Me mire al espejo con disgusto, me había puesto el estupido traje, y eso me había traído muy malos recuerdos de la última vez que me había puesto uno, fue en el funeral de mi padre tenía quince años, uno de los peores días de mi vida, pero eso ya había pasado, y yo ya era un hombre.
Me ate la corbata con un nudo y baje la mirada de nuevo, ya no había malos recuerdos solo un atractivo chico trajeado.
No quería ser narcisista, pero el traje me quedaba como un guante.
El traje era un pantalón azul oscuro de vestir, con una chaqueta del mismo color, una camisa blanca y una corbata salmón, parecia mucho más mayor, como un empresario, quizás el traje no estuviera tan mal... Además de que era bastante cómodo.
La puerta se abrió sin previo aviso y Harper apareció, estaba realmente preciosa.
Llevaba un vestido rosa pastel que le llegaba unos centímetros por encima de las rodillas, con tirantes, el vestido tenía una especie de tela blanca con bordados de flores, llevaba un maquillaje natural y un bonito recogido y unos pendientes de perlas y como guinda final unos elegantes tacones blancos.
- Woah Joss te ves genial - me dijo sorprendida
- Gracias, tu también estás fantástica -
- Solo te falta un poco de esto - dijo sacando un bote de gomina y un peine de su bolso.
- Ni de coña -
- Vamos, no te resistas, solo vas a complicar lo - dijo acercándose a mi a pequeños pasos
- Harper, mi pelo es sagrado, no voy a dejar que me lo llenes de gomina barata -
- ¿ Barata ? Vale casi doce dólares en el supermercado -
- Nos están esperando abajo, vamos a llegar tarde - dije intentando librarme de ella
- Valeee, pero almenos deja que te lo cepille -
- Eres muy molesta - me queje
- Vamos siéntate - dijo rebuscando en su bolso
Me senté en la silla del escritorio.
- Bienvenido a la peluquería de la señorita Harper ¿ Que desea ? ¿Un lavado? ¿ Un corte de pelo? - dijo en tono infantil
- Harper - me queje
¿ Porque no tenía amigos normales?
Senti como me cepillaba el pelo, lo hacía en suaves movimientos, enseguida me sentí relajado, todo iba bien hasta que sentí algo pringoso en el pelo.
Me gire y le lanze una mirada asesina.
- Demasiado tarde, lo echo echo esta - me dijo sonriendo mientras me entendía la gomina y me cepillada el pelo.
Termino rápido y me empujo hasta el espejo, la gomina me hacía parecer mucho más elegante aunque nunca lo admitiese en voz alta.
- ¿ Te gusta ? - me preguntó
- Vamos a llegar tarde - gruñi evadiendo el tema
Bajamos por la escalera con prisas, me sorprendí al ver a Neil y a Nora abrazados ¿ Que estaba pasando ? ¿ Acaso se conocían?
- Ya estamos listos - dijo Harper llamando la atención de todos, Nora y Neil se separaron rápidamente
- Todavía nos queda un cuarto de hora- dijo Neil mirando el reloj con el ceño fruncido
- Podemos charlar - dijo Harper sentándose en el sofá de la sala
- Claro ¿Puedo preguntar porque Nora y Neil se estaban abrazando ? -
- Acabas de hacerlo - dijo Harper cruzando las piernas y acomodándose mejor en el sofá
- ¿ Alguien me va a responder? -
- No seas impaciente Joss, cuando acabe la noche ya lo sabrás todo- dijo Helmer mientras se alisaba el traje
- ¿ Que es exactamente todo ? - pregunto aún más confundido
- Todo quiere decir todo - me respondió Harper con una sonrisa burlona
- Eso ayuda mucho - replique sarcástico
- Jossy no esteas de morros ¡Vamos a una fiesta! - exclamo Neil como si en vez de ir a una estupida fiesta nos hubiera tocado la lotería
Asentí, en apenas unos minutos todos charlaban sobre la fiesta aunque no estaba prestando atención.
Todo esto era tan raro, sentí que algo iba mal...¿ Pero que exactamente?
Masajee mi sien, debia relajarme no era nada de nada
Me fije en el aspecto de mis amigos, todos estaban fantásticos.
Helmer llevaba el traje que se había comprado el otro día , la chaqueta y los pantalones y la camisa eran blancos, en vez de llevar corbata llevaba una pajarita negra, y llevaba unos elegantes zapatos negros de vestir y al igual que yo tenía el pelo lleno de gomina, seguramente Harper también le había obligado.
Neil iba mucho más informal, la chaqueta de su traje al igual que los pantalones era negra, y su camiseta era blanca, no llevaba pajarita ni corbata, los dos primeros botones de su camiseta estaban desabrochados, y llevaba unos relucientes zapatos negros de vestir, era el único que no tenía el pelo lleno de gomina, simplemente lo tenia repeinado hacia atrás.
Nora llevaba un vestido verde musgo de seda que le llegaba hasta los tobillos y que dejaba su espalda al descubierto, la tela parecía suave y delicada, llevaba unos tacones negros y unos bonitos pendientes del mismo color en forma de lagrima.
Por fin sonreí, esta noche saldría bien, tenía que salir bien, lo necesitaba.
ESTÁS LEYENDO
La verdad sobre Joss
Genel KurguTodo comenzó con un sospechoso accidente de coche. Las cosas se tornaron oscuras cuando el mundo de Joss se hizo añicos. Y realmente todo empeoró cuando su verdadera naturaleza salió a flote. Ahora todos se preguntan como terminará esto...