Epílogo

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02 de Noviembre del 2022, Londres, Inglaterra

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02 de Noviembre del 2022, Londres, Inglaterra.

La brisa de esa tarde era algo fría y a pesar del sol, no sentía el calor. El panteón estaba algo lleno ese día, había personas que visitaban a sus muertos por aquella tradición mexicana 'Día de Muertos', una forma de honrar a sus difuntos que algunos ingleses adoptaron... y aquella platinada no era la excepción.

Elsa tenía puesta una gabardina con un pantalón de mezclilla y botas altas, su cabello suelto se movía con el viento. En su mano sostenía unas flores para aquéllas lápidas frente a sus ojos, a pesar de haber pasado dos años desde aquél horrible incidente, su cabeza no dejaba de darle vueltas y atormentarla, se sentía culpable de las muertes.

—Lo siento... — dijo en voz baja mirando las flores. — E-es culpa mía... lo siento... — las lágrimas comenzaron a escurrir por sus mejillas. — L-lamento lo que ocasioné... merecían vivir... — se agachó a dejar las flores y cubrió su rostro con las manos, pensaba que ella pudo haber evitado esas muertes si tan sólo nunca se hubiera conocido con Jack y si nunca se hubiera enamorado de él... pero, el pasado ya estaba hecho y no podía hacer nada... ahora ellos estaban muertos por culpa suya...

—¿Mami? — tuvo que limpiar sus lágrimas al oír la voz de su pequeña.

—Hola, pequeña. — sonrió a su pequeña, tenía el cabello negro y ojos claros. La niña se acercó a abrazar a su madre.

—Elsa — alzó su vista a su ahora esposo, aquel chico peli blanco que amaba desde hace años. — Debes dejarlos ir... nunca fue tu culpa...

—Jack...

—No, Elsa. Deja de culparte por algo que no hiciste, ya lo hablamos. Rapunzel eligió su propio camino por sus caprichos y ella fue quien nos hizo daño, no tú. — la ayudó a levantarse y le acarició la mejilla. — Por favor.

—Y-yo... — no pudo decir nada porque la besó con ternura alejando así sus miedos...aunque nunca iba a olvidar el momento en que lo vio desplomarse frente a ella cuando llegó a salvarla, pensó que lo perdería y cuando pasó varios días en el hospital esperando noticias sobre él, sentía que en cualquier momento iba a morirse si no despertaba.

Jack se separó de ella y cargó a la niña.

—Creo que tienes razón. — la albina se acercó a las lápidas. — Hay que dejarlos ir y... perdonarla... — su esposo asintió.

—Y perdonarla. — repitió el albino con una sonrisa.

—Adiós, chicos. — dijo en bajo la albina y se levantó para tomar la mano de su pareja. —¿A dónde iremos?

—Tenemos la comida del compromiso de Tadashi y Honey ¿recuerdas? — ella asintió — Iremos a su casa...

—¿Sabes si Eugene también irá?

—Anna había dicho que sí, los he visto muy juntos desde hace unos meses...

—Tiene miedo ¿sabes? Además de que se siente mal, pero creo que ambos merecen ser felices...

¿Dónde está Elsa? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora