- ¿Señora, está segura de hacer caso a esas cosas de brujas?
- ¿Acaso no crees en la magia? ¡Sabes que existe! Yo misma la usé en su momento, que renegar de ella no quiere decir que no la eche de menos.
- Pero señora, estamos hablando de cosas distintas, ¡una profecía no acierta nunca!
- ¿Quién te dice a ti que pasará lo mismo con esta?
- Para ser acertada debería haber sido profetizada por un celestial, y los dioses los aniquilaron en la guerra de la creación.
- ¿Y cómo estás tan seguro? ¿Acaso tu estabas en aquella época para ver su aniquilación?
- No señora, pero sabemos que un dios no miente, y ellos fueron los que nos contaron la leyenda.
- Sabes de la existencia de un dios de la mentira y sigues empeñado en que no miente ninguno de ellos, es una incongruencia en toda regla.
- Pero mi señora, la profecía fue hallada en una cueva, en una cueva encontrada tras un accidente.
- ¿Y qué tendrá eso que ver?
- La caída de los escombros del techo podrían haber causado...
- ¿El qué? ¿Podrían haber escrito la profecía? ¡Eso es de locos!
La profecía es real, no importa las veces que Stoles lo niegue, yo sé que es real. Fue descubierta por error, sí, mientras unos aventureros se metían en una cueva persiguiendo a un Typhox.
La profecía cuenta el nacimiento de un niño este año, un niño que vencerá a los señores de las tinieblas que amenazan con hacerse con el poder de todo el reino, un niño con un poder inmenso que salvará el mundo.
Este reino es yermo en cuanto a magia, sólo están aquí los soldados mágicos y las criaturas mágicas también, pero nada más implica magia, ni los humanos, ni los edificios, ni la vegetación, es por eso que esos señores de las tinieblas ni se acercan, no hay nada que les interese, sin embargo, si el descubrimiento de la profecía sale de aquí, se enterarán y vendrán a matar a todos los niños, sean los que sean, y no puedo permitirme ese fallo como reina.
- ¿Señora me está escuchando?
- ¿Qué decías? - pido a Stoles, me había perdido en mis pensamientos.
- Que qué piensa hacer con la profecía - responde él.
- Crearemos un edificio para encerrar a todos los niños que nazcan este año, bueno, encerrar no es la palabra, pero da igual, si os preguntan decidles que es para entrenarlos para ser soldados, ni una palabra de esto a nadie más, sólo nosotros debemos saberlo, ¿entendido?
Todos hacen una reverencia, lo que me tomo como un sí.
- Podéis iros - digo, y todos se van.
Stoles también, ya que han llamado a la puerta y se dirige a abrirla, como mi ayudante ya que no me gusta la palabra mayordomo.
Poco después, vuelve a entrar en la habitación con una cesta de mimbre.
- ¿Qué es eso Stoles? - pregunto, curiosa.
- Es... Es un- empieza, pero lo cortan los llantos de un bebé.
Me levanto del trono y me dirijo hacia él.
Nada más llegar, miro al bebé, metido en la cesta de mimbre, únicamente tapado con una mantita muy fina.
- Tráele algo para taparlo - ordeno a Stoles.
Él asiente, pero mira por toda la sala, buscando seguramente un lugar para dejar la cesta.
Yo cojo al bebé, y él se va.
Cuando se cierra la puerta, el bebé deja de llorar, me mira con unos ojos plateados preciosos y me sonríe.
Se me derrite el corazón ante la mirada de ése bebé, algo en mí hace que no quiera hacer nada más que acariciarlo, acurrucarlo, hacerle mimos y darle besos en su suave frente. Puede ser que sea mi instinto maternal, soy infértil, y siempre he querido un hijo, pero no puedo tener uno.
Stoles entra de nuevo en la habitación trayendo una manta de lana con él.
- Es todo lo que he encontrado del tamaño del niño - dice
- No pasa nada, - digo, sin dejar de mirar al bebé - ¿de quién es?
- Nadie lo sabe, los demás lo encontraron ante el portón, en el suelo, sin nadie alrededor - responde Stoles.
- Así que estabas solito ahí fuera ¿eh? - le digo al pequeño.
- Señora, es un recién nacido, como mucho tendrá unas tres horas - dice Stoles.
Sonrío al pequeño.
- Pues se queda con nosotros, puede ser a quien se refiere la profecía - respondo.
En verdad espero que no, simplemente quiero quedarme con él, como mi hijo.
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Chaos I: La Profecía [En Pausa]
FantasíaEn un mundo asolagado por la desesperación nace la magia, pero de la magia nace también el mal, es por eso que hay grupos de seres que usan la magia para luchar contra el mal. Rowla es un reino aparte de esto, es un reino en el que nunca ha nacido n...