偽 fake alpha ━ riren

1.

— Segundo, de nuevo.— Chasqueó la lengua en medio de la multitud, sintiéndose sumamente frustrado al ver como su nombre se encontraba en el segundo puesto del listado.

— A decir verdad, me sorprende que sigas manteniendo el segundo puesto desde que llegaste. Es decir, es todo un honor, teniendo en cuenta que te transfirieron este año.

— No es suficiente.

— Qué va. Yo estoy en el decimoséptimo puesto, creo. Quizás... más abajo.— Admitió sin una pizca de pena por su situación académica.

— Pero a ti no te importan los puestos.

— Oh, es un buen punto. No podría importarme menos.

— La próxima vez seré primero.

— Oye, oye, tranquilo. ¿Sabes? sinceramente dudo que puedas superar con facilidad a Levi-san, incluso es dos años mayor que nosotros.— El ojiverde frunció el ceño en busca de algo más concreto; una causa más justa por la cual se encontraba por debajo de aquél chico desconocido y el castaño lo comprendió al instante.

Jean suspiró al percatarse de que su amigo era completamente nuevo, por lo que no tenía consciencia de nada dentro de la institución, en lo absoluto. Luego de observar a su al rededor con resignación, se acercó a él con disimulo hacía su compañero, para que así nadie más pudiera escuchar su conversación.

— Lo que trato de decir es que algunos dicen que verdaderamente se ganó el puesto... pero la mayoría afirma que son puras conexiones, ya que su padre es el director. ¿Lo entiendes?

Eren guardó silencio, asintiendo como respuesta.

— Levi Ackerman.— Releyó con cierta curiosidad el nombre propietario del primer puesto, mientras analizaba con cautela lo que el castaño había dicho anteriormente.— Ya veo. Conexiones, eh.

— Sí, eso es lo que dicen, amigo mío.— Palmeó con suavidad su hombro, alejándose nuevamente.

— Aún así... no recuerdo haberlo visto.

Jean rió.

— Eso es porque casi nunca viene a clases. Incluso yo que llevo más tiempo aquí, sólo lo he visto en algunas clases de gimnasia. ¡Oh, también jugué baloncesto contra él! Es bueno, bastante bueno.

— ¿A qué te refieres con que casi no viene a clases?— Inquirió con un leve mohín instalado en su nariz.

— Sólo toma los exámenes y, al parecer, asiste únicamente en días importantes. Como sea, también soy de primer año así que no sé mucho sobre él, sólo te puedo decir las cosas que dicen y las que vi durante el primer y segundo semestre.

Eren sintió una frustración mayor al escuchar las palabras que soltaba su acompañante, pues debía de estar bromeando. Si lo que decía era cierto, no entendía cómo se encontraba por debajo de alguien como él, un simple vago que se gana las cosas por medio de conexiones. Y, aunque fueran rumores, algo dentro de él le incitaba a confirmarlos.

Desde que fue transferido, e inclusive mucho antes, procuró dar lo mejor de él para cumplir con las expectativas fastidiosas de su progenitor. Su estadía en aquella institución no tenía otro objetivo, a pesar de que él verdaderamente nunca le importó la ideología de Alfas, Betas y Omegas. Le parecía sumamente ridículo que los Alfas fueran tratados como el centro del universo y los Betas como los menos sobresalientes, casi inexistentes a pesar de que predominaran en número. No obstante, al ser un Omega, lo que más le hacía hervir la sangre era ver que a ellos se les trataba como seres inferiores de valor nulo; cuyo valor era siempre dependiente.