Duele y mucho.

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No tenía ni la más mísera idea del por qué las palabras de Paul me afectaron de sobremanera. Todos nos miraban expectantes, pero nadie decía nada.

Me di media vuelta con intención se irme, pero Paul me tomó del brazo para detenerme.

- ¡Sueltame!- Le ordené saliendo a la fuerza de su agarre y seguí caminando

- Laila -Emily se me acerca y trata de detenerme.

- Emily, en serio no quiero decirte algo que pueda herirte, por favor déjame.

- Laila espera - Me llama Sue al ver que Emily se detiene y yo sigo avanzando.

- No Sue, tengo que irme no me pienso quedar. Yo no debí venir desde un principio- Ya sentía mis lágrimas salir, sin poder detenerla.

Tyler llegó en un instante a mi lado.

- Lala no... Maldicion Lala, no llores no... - Veo a mi hermano ponerse tenso y empieza a respirar muy rápido.

-Te lo advertí Lahote- Grito en dirección a Paul. Tanto Sue como yo retrocedamos temerosa por su grito.

- Te adviertí que no le hicieras daño a mi hermana, te advertí que ella iba a sufrir si seguías con esa estupidez- Gritaba en dirección a Paul.

Yo me preocupé mucho por el estado de mi hermano así que corrí para impedir que llegara a Paul.

No hice a los gritos de Sue y de todos, para que no me acercara a Tyler.

- Ty amor déjalo si, no es necesario- Trataba de tranquilizar lo pero era imposible.

Sam y Jared se acercaban rápidamente a donde estábamos nosotros, mientras que Paul les advertía a los demás que se alejaran.

- Ty, ¿qué te pasa estas hirviendo en fiebre?- La respiración de Tyler se iba acelerando más, hasta que me empujó y un fuerte rugido salió de él, alarmado a todos.

- ¡Tyler no! -El grito de Sam retumbó por todo el lugar y un rujido aún más fuerte, salió de la boca de mi hermano.

- ¡Laila!- Grito Paul con todas sus fuerzas y un fuerte golpe hizo que cayera al suelo aturdida y desenfocada,  por golpearme la cabeza.

Lo último que recuerdo fue un pequeño aroma entrar por mis fosas nasales, aroma que reconocería donde sea. Era el perfume de Edward.

No se cuanto tiempo paso ni donde estaba, sólo se que me dolía a mares mi cabeza.

Poco a poco fui despertando y reponiendo me un poco, notando que me encontraba en mi habitación en la casa Cullen.

Cómo llegué ahí, aún no logro descifrarlo.

Unos pocos recuerdos vienen en mi mente, la fogata, lo que hable con Sam, las palabras de Paul, ahí viene nuevamente la punzada en mi pecho. Logro reincorporarse en su totalidad, hasta quedar sentada en mi cama y sigo recordando.

Recordé a Emily, a Sue, que llore por Paul, me reprendió a mi misma por eso, nunca he llorado por un hombre y ahora lloro por ese que apenas y conozco.

También recordé a Ty, a un Ty muy molesto con Paul, a un Ty teniendo un ataque y a un Tu convertido en un gran lobo blanco y negro.

Me llevo mis manos a la boca  para evitar que se me escapara un grito al recordar lo último. Ty se convirtió en un gran lobo sobrealimentado...

Empiezo a respirar con dificultad, creo que estoy teniendo un ataque de pánico.

En eso siento que alguien se coloca a mi lado y comienza a acariciar mi espalda y susurra que todo va a estar bien. Poco a poco me fui calmando y al voltear, creo que estoy soñando, Edward está aquí.

Al filo de la irrealidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora