- ¿Por qué has hecho eso? - pregunta Axel, a los cinco minutos de haber entrado en el bosque.
- ¿El qué? - pregunto
- Bajarme la lanza, impedir que hiciera algo - responde.
- No tenías nada que hacer - respondo.
- ¿Cómo que no? ¡Te han herido! No físicamente, pero sí emocionalmente, y eso me basta para tener que hacer algo.
Sonrío, por lo menos me queda Axel, y es más que suficiente.
- Gracias - digo, después de un silencio de unos segundos.
- ¿Por qué? - pregunta
- Por defenderme, y por quedarte conmigo - respondo.
- No me las dés, eres mi rey, nunca dejaré de defenderte - dice.
Escuchamos movimiento ante nosotros, y nos paramos, Axel con la lanza en posición para atacar.
Poco después, de entre la espesura sale Esmeralda.
- ¿A dónde vas? - pregunta.
- No intentes decirme que vuelva - digo, apartando la mirada.
- No vengo a eso, vengo a acompañarte - responde.
- No tienes por qué Esmeralda, - digo - estaré bien, me acompaña Axel.
- Pero quiero ir - responde, con la misma cara inexpresiva de siempre.
Asiento, y volvemos a caminar hacia lo profundo del bosque.
Pasa el tiempo y estamos cansados, debemos descansar, y un claro sería un buen lugar.
- ¡Un claro! - exclama Axel.
Nos vamos hacia él.
- Venga, ¿nos dormimos ya? - pregunta Axel.
Asiento, sé que para el es fácil, pero yo no creo que sea capaz, sin embargo no quiero preocuparlos, por lo que asiento igualmente.
Esmeralda y él se duermen, y como me lo esperaba, yo no soy capaz.
🔵🔵🔵
Pasan las horas y no soy capaz de conciliar el sueño. Decido dar una vuelta por los alrededores, así que me levanto dispuesto a ello.
Una figura que reconozco aparece ante mí, entrando al claro, es la figura de Cole, ¿a qué ha venido?
Se acerca y yo lo espero.
- ¿A qué has venido? - le pregunto.
Él se lleva la mano al brazo y baja la cabeza.
- He venido a pedirte disculpas - dice.
Lo miro, y veo arrepentimiento en su mirada.
- He sido un idiota - dice - Me dejé llevar por un sentimiento estúpido.
Lo miro, y quiero perdonarlo, se ve que lo lamenta de verdad. Asiento.
- Lo entiendo, te perdono - respondo.
- ¿De verdad? - pregunta.
Asiento, y baja la cabeza.
Sé de primera mano cómo los sentimientos por muy tontos que sean pueden llevarte a hacer locuras, a mí me domina la ira cada vez que muere un compañero.
Noto una presencia, no sé sus intenciones, pero la noto.
Miro en todas las direcciones, intentando que Cole no lo note, pero estoy nervioso, y eso no soy capaz de disimularlo.
- Que alguien me salve - escucho la voz de Dana en un susurro.
Inmediatamente corro hacia desde donde viene el susurro, hacia él interior del bosque.
Corro buscando a mi alrededor a Dana, si hay una posibilidad de que esté viva es esta y no pienso desaprovecharla.
Cuando me doy cuenta me he perdido y no veo más que árboles a mí alrededor.
Una sombra baja de los árboles, con su figura sumida en las sombras por una capa negra.
- Por fin te encuentro - dice la sombra.
No sé qué hacer, seguramente es un señor de las tinieblas, y no puedo defenderme, todavía no sé cómo funcionan los hilos, y las barreras tardan mucho en hacer verdadero daño.
Unas cadenas aparecen de la nada y me sujetan por los brazos.
Se acerca con una daga y me hace un pequeño corte en la mejilla izquierda.
La daga se mancha de sangre, y él se la lleva a la boca y con una lengua larga que aparece de la sombra lame la punta de la misma.
- Tienes muy buen sabor - dice.
Intento librarme del agarre de las cadenas, pero no soy capaz de hacerlo, parece que cada vez que lo intento de aprietan más.
- No intentes librarte de las cadenas infernales, siendo tú como mínimo tardarías una hora - dice, con la punta de la daga sobre su dedo - y no te dejaré vivo tanto tiempo.
Parece que ha llegado mi fin, no puedo decir que me haya gustado mi vida, pero no puedo quejarme por ella.
- ¡Nunca te rindas! - exclama Cole pasando a toda velocidad por mi lado con una espada en llamas.
Ataca a la sombra, pero ésta lo esquiva con un salto elegante.
La sombra lo golpea al ponerse tras él y luego desaparece para aparecer de nuevo ante él.
Cole no es capaz de prever sus pasos ni de defenderse, su punto fuerte es el ataque y el punto débil la velocidad.
Me esfuerzo por quitarme las cadenas, pero se aprietan más a mis brazos, sin embargo sigo intentándolo, debo hacerlo, a este paso Cole morirá ante mí, todo por intentar salvarme.
Empiezo a hacer cada vez más fuerza hasta que consigo romper las cadenas.
La pelea se detiene en seco y los dos me miran. Pero el poder que corre por mis venas me convence de que puedo vencerlo.
Corro hacia la sombra y le golpeo la zona de la cara y sale despedido hacia atrás, chocándose contra un árbol.
Me acerco hasta la sombra, con los puños cerrados.
Vuelve a sacar las cadenas, pero ésta vez ni siquiera se dirigen a mí.
Por un momento le veo la cara, es una chica, pero me da igual, aunque tenga cara de miedo no permitiré que viva, no con lo que le ha hecho a Cole.
Por un momento sonríe, entonces me paro.
- Ya veo - dice - Ya es muy tarde para mí para escapar, pero he logrado ver que hay más cosas en común entre tu y nosotros de lo que crees.
- Nunca seré como vosotros - respondo, hundiendole el puño en el cráneo y partiéndoselo.
Cojo el cuerpo y lo llevo hasta donde está Cole.
- ¿Puedes levantarte? - pregunto.
Él se levanta con dificultad.
- Voy a hacer una cosa aquí al lado, tú espera - digo.
Cole se vuelve a sentar, pero pone una cara de dolor al hacerlo, ésa maldita le ha hecho mucho daño, ahora más que nunca necesitamos a Morine, pero antes dejaré un mensaje a esos malditos.
Me alejo un poco arrastrando el cadáver y lo cuelgo de un árbol con las cadenas que no lograron sujetarme.
- No os metáis conmigo ni con mi familia.
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Chaos I: La Profecía [En Pausa]
FantasyEn un mundo asolagado por la desesperación nace la magia, pero de la magia nace también el mal, es por eso que hay grupos de seres que usan la magia para luchar contra el mal. Rowla es un reino aparte de esto, es un reino en el que nunca ha nacido n...