偽 fake alpha ━ riren

14.

— Se lo terminaste contando.

— ¡No tenía otra opción!— Se quejó bajito, apoyando su rostro con suavidad sobre la mesa del café.— Maldición, no debimos quedarnos hasta tan tarde anoche, muero de sueño.

— A decir verdad, me molesta un poco que ustedes tengan tan buena relación.— Admitió, acercando su mano para acariciar su cabello y sonreír con ternura.— Tú insististe en quedarte hasta tarde.

— ¿Eres un Alfa celoso?— Cuestionó con una sonrisita divertida.— Lo sé, lo sé. Es que me estaba divirtiendo, incluso pudiste conocer mejor a mi mejor amigo.

— ¿Qué hay de ti?, ¿no te pondrías celoso si me ves tan cercano a otra Omega?— Le siguió, devolviéndole la sonrisa.— También me divertí.— Admitió, recordando a detalle el rostro del ajeno cada que perdía en el videojuego que estuvieron jugando anoche. Gracias a ello, Levi se había dado el gusto de conocer una nueva faceta del más bajito y aquello le encantaba.

— Qué va. Ni un poco.

— ¿Ni un poco?

— Ni un poco.

— ¿Nada de nada?

— Nada de nada.

— ¿Ni un poquito?

— Ni siquiera un poquito.

— ¿Ni siquiera un poquititito?— Insistió con indignación, expresando con sus dedos una mínima porción de celos, después de todo, no quería terminar siendo el único que hiciera escenitas de celos entre los dos. Sin embargo, el ojiverde negó divertido.

— ¿Por qué debería ponerme celoso de otro Omega?— Cuestionó, jugando con el sorbete de su bebida, mientras se acomodaba sobre su asiento.— Es decir, tú estás conmigo o algo así, básicamente, eres mío.— El mayor abrió sus ojos en sorpresa al ver como el más bajito se le adelantaba nuevamente, aunque, sinceramente le encantaba que siempre estuviera diciendo lo que pensaba de una forma honesta.— Además, si te atreves a engañarme no dudaría en darte una paliza. — Sí, tan, tan honesta. Pensó al escucharle.

— ¿Te atreverías a dañar mi lindo rostro, mocoso?

— ¿Estás loco?, te golpearía de la cintura para abajo.

— ¿Para abajo?— Cuestionó, recibiendo un asentimiento inocente del peli-marrón. — ¿Sabes?, podrías hacer otra cosa allí abajo.

— ¡¿Huh?!— Se atragantó con su bebida, tosiendo repetidas veces.— N-no digas cosas como esas, idiota.

— ¿Mhm? pero tendrás que hacerlo algún día.

— ¡Jamás!, ¡Eso jamás pasará!, olvídalo.— Levi soltó varias risas al escucharle y simplemente asintió, dándole la razón.

— Oye, Eren.

— ¿Mhm?

— El lunes hablaremos con mi padre, ¿te parece bien?— El mencionado relamió sus labios, a decir verdad, aquello aún le causaba nervios.

— Sí... pero, ¿no crees que es muy pronto?

— No dejaré que te quedes en una academia repleta de Alfas, dime, ¿qué harás cuando sientan tus feromonas, o tú sientas las de ellos?

— Eso no pasará, al menos no hay señales de que vaya a suceder por el momento.

— No me arriesgaré a que algo te suceda. Estarás más seguro en una escuela para Omegas, además, podrás estar con tu mejor amigo.— El ajeno sintió sus mejillas arder, y por otro lado, sintió un leve escalofrío al escucharle hablar con tanta seriedad. Casi pareciera que debía de acatar con obligación todo lo que él le ordenara.