偽 fake alpha ━ riren

5.

— Como saben, nosotros los Alfas tenemos un nuestro período de celo cada seis meses, sin embargo, esto se puede ver alterado al encontrarnos cerca de un Omega en celo. Soy consciente de que ustedes son jóvenes todavía, pero es importante hablar sobre el tema, después de todo, algún día encontrarán una pareja y tendrán que tener cuidado con ello si quieren evitar dañarla. Cuando un Alfa entra en celo tiende a perder la cordura y puede llegar a ser sumamente violento con el Omega, más aún si este se resiste.

— No creo que eso sea importante hablar de eso. Como sea, es algo normal para nosotros.— Comentó uno de los alumnos desinteresado, interrumpiendo la explicación del profesor. Este guardó silencio y arqueó una ceja, insistiéndole a él y a los demás a opinar sobre el tema.

— ¿Qué estás diciendo, Mike?— Cuestionó disgustado otro de los alumnos presentes. De igual forma, los murmullos entre los demás estudiantes no tardaron en inundar el salón por completo.

— Sólo digo que es normal ponernos así cuando entramos en celo.

— ¿Entonces lastimarías a tu futuro Omega sin importancia?

— No lo digas como si no tuviera el derecho, Connie.— Se excusó, elevándose de hombros.

— ¿Qué di—

— ¿Estás insinuando que por ser un Alfa puedes lastimar a tu pareja cuando se te venga en gana?— Saltó el Jaeger, deteniendo las palabras de su compañero.— Si es así como piensas, en vez de conseguir un Omega, conseguirás una frustración sexual de por vida, idiota.

Desde que se transfirió tuvo que aguantarse los estúpidos comentarios de tipos como Mike dentro del aula. Si bien podía soportar el fingir ser un Alfa más, definitivamente se negaba a aguantar a alguien así; mucho menos después de cargar con la frustración que Levi le causó. Si no era el profesor quién se encargaba de Mike, con gusto él estaba dispuesto a ponerle los puntos en cualquier momento.

La mayoría de los Alfas que conoció eran superficiales y desinteresados, hormonales estúpidos. Aunque, bueno, no le sorprendía.

Los murmullos se detuvieron, pues no era la primera vez que Eren actuaba así, aunque a muchos todavía les sorprendía la defensiva y ofensiva que podía presentar cuando se trataba de alguna conversación sobre los Omegas. La mayoría de sus compañeros simplemente los veían como un Alfa increíble que respetaba a los Omegas y que estaba dispuesto a amarlos incondicionalmente. Claro que, eso era muy bonito como para ser completamente cierto.

— ¡Profesor! ¿No podría mejor explicar lo de las feromonas?— Esta vez fue su amigo Jean quién tomó uso de la palabra, aprovechando el silencio repentino. Además de ello, era consciente de que la mirada furiosa de Mike recaía sobre el Jaeger y no quería finalizar sus clases viendo a su amigo en una pelea que terminaría en su expulsión.

— ¿Por qué tanto interés con las feromonas?— Habló una compañera, avergonzando al castaño.

— ¿No lo sabes? Es el único que no puede controlar las suyas.— Sonrió con burla, sin retirar su mirada de odio hacía el menor.

— ¿No puedes abrir la boca para decir algo que realmente sea útil, Mike?— Se quejó, dispuesto a defender a su amigo.

— Silencio. Yamada y Jaeger, agradecería que dejaran de interrumpir mis lecciones.— Amenazó el profesor. El hecho de que los jóvenes interrumpieran sus clases de seguido comenzaba a cansarle, lo desconcentraba.— Muy bien, retomemos el tema de las feromonas a pedido de Jean. — Toda la clase se quejó, menos el mencionado quién yacía con una gran sonrisa en su pupitre.— Existen las feromonas características de los Alfas, así como también la de los Omegas e incluso los Betas; sin embargo es como si éstos no las tuvieran. Generalmente son utilizadas con el fin de lograr comportamientos específicos en alguien más, es por eso que se las puede considerar como un medio de transmisión. Probablemente, a lo que el joven Kirstein se refiere, son a los distintos aromas que los Alfas presentamos, ¿no? — El antes mencionado asintió al instante, provocando risas entre el alumnado.— Bien. Para las emociones fuertes, el aroma de las feromonas se vuelve un tanto suave e incluso tranquilizante.

— ¿Es posible utilizar las feromonas para tranquilizar a alguien más?

— Claro, no se olviden que se usan para transmitir sentimientos y demás. Aún así, no sólo existen de ese tipo, también hay distintos aromas para cuando un Alfa se siente en peligro, molesto o excitado.

— ¿Y cuando estamos en celo?

— También per–

— ¿Y cuando nos sentimos tristes?

— He dicho que también...

— ¡Jean, deja de interrumpir la clase!— Gritó Ymir desde el fondo, aunque realmente no podía darse el lujo de culparle. Muchos presentes en la clase ni siquiera habían experimentado su celo, pero el saber controlar sus feromonas era fundamental. Claro que, esto no se aplicaba a algunos como, por ejemplo, a Jean y Eren.

El ojiverde se acostumbró a las clases de forma inmediata, después de todo, clases como esas eran naturales para alumnos considerados Alfas, si quería ser uno para enorgullecer a su padre, no podía perder tiempo. No obstante, se sentía fuera de lugar cada que los profesores hacían mención de las feromonas, eran tan cruciales para todos en el mundo que el hecho de no poder siquiera sentirlas; le frustraba.

Cuando se descubrió que Eren era Omega, en realidad... su caso fue uno muy particular.

𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀
✧ 偽のアルファ✧

— No hubo rastro de feromonas, tampoco celo. Siendo honesto, a lo largo de mi carrera jamás me topé con un Omega que presente un caso similar.— Suspiró, arreglándose sus lentes.

— Doctor, ¿acaso mi hijo padece de alguna enfermedad?

— No sabría decirlo con seguridad, Señora Jaeger. Aunque Eren me comentó que no se siente afectado, y tampoco he detectado señales de síntomas doloroso o críticos para él.— Carla posó su vista en su hijo y éste notó su preocupación.

— Lo único que está claro es que no soy normal, supongo.— Suspiró con desánimo.

— No pienses así, Eren. Existen varias posibilidades y causas; Un desarrollo tardío es una de ellas.

— He venido a éstas sesiones desde que tengo trece años. Estoy fuera de lugar, se supone que soy un Omega y lo único que puede probarlo es un estúpido documento. No expulso feromonas, no puedo sentirlas, mucho menos he experimentado un celo como debería de ser y no soy tan frágil como muchos caracterizan. No es normal.— Su madre guardó silencio, angustiada con la situación. El doctor decidió imitarla un momento, hasta que otro suspiro salió de sus labios.

— Seguirás tomando los supresores aunque tengas esos pensamientos. No sabemos con exactitud qué puede pasar. Además, si vas a ingresar a la academia que insiste tu padre, deberás tener más cuidado de lo habitual.— El ojiverde se limitó a asentir.

Si bien el sueño de su padre era un Alfa que heredara la empresa familiar, su esposa tenía ilusiones completamente diferentes.

La noticia de que Eren fuera un Omega inundó de alegría su corazón, había quedado completamente encantada al dar a luz a uno. Sin embargo, cuando todo ésto ocurrió, Grisha sacó provecho de la situación llenándole la cabeza a su pequeño hijo y éste no tuvo intenciones de negarse cuando todo pasó.

— Lo siento mucho, Eren.— Soltó repentinamente su madre, abrazándole desconsolada.