Odiaba esperar y ya habían pasado exactamente diez minutos.
Pero que carajo hacían que se demoraban tanto. Estaba por levantarme cuando la puerta se abrió dejandome ver a dos chicos, al parecer de mi misma edad que yo, uno bien alto y el otro más bajo.
-Buen día Lucifer...- me saludó sonriente el más bajo.- Me llamó Colins Bloom y el es mi hermano Colton.- extendió su mano a mi yo sólo la mire y luego de unos segundos la tomé tratando que no sea muy notorio mi asco hacia el contacto físico, asenti en forma de saludo, el otro solo se quedó ahí parado mirandome.
- Un gusto, sientensen.- ordene, ambos procedieron a sentarse.- Bien, ¿Que los trae por aquí?.- los miré a ambos.- Supongo que no vienen de vacaciones.- dije sarcástico.
- No...Diablo...o..como le gustaría que te diga.- me preguntó, su hermano rodeo los ojos.
- Anton.- dije serio.
-Bien..Anton, estamos aquí para presentarnos, nosotros vinimos desde los Estados Unidos para poder crecer en lo que hacemos y expandirnos, asique estuvimos hablando con gente para que nos dijeran si alguien gobernaba aquí, y bueno eso nos llevó a vos.- me dijo con una sonrisa, ¿no se cansaba de sonreír tanto?.
- ¿Que es lo que hacen y que pretenden de mí?.- pregunté apoyando mis manos sobre mi regaso.
- Bueno..hacemos lo mismo que vos, ya sabes...lavado de dinero, venta ilegal de arma y prostitución.- no deje que terminara.
- Yo no tengo nada que ver con el tema de la prostitución, no me dedico mi tiempo a la esclavitud de nadie.- comenté, ambos se miraron y luego a mi.
- Okey..bueno lo que queríamos hablar con vos, era de que si nos dabas tu aprobación para extendernos por aquí, podríamos ayudarte ya sea con enemigos o policías.- trató de que su propuesta fuera tentadora.
- Mira Colins ¿cierto?.- asintió.- No necesito ayuda de nadie, acá mando yo y tengo ojos por todos lados e incluso por el mundo, la Policía de acá está bajo mi mando y es nuestro principal conejillo de India.- sonreí apenas.
- Pero podemos ser de gran ayuda.- trató de convencerme, me quedé un rato pensativo, mientras miraba fijamente al hermano más alto que raramente no dijo una sola palabra pero si se dedicó sólo a mirarme.
- Podrán quedarse acá trabajando sólo para mí, ganando el 40% para ustedes y el resto de las ganancias para mi.- ambos me miraron con el entrecejo fruncido.- Estoy siendo demasiado caritativo, en otros lados le ofrecerán menos.- ahora me senté recto entrelazando mis manos por encima de la mesa.- Es mi única oferta.-aclaré.
-Trabajaremos para vos, pero no somos tus rameras.- me dijo el más alto, apreté mi mandíbula.
-Quién lo diría, sabes hablar, pensé que eras mudo.- le dije provocando su enojo.
-Sólo hablo cuando escuchó algo coherente.- gruñi, mientras el sólo me sonrío de costado, maldito.- Total el de las decisiones soy yo, ya que soy el maldito Rey.- sonreí burlón.
- Bueno,"Rey".- dije entre comillas.- mientras estes trabajando para mí y en mi mundo, el único maldito Rey soy yo.- me levanté de mi lugar, ambos me imitaron sólo que el mayor trato de avanzar a mí desafiadome pero su hermano lo evitó y no dejó que contestara.
-Es un placer hacer este trato con vos.- me dijo antes que su hermano hablara.- No te vas a arrepentir y tu negocio tanto como el nuestro crecerá y quién sabe capaz que nos hacemos socios.- me dijo alegre.
- Lo dudo.- me acerqué hacia la puerta, para abrirla dando por terminada la reunión, ya que tenía que encargarme de un maldito ladrón en una de las habitaciones en las que me divertía.
- Bueno..nosotros ya nos vamos.- Colins me extendió la mano, su hermano hizo lo mismo pero de mala gana.- Nos estaremos viendo seguido sobre todo para saber cómo te manejas acá.- asenti, antes que avanzaran hablé.
- Una última cosa, no quiero enterarme nada sobre prostitución.- me miraron con asombro.- si hay algo que no voy a tolerar es que metan esa mierda acá.- Colins asintió.- Cualquier cosa que no me guste, me encargare personalmente que no vean la luz del día.- los amenace, el hermano más alto gruño, apretando sus puños.
- Nada de prostitución...entendido.- dijo saliendo.- Nos vemos mañana jefe.- me dijo sonriendo para por fin marcharse, entré a mi oficina de nuevo para encaminarme a mi escritorio y ponerme alcohol en gel, me daba tanto asco que me tocarán, sólo permitía que mi mamá lo hiciera sólo ella, sólo con ella no me sentía sucio.
Ahora me encaminaba hacía la habitación oscura, pero John se acercó a mí corriendo y llamandome con el celular en la mano.
-Lucifer...su padre lo llama.- me dijo extendiendome el celular.
- Ahora no, me voy a la habitación oscura.- le dije alejandome de él.- No quiero interrupciones john, a menos que te ofrezcas como reemplazo del ladrón.- el negó aterrado.
- Lee..le diré a su padre que está ocupado, y que usted lo llamará.- me dijo desde lejos.
-Bien.- para luego entrar por la puerta completamente negra y blindada.
-Buenos días Tim.- le dije a uno de mis ex conejillos, este idiota creyó que podría robarme.- Hoy me levante muy inspirado.- le dije encaminandome hacia una gran mesa en donde tenía distintos tipos de juguetes, Tim luchaba por hablar o liberarse.- No no.- me acerqué a él luego de elegir uno de mis aparatos favoritos, era un artefacto especial el cual sacaba limpiamente la piel del cuerpo y también unas tijeras para cortar rosas perfecta para cortar dedos.- Oh vamos Tim, no me mires así que haces que me sienta mal.- le dije poniéndome los guantes de látex negros.- deberias haberlo pensado mejor antes de siquiera intentar robarme.- Lloró desconsoladamente, me acerqué a él, estaba encadenado con las manos arriba de la cabeza y también encadenado por los tobillos, me acerqué a sus manos y corte lentamente cada uno de sus dedos, el ver su cara de sufrimiento hacía que una sonrisa sincera creciera en mi rostro, observaba como lentamente las gotas de sangre roja caía lentamente mandancho el piso.- Carajo Tim, ensuciaste mi limpio piso.- negué divertido, ahora tomé el artefacto que sacaba la piel y lentamente la pase por su pierna, el tenerlo sólo en ropa interior me facilitaba claramente mi diversión, veía como la piel caía lentamente al suelo, luego de un rato, tomé un cuchillo para dejar varios cortes por donde la piel seguía estado, me sentía como un escultor personalizado su magnífica obra de arte, cerré los ojos gozando del glorioso sonido de su agonía mientras poco a poco se debilitaba para caer inconciente.- Carajo Tim no duraste nada despierto.- le dije enojado y mucho, tomé un cuchillo más grande ese que servía para cortar trozos grandes de carne y corte su cuello, de la misma manera que lo había hecho con Anzor, siempre lo hacía de esa manera, para recordarme siempre el increíble placer que me había producido haberlo matado. Aunque odiaba demasiado que fueran tan débiles, que no duraran nada, acabando con mi goce tan rápido, de que me servía tenerlos inconscientes,¿Sino podía disfrutar de como sufrían?, una vez que Tim dejó de respirar llame a mi grupo de limpieza, estos se encargaban de dejar pulcramente limpia la habitación y en otro lado se quemaban los resto, pertenencias y todo lo que me relacionaba con ellos.
Salí molesto de la habitación ya que no había disfrutado nada, aunque al mirar mi reloj me di cuenta de la hora, ya eran casi las 21 de la noche, esa maldita reunión habia tomado mucho tiempo y el resto del tiempo me la pase en la habitación, me gustaba mucho dedicar tanto tiempo y tantas horas para esos momentos, siempre podría perfeccionarme, siempre podía ser aún mejor, cerré la puerta de mi oficina y me encamine hacía la salida, casi no había gente sólo los de limpieza y los guardias, a las 21 siempre se cerraba todo, nada entraba o salía de aquí después de esa hora, este lugar quedaba completamente confinado.
Me encamine hacía mi auto y me puse en marcha hacía mi casa, quería ver a mi madre, lo necesitaba, aunque odiaba admitirlo ella me daba esa energía que necesitaba día a día, ese cariño que me alimentaba.
Llegué a casa y entré por la puerta luego de pasar por toda la seguridad.
-Llegué.- sólo eso bastó para que mamá saliera de la cocina junto con Grigori.
- Hola mi hermoso muchacho.- me abrazó fuertemente, mientras sentía como mi cuerpo se alimentaba de esa energía.
- Hola madre.- le sonreí.
- Hermanito.- Grigori trato de tocarme pero me aleje.
- No toques.- le dije seco, este sólo río.
-Mi amor, deja de ser tan malo con tu hermano....- gruñi.- ufff... lavate las manos y avísale a Arseni que ya cenamos.- asentí e hice todo lo que mi madre me dijo.
- Mocoso, la comida está lista.- entré por la puerta de la habitación de mi hermano, quien jugaba con Damien a la play.
-¡¡Anton!!.- dijo alegre dejando todo, para correr a abrazarme, carajo, cual era la maldita manía que tenían todos por tocarme, me aleje de él.- Te extrañe.- Me dijo alegre.
-Si bueno, mamá dijo que bajes.- asintió feliz y salió por la puerta.
-Hijo.- dijo Damien.- No me atendite hoy, ¿Paso algo?.- me dijo una vez solos.
- Estaba ocupado Damien.- me giré para salir también.
- ¿Que tal la reunión?- dijo siguendo mi paso.
- Excelente, tenemos nuevos conellijos.- me miró raro.
- Pero no se necesita ayuda hijo.- me cuestionó.
- Si los acepté fue para darme el tiempo de poder averiguar todo de estos tipos que se hacen llamar las serpientes, pero que nombre más ridículo por satan.-le dije serio.- No quiero que vuelvas a cuestionarme.- asintió con la cabeza agachado, que blando se había vuelto, mi madre lo había vuelto así, no había quedado nada del Damien que yo había conocido.
- Si lo siento hijo..- me sonrío y me dejó sólo por el pasillo.
Trone mi cuello tratando de relajarme y baje a cenar, como siempre en la cena permanecía callado, atento a todos, analizando a todos, una vez lleno, hice mi rutinaria despedida y me fui a dormir, carajo que estaba cansado.
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💀Anton Kuznetsov💀⚫
Novela JuvenilNuevamente me encuentro frente al espejo y me miro, observo cada parte de mi y pienso...¿Qué tan distinto soy a él? Con ella... no puedo serlo. Con ella nada me diferencia de él. Era el maldito rey del infierno. Y todos lo sabían. (*Parte ll de "los...