Yunho siguió a YangYang, aún desconfiado. No sabía a donde le llevaba. Ni siquiera estaba seguro de que el chico fuera amigo de Jongho, pero, a fin y a cabo; el chico conocía a Jongho por los eu había podido comprobar y además él mismo lo había visto fuera de aquella tienda, posiblemente esperando a Jongho.
Sí, pero todo aquello le habría dado menos mal rollo si se le hubiera presentado un tipo bien peinado, sonriente y vestido de forma...normal. Es decir, no es que ese chico estuviera tan mal y su ropa era normal dentro de lo que cabía. Pero por alguna razón, su altura y sus movimientos le daban una sensación de...más bien, asesino en serie. Y eso no es que ayudara mucho a Yunho, que digamos. Solo hacia que cada vez tuviera más ganas de alejarse de aquel tipo y no volver a encontrarse lo en su vida.
Pero si Jongho interfería en su vida, ese tipo también lo Sheila, obviamente. Los dos parecían estar conectados. Debían ser amigos.
Finalmente, entre tanto pensar, Yunho se chocó con el mismísimo YangYang, que se había parado en seco delante de la puerta de los eu aprecia ser; un almacén abandonado.
"Habría preferido que me llevara a un campo lleno de flores"- sí, a Yunho no le hacía mucha gracia el lugar. No es como si él conociera donde se reúnen normalmente Jongho y sus extraños amigos, pero aquello parecía de todo menos confiable, y la poca luz que pudo divisar el pobre Yunho dentro del lugar cuando YangYang abrió la puerta solo le hizo pensar que ahí dentro podía haber cualquier cosa. Y no iba a ser el tipo de cosas que corriera a darte un abrazo y a hacerte galletas de chocolate.
Pero al final Yunho calló en que allí no encontraría ningún monstruo extraño, si no que seguramente solo se encontraría con un Jongho que como máximo le partiría tres dientes.
Aunque la idea tampoco le hacía mucha ilusión, prefería eso a quedarse mutilado.
YangYang le dejó pasar primero, lo que Yunho le pareció una falta de respeto más que una muestra del mismo. Y solo pensaba que aquel tipo ya estaba planeando apuñalarle por la espalda o algo por el estilo. Sin embargo, se deshizo de esos pensamientos, que, una vez los pensó dos veces, se dió cuánta de que sonaban ridículos. Él tenía pruebas suficientes como para decir que Jongho y aquel tipo eran amigos, o al menos conocidos, h realmente no creía que Jongho se reuniera con gente tan ida de la cabeza.
Miró a su alrededor unos momentos, todo lo que se esperaba estaba ahí. Escasa luz, muebles en las esquinas de la habitación, cubiertos de polvo, que parecían no haber sido limpiados en años, telarañas por todas partes y un olor que parecía una mezcla entre risas y rata muerta; eso dependía de a cual le prestaras más atención.
Pero el de rata muerta le parecía más adecuado a Yunho, lo pareció que pegaba mucho más con aquel lúgubre lugar digno de una película de terror.
Había dos o tres ventanas en lo alto de la habitación, que alumbraban a través del cristal, dejando visibles millones de morirás de polvo que flotaban por el aire, también había una luz parpadeante al final de la sala, y se veían, pegados a la pared, lo que parecían lienzos, cubiertos con capas finas.
Aquello no le parecía tan horrible a Yunho, sí. Se convenció a sí mismo de que ese lugar podría haber sido peor. Aquello no era tan malo.
No hasta que poco después de entrar escuchó detrás suya como la puerta se cerraba, y sonó un click que dió a entender que había sido asegurada con llave.
Entonces Yunho se quedó, estático, en su sitio. La piel se le erizó y se dió la vuelta, viendo la alta figura de YangYang, y su cara, con una extraña expresión, iluminada por la poca luz.
—Yunho...en realidad, te he mentido. No te he traído aquí para hablar con Jongho.
—¿Qué...?
ESTÁS LEYENDO
ᴇʟ ᴏᴛʀᴏ ᴊᴏɴɢʜᴏ ;; 2ho
FanfictionJongho es, en pocas palabras, la definición de alumno estándar, de chico perfecto. Bueno en todo. Con altas calificaciones, buen cuerpo, y una personalidad algo seria pero amable y adorable. Sí, ese es Jongho. O eso es lo que todos creen. Jongho ha...