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Estaba atardeciendo, Violeta, Pope y JJ estaban en la casa de este último, habían tenido suerte, la policía no los había visto y el padre del rubio no estaba en casa. La rubia rodó los ojos cuando JJ pincho por sexta vez su brazo.
–¿Qué? —Pope los había dejado solos unos segundos antes para que pudieran hablar.
–Tú sabes.
–No, no lo sé. —Ella se cruzó de brazos y lo miró alzando sus cejas.
–¿Alguna vez... dije algo...? —El rubio jugó con los dedos de sus manos.
–¿Qué? —Violeta lo miró confundida.
–Que... te hubiera afectado... Quizás, mmh, quiero decir...
–Oh, mierda. —Ella dejó caer los brazos y rodó los ojos— ¿Realmente me estás preguntando si tengo "problemas alimenticios" por ti?
–Yo... Mierda, no sé... Vio...
–No, JJ. No tengo problemas alimenticios y menos por ti.
–Bien.
–Bien.
El rubio sacó un cigarro al momento que Pope volvía hacia ellos, le alcanzó a dar tres caladas cuando la van con John B adentro apareció frente a sus ojos.
–En marcha.
–Más vale que sea bueno. —Dijo JJ apagando el cigarrillo.
Los tres subieron a la convi. JJ como copiloto y Pope con Violeta atrás. Fueron hasta el restaurante de la familia de Kie, donde Pope se bajo para ir a buscarla.
–Dice que no viene.
–¿Por qué? —JJ miró al pecosos a su lado— ¿Qué hiciste, John B?
–Mierda. Esperen.
El castaño se bajo y caminó directo al restaurante. Los tres se quedaron en silencio esperando a sus amigos. Violeta jugaba con un mechón de cabello sin emoción. Pope se acercó al rubio y lo miró insistente.
