ᴇʟ ᴏᴛʀᴏ ᴊᴏɴɢʜᴏ ;; 2ho

Capítulo 19 ;; Te amo (Fin).

1 año después

—Yunho, ¡Yunho! Despierta... —el nombrado sintió como lo sacudían. Yunho se desperezó.

—¿Qué quieres, cariño? —trató de abrazar al chico a su lado.

—¡¿Qué!? ¡Yunho! Soy yo, San —Yunho abrió los ojos y casi cae de la cama por el susto.

—¡Ahh! —alcanzó a gritar— ¡¿Tú qué haces aquí!? —el chico se tapó con las sábanas, ya que solo estaba en ropa interior. Miro a su alrededor preocupado— ¡¿Y Jongho!?

San lo miró extrañado.

—¿Jongho?

—Sí —Yunho le devolvió la mirada, frunciendo el ceño.

—Él ha salido hace un rato —San se encogió de hombros—, me pidió que cuidara de ti mientras tanto. Tenía que ir a recoger algo, no me acuerdo muy bien de qué se trataba.

—Ah...me has asustado —Yunho se rascó la nuca con pereza.

—Vaya, veo que os divertísteis a noche —San bajó la mirada hasta su torso desnudo y sonrió.

Por suerte tenía buenos reflejos, por qué si no hubiera sido así, habría recibido una patada en la cara de parte de su amigo.

—¡No digas tonterías! ¿Eres idiota o qué? —San rió—. Bah, solo estás celoso porque estás solito —hizo énfasis en la última palabra.

—¿Como sabes eso? —San sonrió, cruzándose de brazos mientras miraba desafiante a su mejor amigo.

—¿Qué? —Yunho puso los ojos en blanco—. Espera, ¿sabes qué? Me importa una mierda... —se levantó de la cama enfurruñado y buscó algo de ropa en el cajón —. No sé por qué me molesto en tratar de discutir contigo.

—Te he hecho el desayuno —San miró a Yunho mientras éste se ponía unos pantalones negros por encima de la rodilla y una camiseta celeste.

—Oye, no seas tan discreto, ¿eh? —dijo Yunho con burla. Se dió la vuelta posando como un modelo —. Este cuerpazo ya está reservado para otra persona.

San rió.

—¡Ja! Apuesto a que tengo mejor cuerpo que tú.

—Ya quisieras —dicho esto, salió de su habitación—. Espero que no hayas incendiado la cocina o algo— añadió, a lo que San negó con tranquilidad.

—No te preocupes, solo he roto dos vasos, nada más —sonrió.

—Ja, ja, ja —Yunho rió sarcásticamente —. Vemos que ha cocinado el chef —dijo una vez llegó a la cocina.

Sobre la mesa había un zumo de naranja recién exprimido, una tostada y unos pancakes que desprendían un magnífico olor.

—Espero que no hayas envenenado mi comida —comentó Yunho mientras se sentaba. San tomó siento a su lado.

—Eh —contestó con fastidio—, si no quieres los pancakes siempre puedes dármelos, ¿sabes? —estiró la mano, fingiendo que iba a coger uno de los pancakes, pero Yunho no tardó ni un segundo en apartar el plato.