POV KAGOME
Sus labios me estaban haciendo olvidarme hasta de mi nombre, rodeé su cadera con una de mis piernas haciendo que la falda se subiera dejándome ver su tanga rosa, su mano se metió en mi centro sobando sobre la tela húmeda, estaba mordiendo su hombro para no gritar, se alejó lo suficiente para bajar mi ropa interior y meterla en su bolsa, beso mi cuello cuando volvió a pegarse a mí, alzo la mano y metió dos dedos en mi boca, mi lengua lo lamio gustosa, el gruñido que lanzo me hicieron sentir bien, bajo la mano y me penetro con ellos, deje caer la cabeza atrás, lance un gemido que callo con un beso.
-Shh…-lamio el lóbulo de mi oreja-no quiero que nadie te escuche, tus gemidos son míos.
En ese momento asentí, diría si a cualquier cosa siempre que continuará moviendo su dedo en mi interior de la forma que lo hacía, beso mis labios, mordió, sus dedos dios, sus dedos me estaban matando, lloraba porque me penetrara, hundió sus dedos y lo mordí para no gritar.
-tu coño está desesperada por mí-murmuro-estas húmeda que solo mi polla lo calmara.
-si-gemí sobre sus dedos.
Lleve mis manos temblorosas a su cintura y le desabroche el pantalón, quería sacar su polla para que terminara en mí, al sacarla pude ver sus venas, era grueso, estaba duro, y el glande brillaba de emoción, me acomodo y se dejó ir en mí, estaba invadiendo mi coño, estaba dentro de una forma salvaje, empujaba hacia arriba con tanta fuerza, que el escritorio se movía, estaba a punto de explotar, cuando unos golpes en la puerta nos detuvieron, nos miramos frustrados, se alejó y baje, en segundos estábamos presentables entre comillas, me hizo sentar frente a él, Kagura ingreso mirando el desorden con el ceño fruncido.
POV KAGURA
-aquí esta lo que me pidió-dije alzando la carpeta- ¿seguirá regañando a Kagome?
-no, hemos terminado, vaya a trabajar-menciono y ella se retiró.
-deberías dejar de asustar a tus empleados-hable cuando Kagome salió.
-de que hablas.
-mira todo esto, Sesshomaru estás haciendo rabietas o que.
-Kagura…
Mire a mi sobrino parecía tan distante, tan ogro, su apodo ganado con méritos propios, lo amaba era como un hermano más que mi sobrino, me encantaba sacarlo de sus casillas, ahora estaba muy intrigada Kagome había cometido un grave error con la carpeta del caso, sin embargo, en vez de sacarla, aún estaba ahí, mire de nuevo el piso, acaso estos dos, fruncí el ceño, conociendo a Sesshomaru nunca se atrevería a aceptar que estaba enamorado de Kagome, como siempre él fingiría que solo era sexo, bueno ojala no me odiara porque creo acabo de frenar aquello, sonreí, verlos todos desalineados dejaban claro que estaban haciendo, su voz me saco de mis pensamientos.
-Kagura.
-sí, señor Taisho.
-quiero que le des el caso Shikon a Kagome.
- ¿estás seguro Sesshomaru?
-sí, dile que mañana tiene que presentarme un adelanto del caso.
-pero Sesshomaru…
-vete-dijo sin mirarme.
Cuando regrese a mi escritorio vi que Kagome había ido al baño, estaba perfectamente maquillada y peinada, sonreí divertida, esta chica me agradaba para que formara parte de mi familia.
-Kagome.
- ¿si? -dijo nerviosa.
-el señor Taisho acaba de informarme que te asigno el caso Shikon, deberás trabajar con Bankotsu, él es abogado de fraude financiero, y un buen prospecto, está soltero, por si te interesa.
- ¿fraude financiero? -murmuro.
-a veces Sesshomaru nos sorprende, por cierto, para mañana quiere un adelanto del caso.
- ¿Dónde lo puedo encontrar? -menciono parándose de golpe.
- te llevo a su oficina.
Sesshomaru necesitaba un empujoncito para caer en la cuenta del amor que le tenía a Kagome, sonreí llevándola a la cueva del lobo, todos en el edificio sabían que ninguna mujer salía de su oficina sin haber disfrutado de él, caminamos del lado contrario del edificio, también era sabido de su rivalidad, esperaba que no me matara cuando supiera lo que hice, las tres secretarias alzaron sus cabezas al vernos, salude a todas con una sonrisa, estas miraron a Kagome con desdén.
-chicas, les presento a Kagome Higurashi la nueva pasante del señor Taisho.
-hola-murmuro.
-hola-respondieron.
-disculpa Eri, el señor Black está ocupado.
-no, ¿quieres que te presente?
-no hace falta-sonreí y pasé a la oficina.
La oficina estaba llena de libros, un cuadro de una montaña, mis ojos cayeron en el hombre sentado detrás del escritorio, quien enseguida sonrió devorando a Kagome con la mirada.
-hola Ban-salude besando su mejilla.
-Kagura que milagro.
-el señor Taisho envió a Kagome para que trabajen en el caso Shikon.
-no puedo creerlo-murmuro mirando a Kagome.
-bien los dejo-me despedí.
-bienvenida a mi oficina Kagome-susurro con sus penetrantes ojos azules.
-tenemos que entregar mañana un adelanto-menciono nerviosa apretando una carpeta a su cuerpo.
POV KAGOME
Me sentía muy nerviosa, Bankotsu me hacía sentir incomoda, este hombre era como versión masculina de Rin, se veía demasiado pervertido, todo en el gritaba SEXO, sus ojos no solo me miraban, me desnudaban, su boca sonreía de forma atrevida, me sentía perturbada, a diferencia de Sesshomaru este hombre me ponía ansiosa para nada excitada, inclusive me daba un poco de miedo.
En que estaba pensando Sesshomaru cuando decidió enviarme con él, pensé que le odiaba, me regañe mentalmente, debía concentrarme en demostrarle lo profesional que podía ser, estaba aquí para desarrollarme profesionalmente, mire a Bankotsu de nuevo, este aun sonreía de lado.
-deberíamos ponernos a trabajar en el caso-dije.
- ¿Por qué?
-porque debemos entregar…
-no eso, digo que porque estas tan nerviosa.
-no estoy nerviosa-mentí.
-sabes que este caso es muy importante para el BUFFET.
-sí, escuche de él.
-entonces si quieres tener algo para mañana tendrás que quedarte conmigo esta noche.
-disculpe.
-dudo-dijo revisando la carpeta con el caso-que sea muy fácil tener un avance.
-dime donde empiezo-dejando el bulto en otra silla.
Se levantó parándose frente a mí, poso sus manos en los antebrazos de la silla donde estaba y me miró fijamente- Kagome relájate no como, solo beso.
Continuara…
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El JEFE +18
ФанфикKagome Higurashi decide cumplir su loca fantasía, hacerlo con un desconocido no es problema se dice, total no lo volveré a ver... lo que no se imagina es que el hombre de ojos dorados le hará su vida en la oficina muy, pero muy placentera, dejando...