El JEFE +18

#2

SOY Kagome Higurashi una chica para nada exhibicionista, a lo largo de mi vida he sufrida de bulling, ataques hacia mi persona, porque en aquella época fui muy regordeta, además mis padres son muy conservadores, hablar de sexo, en mi familia es un pecado, y aquí estoy con la idea de tener sexo con dos hombres, me tapo la cara, Kagome no seas tonta, pueden ser un par de asesinos, narcotraficantes, psicópatas, pero Rin lo ha usado y ella sigue bien, que rayos, hazlo Kagome, además estas por ser toda una adulta, una locura antes de ingresar al mundo laboral, muerdo mis labios y escribo como loca, para enviar enseguida:

-hola estoy interesada para hacer un trio-SexyK.

Me levante, empecé a organizar mis documentos, el lunes a primera hora debía estar en la oficina, después de comer arregle la casa, no tenía idea si después tuviera tiempo, pare al medio día para comer un sándwich, y seguí con la limpieza, llego la tarde cuando por fin termine, entonces prendí la computadora, apenas conectar el wi-fa, me llego un mensaje, no reconocí al remitente, lo abrí y me quede de piedra.

-hola muñeca, estamos dispuestos ¿te gustaría reunirte con nosotros hoy? -Guapos SN.

- si-conteste nerviosa.

-a las siete en el Bar Araña, hoy es día de colegialas.

Claro los viernes eran de temas, día de colegialas, me quede pensativa, aún tenía el uniforme de la prepa, tal vez con suerte lograra entrar, sería un tanto vergonzoso, pero...

-seré la chica con uniforme verde.

-nosotros los más guapos-me respondió.

Sonreí ante su comentario, me sentía feliz, lo había hecho, yo, Kagome Higurashi, tenía una cita para tener sexo, con desconocidos, con dos… de repente estaba feliz, carajo, feliz, dejaría de ser una mojigata, sacaría mi lado atrevido, yo puedo, sí, yo puedo, me anime, mi más íntima fantasía se haría realidad.

Me mire en la ventana de una vitrina a unos metros del bar, llevaba un abrigo tan largo que ocultaba la diminuta ropa que usaba, el bar estaba en la zona más famosa de la ciudad, respire hondo y avance, la fila era enorme, espere paciente hasta que llegue al guardia, quien me miro levantando una ceja, me quite el abrigo para enseñar mi ropa de colegiala, estaba depilada de pies a cabeza, mi ropa interior era sexy, mi maquillaje discreto, más bien natural, espere impaciente a que diera el visto bueno, creo que hablaba con alguien porque gruño a la persona que le hablaba por el auricular, abrió y entre, busque una mesa al fondo del bar, estaba solitario, me senté con el abrigo en la silla, estaba muy nerviosa, me prometí esperar cinco minutos, si nadie se me acercaba, me largaría sin mirar atrás.

- ¿SexyK? -pregunto una voz a mi lado derecho.

La situación, la voz, basto para que mojara mi ropa interior, lentamente alce la cabeza y la gire hacia donde provenía la voz, estaba segura que debía verme fatal, asustada, como un venado, eran dos guapos, carajo, guapísimos hombres, mirándome fijamente y con sonrisas BAJA BRAGAS en sus rostros. 

Uno de ellos tenía el cabello negro semi ondulado, un par de ojos rojizos, su sonrisa te daba una sensación de seguridad, llevaba una camisa polo azul fuerte, sus tatuajes se podían apreciar levemente bajo la manga, el otro tenía el cabello plateado, unos ojos dorados, y una sonrisa que prometía pecado, su camisa blanca ajustada de tres cuartos ocultaba sus tatuajes que había visto en la foto, pero si dejaba sellado su bien trabajado su abdomen, trague saliva y me dieron ganas de huir.

-muñeca-dijo el peli plata con voz ronca- ¿eres Sexy K? ¿sí o no?

-uh, si-balbuceé y su compañero le dio un golpe en el hombro.