Sinopsis :
La vida siempre te destruye tanto como lo necesites, debes volver a construir tu yo interior y eso es lo que hace nuestro Don Massimo Torricelli. En su camino encuentre el consuelo de una mujer. Que Le cambiará la vida pero..
será que...
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Epílogo Massimo
Nervioso fumaba en la zona del hospital, había hecho que llamaran a su familia, ellos estaban en camino en el yet pero eso no me tranquilizaba tampoco la presencia de dominico sabiendo que de alguna manera la culpa a ella por la muerte de Mario.
Elee colgaba del cuello de Evan que estaba en la sala de espera con otros guardaespaldas pero no había nadie más, solo pensaba en la falta que me hacía Mario.
Evan interrumpió mis pensamientos con mi pequeña dormida eran casi las tantas de la madrugada del día siguiente.
— Se ah adelantado el parto, ya han trasladado a duna a una habitación— dijo Evan tenso.
— Vamos, no puedo creer que no me dejaran pasar para estar con ellos — dije apretando los dientes. Al parecer me dijeron que todo se complicó, el bebé estaba perdiendo oxígeno aun cuando no era su tiempo de nacer.
—Se lo explicará todo el doctor que la asistió — dijo siguiéndome. — Habitación 200.
Caminamos y subimos en el elevador, después pasillos hasta que entramos a una habitación, nos encontramos con una duna consiente y llorosa.
—Massimo... mi bebé, no me dejan verlo — dijo entre lágrimas.
—Estaremos en la cafetería — dijo Evan saliendo con la niña en brazos. Camine hacia ella viendo como se rompía, no podía asegurarle nada porque no hablé con nadie antes, solo quería verla a ella.
— Duna el médico nos dirá el est... — dije por un lado llamando a la enfermera a travez del botón de su cabezada cuando la a puerta se abrió, de ella entró un médico y una enfermera que traía una cuña de vinil.
—Lamentó la tardanza, el pequeño estuvo respirando en partes solo, pero han pasado más tiempo quitándose la mascarilla solo, que eso ya es una sorpresa ... — dijo el médico
—Felicidades señora, su bebé es todo un guerrero... tanto que nos mostraba cómo podía el solo — dijo la enfermera acomodando al bebé en los brazos de duna, se me cerro la garganta de solo verla.
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Duna
Cuando desperté estaba en una habitación, pero esta vez no había ni flores ni globos ni un Massimo... solo pude pensar una cosa y nadie quería estar cerca cuando me lo dijeran, lloré .. por lo que fue porque es ... y no sabía que.
Cuando entró un enfermera, me vio alterada que corrió en mi socorro.. —-Tranquila niña.. todo está bien — me dijo
— mi bebé, donde está ?, dígamelo .. — dije llorosa.
— Su bebé está en observación, tiene algunas horas en las cunas, pero por el momento no puede verlo y no puedo darle más información sin el doctor ..- dijo y salió sin más.
