6.

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— ¡No es justo! Este idiota ni siquiera lleva tanto tiempo en este colegio, es ilógico que sea el capitán del equipo. No lo apruebo.

— Mike, deja de hacer escándalo por nada.

— Cállate, Jean.

— Me da igual, no es como si quisiera. Me quejé con el entrenador pero él insistió; supongo que depende de las habilidades de cada uno.— Alzó los hombros en señal de desinterés, provocando que Mike se frustrara aún más.

— ¿Estás diciendo que estás por encima de mis habilidades?, ¿te crees mejor que yo?— Cuestionó sarcástico, acercándose al ojiverde. Eren se atrevió a bostezar restándole interés, ya que no le importaba para nada la clase de gimnasia y tener que lidiar con un idiota así en su equipo era un completo dolor de cabeza.

En la academia había todo tipos de clubes, generalmente los alumnos tienen permitido ingresar solamente a uno de ellos debido al tiempo que se le dedica, aunque también puede haber una que otra excepción. Sin embargo, es obligatorio mantenerse al margen y presentar asistencia en uno de ellos.

Eren siempre fue bueno en los deportes, el hecho de que fuera un buen atleta también era algo ilógico de creer para su madre, aunque aquello sólo le benefició en su mentira dentro de la academia. Principalmente no le llamaba la atención ninguno de los clubes en particular, así que se decidió por Baloncesto únicamente para acompañar a Jean y matar el tiempo. Además, entendía el juego a la perfección y se consideraba bastante bueno en ello.

— Reúnanse todos.— El entrenador del equipo llamó la atención, evitando cualquier tipo de confrontamiento entre los alumnos.— Muy bien, jugaremos un pequeño partido de práctica con alumnos de tercero.— Habló una vez que sus alumnos se acercaron para prestarle suma atención. Muchos de ellos lograron emocionarse ante la noticia.— Ustedes son sólo de primer año y aunque son buenos, muchos no tienen experiencia en juego. Decidí hablar con otro entrenador para un partido y éste cedió sin problemas, no falta mucho para que lleguen.

— ¡Qué bien, un partido de práctica!

— Con esto podré mostrar que soy mejor que Eren en muchos aspectos. Es más, —Aclaró, girándose hacía el ojiverde quién lo miraba confuso.— aprovecharé para sacarte el título.

El mencionado maldijo en su cabeza con cansancio.

— Sí, sí.— Asintió.— Estaré esperando.

— Sí, ya verás. Mejor cuídate.

— Deberías parar tus amenazas con Eren, eres molesto.

— No recuerdo haber pedido tu opinión, Sasha.

— Entrenador, siendo sincera es algo injusto que aceptara el partido con los de primero, ¿acaso no le da pena lo que vaya a pasar?— Cuestionó divertida Hanji, una estudiante de tercer año. Aquello logró llamar la atención de los de primero, quiénes notaron de forma automática la presencia de los Alfas terciarios.— ¿Hablé muy fuerte? ¡Siento haberles ofendido!— Se disculpó apenada al tener varias miradas ofendidas de los Alfas más pequeños.

— No me importa.— Respondió Eren, bostezando por seguida vez. Hanji le observó con curiosidad y guardó silencio.

— Siempre tan indiferente.— Eren se sobresaltó al escuchar a Levi.

¿Cuántas veces más tenía que ver la cara de aquél chico? comenzaba a alterarse con su presencia, aunque últimamente ambos cruzaban palabras con más frecuencia de lo que deseaba. Por encima de eso, no había tocado el tema de los supresores y ya había pasado una semana desde que ocurrió, tampoco había recibido llamados por parte de los profesores o el mismo director.

— No sabía que jugabas.— Mintió, ignorando la mirada sorprendida de Jean.— Pensé que lo único que sabías hacer era meterte en asuntos ajenos.

Levi sonrió.

— Jaeger, muestra más respeto.— Reprochó su entrenador.

— Además de nacer unos años antes, ¿por qué debería de mostrarle respeto?, ¿ha hecho algo que lo merezca?

— ¡Jaeg—

— Tranquilo, entrenador.— Comentó, apoyando una de sus manos sobre el hombro de éste.— No debes atacarme, Eren. Es más, me contendré en el juego, ¿quieres?— El mencionado frunció el ceño.— Es decir, después de todo, no quiero lastimar un cuerpo tan frágil.

— ¿Huh? — Relamió sus labios indignado. ¿Frágil? Tomó uno de los balones cerca con una sonrisa y luego tiró el mismo hacía el mayor con todas sus fuerzas. Levi se sorprendió por el impacto dirigido, aunque no le fue difícil el agarrarlo con sus manos antes de que le lastimara. — No estás en posición de ofrecer algo como eso. ¿Crees que te dejaré contenerte?

— ¿Estás tú en posición de amenazarme, Eren Jaeger?

— Me pongo en la posición que quiero, Levi Ackerman.

— Definitivamente es el primero en no tenerte siquiera un poco de respeto, esto es tan divertido.— Exclamó la muchacha de gafas, sonriendo en grande.

— ¿Realmente crees que es es divertido?— Cuestionó irónico.

— Dejen la charla, hay un partido que—

— ¡Qué interesante eres, mocoso de primero!— Exclamó Auruo, uno de los compañeros del mayor, impidiendo que el entrenador de tercero pudiera decir algo.— Levi, no mencionaste que eras amigo de los mocosos.

— Qué va, no me agradan los mocosos. Digamos que... sólo algunos de ellos son un tema especial.— Murmuró dedicándole una sonrisa a Eren, quién se sonrojó inevitablemente y chasqueó la lengua por lo mismo. En serio, ¿cuál era su maldito problema?

— ¿Qué hay de especial en él?— Soltó Mike de repente, indignado con toda la conversación.— Todos ustedes están ciegos.

— Te recuerdo que estamos en un mismo equipo.— Soltó, evitando que el Ackerman se diera el lujo de responder.

— ¡Ya basta, ustedes dos!, Esto no es una maldita reunión familiar, tenemos un juego que empezar.—La queja del entrenador provocó risas por parte de los alumnos mayores.— Reúnanse, luego podrán arreglar sus problemas.

La mayoría acató la orden del entrenador, preparándose para el juego. Cuando éste se enojaba los castigos con el entrenamiento podían ponerse realmente tedioso y ningún alumno quería aquello.

El ojiverde tuvo la misma intención de acatar la orden, pero Levi se atrevió a frenarle tomándole del brazo antes de que éste pudiera alejarse. El Omega quedó perplejo y por alguna razón su corazón comenzó a latir con fuerza, el hecho de que el mayor le estuviera tocando nuevamente se sentía raro, casi como aquella vez fuera del café.

— ¿Q-qué estás–

— ¿Qué te parece una pequeña apuesta?

— ¿Huh?— Se mofó, arqueando una ceja.— ¿Acaso eres un niño?

— Oh... ya veo.— Murmuró en sorpresa y Eren le miró aún más confuso.— Entiendo, tienes miedo. Después de todo realmente eres un—

— E-estás hablando de más.— Se atrevió a callar las palabras del mayor con una de sus manos libres.

— Entonces, ¿aceptas?— Cuestionó divertido una vez que el más bajito le dejó hablar. La situación era realmente adorable para el mayor.

— Uhg. Bien, si gano, te olvidarás de todo lo qu—

— Oye, espera. Deberías decir: "Si mi equipo y yo ganamos"... No seas un niño egoísta, después de todo no juegas solo. Eso no está nada bien, Eren.— El mencionado frunció el ceño, definitivamente Levi le terminaría sacando canas en cualquier momento.

— ¡Bien!, entonces, si mi equipo y yo ganamos, te olvidarás de todo lo que pasó.

— Bien, acepto. Pero, si yo gano, saldrás conmigo.

— ¿S-salir?

— No te preocupes, será una cita amistosa, ya sabes. Después de todo, no eres realmente mi tipo.— Bromeó y elevó los hombros con una sonrisa.— Bien, entonces buena suerte.— Golpeó con suavidad el hombro ajeno y se alejó de él sin darse cuenta que sus simples palabras lograron afectar en demasía al más bajito.

偽 fake alpha ━ rirenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora