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Un oficial abrió la celda y les hizo una seña a los chicos para que se pusieran de pie.
–La sheriff quiere verlos.
Los guió hasta la oficina de la mujer y le dijo que tomaran asiento. Unos minutos más tarde, la mujer morena entró con un semblante cansado.
–Eres como una piedrita en el zapato. —Le dijo al rubio— Sacudo el pie, creo que la saqué y, luego, caramba, está otra vez. Sin embargo, tú, Violeta, deberías elegir mejores amigos.
Ninguno dijo nada. La sheriff se sentó frente a ellos y abrió una carpeta.
–Disparo ilegal de un arma de fuego. —Leyó el expediente del rubio— Ingreso en hábitat protegido. Destrucción de propiedad. Todo en las últimas dos semanas. Qué suerte.
–Si cree que delataré a alguien, se equivoca.
–Tienes a una amiga sentada a tu lado. —La mujer alzó las cejas— Sé que a tu cerebro adolescente no le gusta prever, pero quiero que vengas conmigo a un territorio inexplorado: el futuro. ¿Cómo te sentirás dentro de seis meses en la cárcel juvenil de Wadesboro?
–Espere, espere. —La rubia se acomodó en la silla— ¿Cárcel?
–Así es. —La sheriff miró al rubio— Al menos que me ayudes. ¿Conoces a estos dos?
La mujer dejó dos mugshot de los hombres que les habían disparado y luego robado el chateau sobre la mesa. Ninguno dijo nada.
–Mi pregunta era, ¿conoces a estos dos?
–Ellos... —JJ comenzó a hablar— Se metieron en la casa de John B, y... Nos persiguieron por el pantano. Salvo por eso, no tengo idea.
–Aquí hay una foto más reciente. —La mujer dejó sobre las otras fotos, imágenes de los cadaver de los hombres— Alguien les clavó un gancho y, luego, los uso de carnada. ¿Qué te parece, un tiburón toro? Esta es la mala noticia. El que mató a estos hombres sigue afuera, y tengo motivos para creer que su próximo objetivo es un amigo de ustedes: John B.
Los dos chicos corrieron la mirada de las fotos rápidamente, eran asquerosas.
–Ustedes no creerán que son los únicos tras el Royal Merchant, ¿no? Y sí. Yo también lo sé.
–Bien, sheriff Peterkin, le prometo que ya no lo busca. —JJ habló.
–Eso dices tú. Solo intento mantenerlo a salvo. Quiero que le digan a su amigo John B, que venga a hablar, y veamos si podemos mantenerte fuera de Wadesboro.
