Por fin te conozco

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Iba de regreso a la casa de los Cullen, pero antes de llegar suena mi tlf y era Alice.

-Ya estoy cerca Sis- atiendo la llamada.

- Olvida eso, necesito que vengas a casa de los Swan, ya te pase la dirección.

-Asi que por fin conoceré a la accidentada. -Logro escuchar la leve risa de Alice.

Logré encontrar la casa de los Swan y me aventuré a avanzar a ella.

Al estar en la puerta, mi bella Alice la abre sin necesidad de yo tocar.

-Hasta que por fin llegas, ven rápido hay alguien a quien debes conocer.

La casa era muy normal, pero acogedora y note que Alice se paseaba por ella con naturalidad. Y ahí la vi, justo sentada en uno de los sillones.

-Bella Charlie, déjenme presentarte a mi hermanita menor, Laila Montero.

-Mucho gusto, disculpen por llegar sin avisar

-¿Montero? Eres la hija de Víctor Montero? - Preguntó el hombre que por el uniforme que llevaba  era seguro policía.

-Si mucho gusto señor...

-Charlie, Charlie Swan. -Me extiende la mano y la tomo so riendo.

-Un placer Sr Swan-.

-Nada de eso, llámame Charlie. Bueno ella es mi hija Bella. -Señala a la chica que aún estaba sentada en el sofa.

-Es un placer al fin conocerte Isabella- me acerco a ella con la mano extendida.

-Soy bella, sólo bella. -Se acerca a mi tímidamente.

-Al fin ya conoces a todos los miembros de la familia Bells, Laila ha sido nuestra amiga por mucho tiempo y hasta fue adoptada como miembro honorífico de la familia Cullen.

-Si es un gran título- exagero logrando un pequeño golpe por parte de Alice.

-No me salgas con eso, que se muy bien que nos amas.

-Obviamente Sis... -Me le acerco y le doy un beso en la mejilla.

-Bueno chicas, las dejo para que hagan lo que tengan pensado hacer, les pedí pizza para que cenarán.

-Gracias Charlie- Dijimos en coro Alice y yo. Bella solo le sonrió.

Observando detalladamente a Bella Swan, me cuestiono en serio que pudo notar en ella Edward. No es nada especial, si es bonita y eso, pero es encorvada, despistada,  podría decir que un poco atolondrada, pero no soy quien para juzgar los designios del amor.

- Estoy muy feliz que por fin ustedes dos se conozcan.

-Alice ya enserio tu sobredosis de felicidad me vuelve loca, lástima que aquí no está Jasper para que le bajes dos. -Luego de decir eso la expresión de Bella cambió y claro ahí recordé todo.

-Lo siento Bella, no quería eh...

-Tranquila no pasa nada.

Alice corrió a abrir la puerta para recibir las pizzas y en un santiamen ya estaba frente a nosotros.

- Alice debes dejar de hacer eso por Dios, alguien podría verte. -Le reprendí.

-Nadie va a verme Lala.

Bella se veía muy decaída, ya sabia que Edward desde el incidente Jasper, solo iba un momento en la noche, pero ya no era como antes.

-Voy por los refrescos- dijo Bella levantandose sin ánimo.

-Creo que mi misión va ser imposible- dije muy bajo al salir Bella.

-Claro que no, ustedes se volverán buenas amigas, y serás de gran apoyo para ella. - Me tomo de la mano. -Aunque si se te hará un poquito difícil pero no hay nada que Laila Montero no pueda hacer- ánimo Alice .

Luego de hablar sobre mi trabajo y esas cosas y de que Alice relatara nuestra historia exagerando aveces, Bella se ánimo a preguntar por Edward.

-Bella, debes entender una cosa, Edward es achapado a la antigua y se preocupa mucho por tu bienestar. -Le comenté

-Si pero...

-Bella- le interrumpí. -¿Qué harías tus si estuvieras en el lugar de él?

Ella pensó meditarlo y me dio una ligera sonrisa.

Nos despedimos de Bella luego de un rato y ya nos encontrábamos camino a la casa.

-En qué piensas Lala.

-Me da mucha pena Bella, se nota que es una chica emocional y sé que será fuerte para ella lo que va a pasar.

-Y para eso estás tú aquí, contigo ella podrá superarlo.

-No creo que ella logre superar a Edward Alice, no por nada dicen que el amor verdadero es tan solo el primero.

-Hablas como si fueras una experta.

-Sabes muy bien que no- Pongo los ojos en blanco.

-Tranquila Lala, tanto Bella cono tu estarán bien.

Tras decir eso una sombra pasa justo delante del auto haciendo que yo me asuste y frene de golpe.  Alice por su parte me tenía detenida con su brazo para que no me moviera del asiento y me hiciera daño.

-¿Lala estás bien? - Pregunta Alice examinandome. -Estupido lobo. -Exclama con rabia.

-Si, si, estoy bien. ¿Pero que diablos fue eso?

- Nada tranquila, sigamos...

Luego de lograr estabilizar mi respiración y poner andar el auto, logró escuchar una aullido muy fuerte...

Al filo de la irrealidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora