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POV SESSHOMARU

-entrégame tus bragas Kagome-dije sin dejar de verla y enmudecio.

Ella dio un paso atrás golpeando su espalda contra la puerta, su única salida de la cueva del lobo, subí ambas cejas esperando que hiciera caso a mi orden, pero ella no se movía, al parecer no esperaba que yo saliera con algo así, ella solo conocía mi lado bueno, pero estaba muy cabreado, me había masturbado dos veces solo, por su culpa, estaba muy enojado con ella, si no se movía juro que perdería la paciencia, porque de algo debe estar seguro con Sesshomaru Taisho no se juega.

- ¿te lo tengo que repetir? -pregunte brusco.

-yo…-dijo mirándome con esos grandes ojos.

- ¡QUITATE LAS BRAGAS! -ordene lentamente.

Dejo salir el aire lentamente, me miro un par de segundos, parecía estar analizando la situación, pero creo que vio la seriedad de la situación, porque tembló y dio otro paso hacia atrás, mordió su labio, mientras metía las manos bajo su falda, fue bajando el trozo de tela lentamente, su cabello creo una cortina al inclinarse, aún estaba húmedo, me miro temerosa cuando lo saco de sus pies, la alzo para que la viera, era negra de encaje, de repente cambio su postura, ya no me demostraba miedo, más bien me estaba retando, evite reír ante su mirada.

- ¿y? -dijo sin vacilar.

-siéntate en la silla con las piernas abiertas-ordene.

-Sesshomaru…-hablo nerviosa.

-no tienes permitido hablar.

- ¿Qué? -interrogo.

-  obedece, Kagome.

Ella bufo, se acercó a la silla y dejo caer su trasero en él, subió sus piernas encima de los reposabrazos, me miro desafiante, su actitud me sorprendió.

-¿Qué más desea señor Taisho?-dijo con una sonrisa.

No pude evitar corresponder la sonrisa, sin duda era como yo, pero más femenina, miré su posición, y rodee el escritorio, para estar frente a ella, estire la mano y ella dejo caer las bragas en ella, sin dejar de mirarme, mire la tela y vi la mancha húmeda en ella, sonreí por saber que era el causante de ello, baje la mirada en su coño, sus labios estaban húmedos y rosas, mi miembro dio un estirón, ella miro divertida mi entrepierna, aunque deseaba cogerla ahí mismo, primero merecía un castigo, así que metí la braga en mi bolsa.

Me incline y pase mi dedo de arriba abajo por su coño, ella movió su cadera hacia adelante, suspiro ante mi contacto, se agarró de la silla, estaba tan abierta para mí, que mi mano acaricio sin parar su centro, dejando por fin su clítoris a un lado, me detuve,  porque la idea era que me desee, no que se corriera.

-estas húmeda para mí-gruñí en su oído-te excito mis órdenes.

Asintió sin poder hablar, estaba tan afectada, subí mis dedos en su clítoris y le di un apretón con ellos, Kagome jadeo susurrando mi nombre, mi miembro se colocó más dura e hinchada, su pecho subía y bajaba, jadeaba, quería tocar sus senos, mirarlos.

-quiero ver tus senos-ordene.

Llevo sus manos a su blusa y con manos torpes se lo desabrocho para dejar expuestos sus senos, me agrado ver su lencería sexy, era algo que me ponía loco, el encaje en mujeres hermosas como ella, quería morder, succionar y tocar sus senos, pero si lo hacía provocaría un orgasmo, sé que puedo, aunque parezca arrogante, aun así, acaricie su pezón con el pulgar.

Mi mano subió a sus labios acariciando con mis dedos, ella abrió su boca y los chupo, carajo quería cogerla, lance un gruñido imaginando como sería tener mi polla en su boca, mi otra mano seguía acariciando su humedad, estaba seguro que estaba por venirse. Con toda la fuerza y autocontrol, me aleje de su cuerpo, avance a mi silla, me senté como si nada, ella me miro sin entender, aun jadeaba, estaba sonrojada, la estaba castigando, haciéndola saber que yo podría darle placer, que nadie se metía conmigo, me ponía caliente y me dejaba.

-puedes retirarte-ordene mirándola.

- ¿Qué? -dijo confundida.

-tengo trabajo-hice un ademan con mi mano para que se vaya.

Bajo sus piernas, se levantó acomodando su falda y blusa, alzo su barbilla, me miro enojada, giro y quito el seguro, antes de salir me miro con rabia.

-ese es tu castigo por llegar tarde-dije-odio la impuntualidad.

- ¡eres un imbécil! -gruño.

Abrió la puerta y salió, esperaba el clásico portazo, pero muy al contrario cerro con delicadeza, tan lentamente que podía mirar sus ojos chocolates jurándome venganza, carajo Sesshomaru, despertaste al demonio pensé entre carcajadas, hacía mucho que no me divertía, Kagome Higurashi estaba haciendo mi vida interesante, después del tiempo perdido, tenía mucho trabajo atrasado, suspire poniéndome en ello.


POV KAGOME

Estaba que me llevaba el tren, maldito Sesshomaru Taisho, sin decir nada me fui a los archivos, donde estaba el trabajo acumulado, no deje de bufar, dejo muy claro las cosas, él era el JEFE, podía hacer conmigo lo que se le antojara, aquí solo era una pasante, a quien tenía a su antojo, cuando él ordenara, estúpido Sesshomaru, pensé molesta de nuevo, pese a todo su teatro me dejo muy húmeda y con ganas.

- ¡ahahah! Te odio-grite.

- ¿fue duro el jefe contigo?-la voz de Kagura me asusto.

-no, bueno un poco-dije avergonzada.

-vine por un expediente-me dio una tarjeta, justo era la que estaba terminando se la entregué.

-aquí esta.

-bien, tranquila, respira-dijo saliendo.

Inhale y exhale intentando calmarme, no podía creer lo que había sucedido, aún estaba en shock cuando la puerta se volvió a abrir e ingreso un Sesshomaru furioso, me miro con la carpeta en sus manos, trague saliva, ¿y ahora qué? Pensé.

-tú organizaste esta carpeta-pregunto di un salto por su voz.

-si-dije temblando.

-todo está mal, confundiste los casos ¿acaso no puedes hacer algo bien? -grito.

- ¿Qué?

-soy un ser humano y cometo errores-mencione aguantándome las ganas de golpearlo.

- ¿y?... -me gire para salir de ese lugar- ¿Dónde vas?

-renuncio-murmuro abriendo la puerta.

-no puedes renunciar.

-ya lo dije JEFE, renuncio.

-no vas a renunciar-dijo acercándose antes de abrir, sentí su dureza en mi trasero.

- ¿Quién es usted para impedirlo?

-SOY EL JEFE-murmuro en mi oído-el único que puede provocarte un orgasmo.

Abrí mi boca para decir algo, cuando sentí que la puerta era abierta y me quede frente a un joven de ojos azules, quien cruzo una mirada de molestia con Sesshomaru.

-espero no interrumpir algo importante-comento riendo.

-vamos Kagome y terminemos esta platica en mi oficina-gruño Sesshomaru jalando hacia afuera.

-eres la nueva-pregunto poniéndose en mi paso el hombre sin dejar de mirarme.

-Kagome Higurashi-solté a Sesshomaru y ofrecí la mano.

-Bankotsu-dijo con una sonrisa atractiva-también puedo provocarte un orgasmo-susurro en mi oído y me quede helada, TRAGAME TIERRA.

Continuara…

El JEFE  +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora