, entiéndeme - le dijo, desesperado. Liam soltó un escandaloso bufido.
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Million Dollar Listing
Romance"Cuando te miro a los ojos, me veo a mí mismo; porque aunque podamos parecer opuestos... Somos exactamente iguales". Million dollar listing cuenta la relación de dos personas que no parecen tener nada en común y explora el camino del auto-descubrim...