Capitulo 3 T.2

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Maratón [1/2]

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Maratón [1/2]

^En un momento todo era negro, era todo silencio ^

Massimo
Estábamos en la estación de primavera, primeros días de marzo, la situación con Duna no se arregló solo empeoró al paso del tiempo, Evan mi hombre de confianza se volvió su mejor amigo y me mantiene al tanto de ella, pero yo no hacía mas que tensarme cuando ella estaba cerca.

— Debes arreglar esto Don, sea lo que hallas echo, aunque seamos familia, ella es lo que tengo ... —dijo Bates sentado en un sillón en la sala, viendo pasar a una Duna con ojeras —- Te matare si ella sufre.

— No es de tu j*dida incumbencia cuñado — conteste tenso — ... eh estado al pendiente de su salud y del bebé, por lo que se todo marcha bien.

El solo se levantó y sin despedirse se fue. Tenía que arreglar esto pronto, no me agradaba que Laura ahora mandaba mensajes por medio de Dominico, solo tenía miedo que Duna se enterara, y que todo lo del bebé se complicara aun más con su salud.

Entre a su habitación, y me acerqué a su cama donde ella estaba de lado recostada. Me incline y la desperté, tenía que distraerla, según dominico nadie estaba en la casa de silicia y menos de cerca Laura.

—Cariño, despierta debemos irnos ... — la removí, se le veía cansada.

— Irnos? ... que no estabas asiendo importantes negocios que no podías viajar ?— dijo señuda, bostezando.

— Te llevare aun lugar donde siempre has querido ir, es mi manera de pedirte disculpas por todo este tiempo siendo una m*erda ... — dije sonriéndole, eso si la despertó.

— No quiero obligarte a algo que te es aun difícil — dijo lentándoce.

— Solo serán unos días cariño además quiero llevarte antes que llegue nuestro hijo— dije tocando su abultada barriga.

—Entonces debo adivinar que serán pocos días .. — dijo levantándose, yendo al armario que compartíamos.

—Lo suficiente para que conozcas Italia, o al menos Silicia, te lo debo .. — dije caminado atrás de ella.

— gracias por ello.. — estaba de espaldas, se escuchó su llanto y sus hombros se movían por la respiración agitada.

— Después que el bebé nazca los llevare a otros lugares, pero soy un J*dido egoísta y quiero disfrutar lo poco que tengo de tiempo para nosotros —dije abrazándola desde atrás. El bebé pateo mientras los sostenía.

—Te emos echado de menos, y esto significa demasiado para mi Don .. — dijo volteándose, me miro con la carita empapada, mi corazón se quebro, era todo para ella. Y yo la hacía llorar, debería cortarme las b*las.

(Horas de vuelo después, con equipaje y escoltas, viajaron en autos grandes hacia silicia, antigua casa de Massimo.)

Duna
—- Ahora se a que te referías con .. una casa pequeña— dije burlona viendo tan solo ver el recorrido de la entrada, era casi lo triple de grande que la casa y eso que en la de brasil también habitaban las escoltes de confianza de Massimo.

30 Días, arriésgalo todo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora