Youtubers | Jeon Jungkook

𝟏𝟓 El turno de Cédric

Jungkook acarició el pecho desnudo de Cédric, acababa de despertar con los ánimos completamente renovados y estaba dispuesto a seguir su plan.

La habitación estaba en total oscuridad, una fina estela de luz provenía de la parte superior de las cortinas. Salió de la cama, notando su desnudez, le picó la curiosidad y levantó un poco el edredón. Rio en voz baja, su compañero también estaba desnudo.

Sujetó la cámara, una sudadera y se encerró en el baño. Orino y luego encendió la cámara, empezando a grabarse a sí mismo frente a el espejo.

—Hola chicos, hoy es un día especial, es el turno de Cédric de obedecerme y mi consejo es que se queden hasta el final. —Salió del baño, aún estaba grabando. Corrió las cortinas y enfoco a el castaño, que ya había despertado. 

—Buenos días... creo.

Caminó hasta él. —Buenas tardes, jagi —Se sentó a su lado—, ¿sabes qué día es hoy? —Cédric negó con la cabeza— 24 horas diciendo que sí. Ve a preparar mi almuerzo en lo que me arregló.

—Oui monsieur.

—Tu francés me pone.

—Por eso lo hago, chéri —contestó coqueto. Vistió pantalones y una camisa y salió de la habitación.

Jungkook se quedó esperando un rato en la cama, hablaba del clima y como había sido su noche anterior junto a sus suegros.

—Se que ha jagi le fascina verme en sudadera, pero hace un poco de frío... Sobre las vacaciones, supongo que saldremos a pasear, hay un parque a 20 minutos donde se pueden hacer muchas cosas. 

Jungkook siguió hablando hasta tener su apariencia decente. Bajo las escaleras y asomo la cabeza por la que suponía y era la cocina, dentro se escuchaba la voz de Cédric y de su madre. Un delicioso aroma le golpeó de frente.

—Buenos días —saludó en inglés.

—Buenos días, Junkuki —respondió de regreso su suegra en un perfecto inglés.

Cédric le abrazó y dejó un beso en su cabeza. —Fue lo unico que aprendio en la escuela, mi papá le enseño a decir tu nombre —añadió burlón.

Jungkook rió y se acercó a la estufa. Nunca fue bueno cocinando, pero se defendía haciendo platos sencillos de la gastronomía coreana, como es el caso del kimbap. Había sartenes con huevos, salchichas y el horno contenía una especie de papa dorada.

—Mi mamá dice que si puede llamar a mi papá, está en el jardín trasero regando las plantas.

Jungkook asintio y abrió la puerta, salió y se encontró con Giovanni de espaldas y con una manguera en las manos. Se acerco y toco su hombro.

—Buenos días, Giovanni. Alizee le llama a comer.

—Junkuki, hijo, buenos días, ir enseguida. —Jungkook asintió y saco su celular, iba a grabar el paisaje. Giovanni le miraba de reojo y dudaba en comentar, pero termino haciéndolo—. ¿Ser para youtube? Yo ver sus videos, gustarme mucho.

¿Su suegro veía los videos? Vaya revelación.

—Sí, yo lo hacia antes de conocer a jagi, es decir a Cédric, pago un porcentaje de la universidad con el dinero de los videos —explico con voz suave.

—Uhm, ¿tus padres ayudar?

Jungkook asintio y tomo aire.

—Antes vivía en un mini apartamento, ellos lo pagaban y me daban lo suficiente para vivir... —Jungkook dudaba en contar la historia completa, solo Cédric sabía de ello—, en un momento tuve que sacar un prestamo de estudios... —Sentia como su voz se quebraba, aquel era un tema algo duro de tocar—, y... ah, mierda.

El asiático llevó sus manos a su rostro y limpio las vagas lágrimas que se habían escapado de sus ojos. Giovanni giró hacia él y lo envolvió entre sus brazos, le dio uno de esos abrazos que le recordaron el momento en que Cédric se sinceró con sus preferencias sexuales.

—Si necesitas algo, cualquier cosa, nosotros poder ayudarte, eres de la familia.

Jungkook asintio y sorbió su nariz. Desde la casa, Alizee y Cédric observaban la escena enternecidos.

Finalmente Cédric les llamo a comer. La comida estaba servida como en occidente, es decir con el plato lleno. Jungkook se sorprendió ante la cantidad de comestibles que el plato podía contener, inmediatamente pensó que no podría con todo, fue bastante la sorpresa al notar que había devorado cada trozo de comida.

El día se basó en la parejita disfrutando de los alrededores de Loudon, más específicamente del parque natural regional de Loire-Anjou-Touraine. Hicieron los tour que la administración les ofrecía y se pasaron allí toda la tarde. Cédric recordó vagamente el motivo del video, eran más vacaciones que el reto del sí.

Una de las peticiones del pelinegro era que cenaran a sola en un restaurante cualquiera, pero Cédric conocía lo quisquilloso que era, así que reservo en un lugar bonito, modesto y tranquilo.

Regresaron a casa únicamente para ducharse y cambiarse la ropa. Giovanni les prestó la camioneta y tan pronto como llegaron se marcharon. La reservación era para las 8:15 y ninguno quería ser impuntual.

La mesera les llevó hacia su mesa reservada, enseguida les dejo la carta y aviso que regresaría en 5 minutos para tomar la orden.

—Es bonito —comentó Jungkook con los ojos en la carta, que estaba en francés en su mayoría.

—Solía venir aquí con mis padres una vez al mes, en ese entonces solo servían almuerzos —relató.

Jungkook asintio con una sonrisa, le hacia feliz conocer la vida temprana de su pareja. Pasados los cinco minutos la joven mesera se aproximo hacia ellos con una sonrisa y preguntó por la orden.

—Je veux gratin dauphinois —la chica le miro confundida, no entendía el acento del todo—, papa gratinada, dile.

Cédric reprimió una risita y asintio.

—Oui je veux escargots de bourgogne, gratin dauphinois et du vin, merci.

La muchacha asintio y anoto todo, luego se marchó.

Jungkook suspiró y miró coquetamente al mayor.

—Tu francés me pone. —Cédric rió y acarició la palma de Jungkook sobre la mesa.

La cena fue tranquila y cálida. Jungkook se sentía nervioso durante el postre, miraba a la cámara cada tanto, la administración se los había permitido, les funcionaba como publicidad. Al terminar la comida se quedaron un momento hablando, Jeon sabía que era el momento.

Se levantó despacio y de su chaqueta sacó una cajita de regalo y tímidamente se la entregó al castaño. Este la tomo enternecido, comenzó a abrirla, contenía un anillo de plata.

—ChouChou, ¿qué es esto? —susurró.

—Cédric, ¿quieres casarte conmigo?

—Con reto o sin reto mi respuesta sería la misma, sí ChouChou, sí quiero.

Ambos sonrieron y se abrazaron entre los aplausos de los comensales y empleados del lugar. Sellaron el momento con un beso.

Otra vez se la rifaron :").