Avalon (+18)

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Eran las 9pm del sábado. Las noches eran cálidas en esa temporada del año y esa no fue la excepción. Hacía un rato que había oscurecido. El manto negro del cielo lucía una luna llena plateada y estaba salpicado de escasas estrellas de diferentes tamaños que brillaban con distinta intensidad. 

Liam y Miranda estaban dentro de la habitación del primero, él, listo para tomar una ducha, y ella, totalmente absorbida en el celular. Su dedo pulgar vagaba sobre la pantalla que desplegaba imágenes con ideas de looks para una noche de club. Ese día era la fiesta de BREA de la que Heather le hablara a Liam un par de semanas atrás. Le había costado un poco conseguir la aprobación de los padres de su amiga, pero finalmente y porque se trataba de Liam, habían decidido que se lo permitirían con la condición de que llegara a casa a las 3 de la madrugada. El ID no era problema para ella, a diferencia de Liam ella tenía veintiún años cumplidos. 

—Ya me voy a bañar... - la voz de Liam se oyó cargada de pereza en medio de un bostezo —Dice Jackson que pasa por nosotros a las once...- No recibió respuesta y tampoco la esperó. Se metió al baño y comenzó la faena que precedía a la noche. Por algún motivo no estaba entusiasmado, más bien estaba nervioso y cansado. El cansancio era solo natural luego de la semana de locos que habían tenido en el trabajo, y los nervios solo el resultado de que en un par de horas estaría en un lugar extraño rodeado de personas que no conocía. 

***

Jackson tocó el timbre de la casa de Liam diez minutos antes de las once de la noche. Se le había hecho temprano. Vestía un pantalón color claro sin pretina y una camisa negra de manga corta floreada y holgada a medio fajar. Zapatos de piel y el cabello echado hacia un lado y no hacia atrás, como siempre. Un pequeño mechón de cabello caía, relajado, sobre su frente. Escuchó los seguros de la puerta abriéndose y acto seguido observó a Liam parado frente a él con cara de aburrimiento. Levantó las cejas, esperaba todo menos encontrarse un Liam todo estiloso, con un pantalón negro con parches de piel del mismo color, una camiseta roja, botas militares y encima de la camiseta, sujetos a su pantalón, unos suspensores. 

—Hola... - le dijo desganado quitándose de la puerta para dejarlo pasar. —Miranda todavía no está lista. Siéntete como en casa, esto puede tomar otras dos horas. - ironizó. Jackson hizo lo propio sentándose en uno de los reclinables de la sala. 

—Anímate. Esta noche puedes relajarte... - habló observándolo. Contempló por un par de segundos si debía reconocer que se veía bien o si era mejor idea quedarse callado. —Deberías vestirte así más seguido...- fue lo que atinó a decir evitando sonar demasiado obvio. Liam, que tenía la vista perdida en el techo, le dirigió una inexpresiva mirada.  

—¿Me estás diciendo que me visto mal el resto del tiempo? - le preguntó, con un fuego en los ojos que ardió de pronto. 

—Eso es justamente lo que estoy diciendo. - Liam reprimió una sonrisa sin mucho éxito. 

—¿Y a ti quién te vistió? ¿Sebastian? - contraatacó y Jackson resopló, divertido. —Por cierto, ¿De verdad me van a dejar entrar sin problemas? 

—Vas conmigo, así que sí. - no había mucho ánimo en la voz de ninguno. Liam en particular lucía bastante cansado. Jackson hubiera imaginado que estaría más entusiasmado de vivir una nueva experiencia, pero no. Estaba aburrido y era en extremo evidente. —¿No quieres ir? - musitó poniéndose de pie, y sentándose junto a él, ladeó la cabeza para encontrar su mirada. —¿Pasó algo? - en un gesto totalmente inocente, Liam recargó la cabeza en el hombro de Jackson. 

—No, estoy bien, en serio. Tal vez solo un poco ansioso... - confesó soltando un suspiro, recibiendo en respuesta un par de palmadas en la rodilla. 

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