-¡¿Qué mierda le pasó al cabello de Voldemort?! - gritó Miranda saltando de su asiento. Estaba en casa de Liam quien a su vez, se hallaba sentado a un lado de ella en compañía de Roberto, Luke y Aline.
-Ni idea. Sí lo vi - respondió su amigo encogiéndose de hombros. Estaba interesado, pero no se sentía preparado para admitirlo. Esa mañana Jackson había colgado un vídeo de escasos cuatro segundos de sí mismo frente al espejo. No llevaba camiseta y en él se tallaba la cabeza rapada con una mano, el brazo flexionado marcando su bíceps, la sonrisa ladeada mostrando su colmillo, los ojos entrecerrados refulgiendo como el hielo, una expresión divertida y sensual en el rostro. No parecía descontento con su nuevo look, y para ser honestos, tampoco había motivo.
-Aunque sea un imbécil hay que reconocer que el tipo es precioso... - intervino Aline mirando el celular que sostenía Miranda.
-Deslumbrante - ironizó Luke rodando los ojos. No le molestaba que su novia lo encontrara atractivo, le irritaba un poco que no contuviera esa clase de comentarios frente a su hermano que evidentemente no se sentía cómodo con ellos. Lo último que Liam quería escuchar era cuán guapo lucía Jackson.
-¿Por qué no dejamos de hablar del innombrable y nos ponemos a ver una película? Está aburrido el día - dijo Roberto casualmente explorando el catálogo de Netflix en la smart TV de la sala de estar.
-Por favor, ya estoy harto del señor oscuro. No les puedo explicar cuánto - mintió Liam. No, no estaba tan harto de él como expresaba, de hecho, en las noches pasaba largos minutos explorando sus redes sociales. No solo los nuevos posts donde podía ver sus fotos y videos recién subidos, escuchar su voz o imaginarse el olor que seguro desprendía, no. También veía fotos y videos un poco más viejos, a veces leía los comentarios, sus likes y sus respuestas. Se reía de algunos de los memes y posts graciosos que ocasionalmente hacía, y pensaba en lo mucho que lo extrañaba, pero al mismo tiempo, se sentía orgulloso de ya no tener el impulso de escribirle un mensaje, de tener la mente distraída y de haber aceptado más temprano que tarde que Jackson ya pertenecía al pasado.
Mientras se decidían por una película, Liam recibió un mensaje que hizo vibrar su teléfono. Era Heather. Resopló, tenía que ser el quinto o sexto mensaje del día y no estaba contento con ello.
«No lo olvides, bebé. No hagas planes. Celeste pasará a recogerte a tu casa. Lamento no tener suficiente espacio para alguno de tus amigos» decía. Liam ya no le respondió. Aún sin haber confirmado su asistencia a la barbacoa a la cual había sido invitado, la chica asumía que no faltaría y ya estaba mandándole un chófer. No lo apreció. La parte en la que le decía que no podría ir acompañado no le hizo ningún ruido; después de todo era un reunión pequeña con gente cercana a la compañía, de ningún modo esperaba que siempre hubiera lugar para un acompañante suyo. Y sí, aún no sabía si iría. Sin embargo se sentía muy presionado. Por ese motivo eligió disfrutar de la tarde con sus amigos y no pensar más en ello hasta que cayera la noche y estuviera solo.
***
«Me encanta tu nuevo look»
«¿Qué le pasó a tu cabello? :'( »
«HOT HOT HOT»
«Me gustaba más antes»
Sentado en una de las gradas del gimnasio, Jackson leyó algunos de los comentarios que las personas dejaron en el video donde revelaba su nuevo corte de cabello, el cual, por cierto, había resultado bastante conveniente para el entrenamiento. Acababa de terminar una sesión de sparring y por primera vez en mucho tiempo sintió que no se ahogaba de calor, ni estuvo parcialmente ciego debido al mismo.
Las luces amarillas le lastimaron los ojos ligeramente cuando levantó la cabeza para mirar el techo, justo antes de volver a bajarla para beber agua de la botella Voss en su mano. El lugar estaba caliente, como siempre, las altas ventanas cerradas dejaban entrar la luz en diagonal y el piso de corcho hacía un sonido amortiguado cada vez que lo golpeaba con el pie, que rítmicamente movía de arriba a abajo sin despegar el talón. Estaba ansioso, quizá un poco preocupado. La reacción respecto a su corte de cabello parecía haber sido mayormente positiva. Y aunque era funcional, cuando se trataba de su apariencia, él era todo menos pragmático. En el video sonreía y se veía resuelto con su decisión; no obstante, en la realidad estaba lejos de sentirse así. Le había dolido sobremanera pasar la máquina por su cabeza, como si en lugar de cortar pelo se hubiera cortado los dedos. Fue terrible. Una verdadera masacre; sin embargo no fue ni una fracción de espeluznante como lo había sido la avalancha de pensamientos y emociones que por fin lo había alcanzado, hundido, congelado y asfixiado. Esa avalancha que tenía nombre y apellido, y que ahora, en su lecho de muerte, no tenía idea de cómo resolver.
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Million Dollar Listing
Romance"Cuando te miro a los ojos, me veo a mí mismo; porque aunque podamos parecer opuestos... Somos exactamente iguales". Million dollar listing cuenta la relación de dos personas que no parecen tener nada en común y explora el camino del auto-descubrim...