Llegué por fin a casa, me sentía claramente cansado y enojado, además de que me dolía la cabeza jodidamente fuerte, me encontraba de un pésimo humor y pasar por toda la maldita seguridad para llegar a la puerta de mi casa era peor que un dolor de huevos.
Me quedé ahí sentado con mis manos apretando fuertemente el manubrio de mi auto, mi espalda dolía de lo tenso que me encontraba, quería encontrarlos y quería matarlos de la manera más inhumanamente posible, troné mi cuello al igual que todas las articulaciones posible de mi cuerpo, logrando que me relajara un poco, quería dormir y quería hacerlo por horas pero por más que quisiera no podía.
Tomé el regalo de Arseni el cual se encontraba hace un par de días ahí listo y envuelto, ya que me gustaba hacer todo con mucho tiempo de anticipación, estaba por entrar por la puerta y frené, me sentía observado, me giré cual búho para mirar por mi alrededor y nada, los muros que nos rodeaban eran altos y de cemento, poseían alambres con púas totalmente electrificadas y la puerta de entrada tres guaridas armados custodiando una puerta de acero blindada, ni el mismísimo Putin podría entrar aquí, además de contar con un sistema de alarmas, al igual que un cuarto del pánico en el sótano de la casa, parecía alcatraz pero con las comodidades de cualquier mansión, en cuanto yo tomé el mando de todo, me encargué personalmente de proteger este lugar similarmente parecida a una presión, y como no hacerlo mi madre vivía aquí, al igual que en calabozo nada entraba o salía, pero aún sentía como el cabello de mi nuca se erizaba y esto pasaba siempre cuando algún peligro estaba cerca, mi casa era segura, pero no iba a dormirme en los laureles. Acomode mi ropa y maldecí al encontrar restos de sangre y mi ya no limpia camisa blanca, mal día para usarla, si mi madre la veía empezaría con sus insoportables preguntas que por suerte con los años habían parado, no quería arriesgarme a empezar un nuevo ciclo asique tomé la valiente opción de meterme por la ventana, trepé por la enredadera la misma que había odiado y habría deseado incontables veces quitarla pero mi dulce madre le dedicaba tanto tiempo y dedicación para que florezca llena de vida como ella, asique no podría tener el valor de hacerlo además de que hoy justamente me fue de muchísima ayuda su molesta existencia.Todas las plantas y flores o pequeños arboles eran producto de mi mamá le dedicaba como ya dije horas, podía verla desde la ventana de mi habitación como las cuidaba, las regaba e incluso les hablaba como si de niños se tratasen, no se si era por el cuidado o si ella tenía una especie de super poder que hacía que todo a su alrededor cobrara vida, pero esa vida fue la que la había condenado tantos años al lado de Anzor, él se alimentaba de ella, se alimentada de su amor, de su cariño, de su luz, de su cuerpo, absorbía su vida, siempre lo odie por eso, al igual que compartirla y ahora lo hacía con Grigori, Damien y Arseni no podía evitarlo, detestaba que ella tuviera a más personas a quién amar, porque por años solo fuimos ella y yo y ahora somos ella, yo y ellos, pero no podía aunque quisiera tenerla solo para mí porque sino sería igual que él, había tanto de él corriendo por mis venas, ese era mi castigo, pero siempre trataba de ser distinto a él y eso lograba que por lo menos ella sea feliz, teniendo esa vida que siempre quise darle, por más compartida que este, pero había algo que con el tiempo me di cuenta que yo hacía lo mismo, algo que no podría cambiar que al igual que Anzor alguna vez yo también necesitaba de eso y de ella, no podía evitarlo, necesitaba de esa energía, de ese amor como ella le decía, me alimentaba.
Cuando llegué al cuarto, entré por la ventana y luego la cerré, este era el cuarto de Grigori, desordenado al igual que su mente, negué para salir por la puerta, escuchando todo el lío de abajo por la pequeña fiesta que mi madre y Damien le organizaron a Arseni, me dirijo a mi habitación para poder me bañarme y cambiarme, una vez listo salí de allí no sin antes tomar una pastilla para el dolor de cabeza, aún con el regalo de Arseni en mano bajé por las escalera encontrándome con varios adolescentes amigos y amigas de mi hermano, iban a su colegio, mientras que mi madre se encontraba hablando con Damien mientras este la besuqueaba descaradamente provocando una sonrisa en ella, sentí enojo, siempre lo sentía cuando la tocaban, aún tenía ese miedo de que si la tocaban la lastimaran, pero era Damien y por su bien físico, espero que jamás le haga nada, aunque siempre lo mantenía vigilado, a todos en esta casa los mantenía así, sabía cuando salían, cuando entraban, cuando que comían, cuando iban al baño, etc.
![](https://img.wattpad.com/cover/230108782-288-k185501.jpg)
ESTÁS LEYENDO
💀Anton Kuznetsov💀⚫
JugendliteraturNuevamente me encuentro frente al espejo y me miro, observo cada parte de mi y pienso...¿Qué tan distinto soy a él? Con ella... no puedo serlo. Con ella nada me diferencia de él. Era el maldito rey del infierno. Y todos lo sabían. (*Parte ll de "los...