Sara
—Más que cambiarlos, deberíamos ampliar horizontes y conocer a más personas —propongo convencida—, ¿no te parece?
—Esta bien —responde Julio—. Si vamos a seguir explorando esta opción, imagino que sí.
—¿Y cómo lo vamos a hacer? ¿Buscamos otra pareja?
—¿Sabes? Creo que no. Porque las parejas swingers buscan un tipo de juego para el que yo no estoy preparado —comenta con sinceridad y pienso en que tiene mucha razón—.
—A mí me gustaría conocer a alguien más a parte de Iván. Podríamos buscar cada uno alguna opción por su cuenta.
Espero a ver su reacción. Menea la cabeza y asiente.
—Si es lo que quieres, podemos hacerlo. ¡Solo a nivel sexual, claro!
—Claro, a eso me refiero. Ayer conocí a un amigo de Blanca y estará mañana en la charla a la que no quieres ir.
—¿Y qué me quieres decir con esto? ¿te gusta?
Pongo cara de indiferencia.
—Sí. La verdad es que tiene algo que me llama la atención. Me gustaría conocerlo mejor y podría valerme para un rollito si él busca lo mismo.
—Joder, Sara. ¡Sí que estás abierta!
Lo comenta riendo un poco así que no me preocupo.
—Es lo que estamos haciendo, ¿no? Abrirnos.
—Sí, vale. Si ese tío te atrae y solo es sexo para experimentar y no colgarte de Iván, por mí vale.
No colgarme de Iván. Objetivo que no debo perder de vista.
El martes salgo muy justa de tiempo, pierdo el metro, me equivoco de parada, tengo que coger un taxi para llegar al lugar y con todo, llego media hora tarde. Blanca al final no ha querido venir. Dice que ella solo quiere jugar a los swingers y que no le interesa saber nada sobre relaciones distintas. Yo creo que ha querido dejarme a solas con Mat porque vio cómo nos mirábamos. En cualquier caso, aquí estoy, nerviosa e inquieta buscándolo con la mirada por toda la sala y, cuando por fin lo veo, suspiro aliviada. Veo que hay un sitio libre a su lado y avanzo entre los asistentes hasta él.
—¿Está libre?
Mat me mira, asiente con una gran sonrisa y parece que se alegre de que haya llegado.
—¿Hace mucho que ha empezado? —pregunto en susurros.
—Media hora, te has perdido todos los tipos de relaciones que hay fuera de la monogamia —responde en otro susurro acercándose a mi oído.
—Oh, mierda. Eso me interesaba mucho ¿has tomado apuntes o algo?
—¿Apuntes? —se ríe divertido— no. Pero tengo buena memoria—comenta dándose toquecitos en la frente.
—Entonces luego me haces un resumen, porfi.
—Hecho.
La charla es interesante, la ponente habla de tener vínculos sexoafectivos con más de una persona a la vez de forma consensuada, informada y ética. No dejo de imaginarme teniendo una relación así con Iván y Julio a la vez. ¿No sería la bomba? Iván aportaría —seguro— la chispa que me falta. Y con Julio tendría la comodidad de una relación estable como ha sido hasta ahora. Serían tan complementarios que me parece extraordinario.
Espera un momento, ¿por qué la cara de Julio de repente es la de Mat? Ni mi subconsciente se imagina a ni novio en esa tesitura.
Para el final se centra más en las características que ha de tener una relación para ser ética y sana. Los valores fundamentales son la comunicación, la sinceridad y el respeto por los acuerdos. Yo no concibo una relación —sea cual sea— que no tenga esos valores.
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El unicornio y mi crush
RomanceSara no pasa por su mejor momento en la relación que tiene con su novio Julio. Juntos deciden abrirla con esperanzas de que al explorar nuevas opciones, se reavive la llama de su pasión y vuelvan a tener la chispa que ella tanto anhela. Lo que no sa...