Habían pasado ya meses desde que dejé que esos tipos trabajaran para mí, por el momento no tenía nada que reprochar, eran bastante eficientes y no presentaban una amenaza, no por el momento, claro está que nunca hay que confiar en nadie, ni en tu propia sombra.
Las serpientes como hacían llamarse con ese ridículo nombre eran un grupo de varias personas que seguían órdenes de estos dos hermanos, y como todo líder tenían a dos personas como sus manos derechas, una chica de nombre Tori y un chico flaco de nombre Ian, quiénes eran los que se encargaban de ensuciarse las manos por ellos, más correctamente hablando por mí, así como el resto de su grupito, lo cual me resultaba patético pero mientras hicieran parte del trabajo y lo hicieran bien no me iba a quejar, claro que yo hacia el resto ya que sólo así las cosas se harían excelentes, por más que me gustará hacer todo yo, no podía el negocio era enorme y había un millón de cosas que hacer y de que ocuparme, por más que quisiera dividirme en millones de partes no podía, asique no me quedaba de otra.
Esté grupito por así decirlo mandaban en el narcotráfico, prostitución, ventas ilegales entre otras cosas allá en Estados Unidos, pero como ya dije antes solo allá, por lo tanto era cierto en parte su imaginativa ilusión por extender sus negocios en mi territorio, lo cual fue demasiado inteligente el no tenerme de enemigo.Ambos hermanos huérfanos, con un padre abusivo, cobarde y mafioso, quién mató a su madre en una de sus tantas golpizas y estos vengadores de cuarta lo mataron a él en venganza creo yo o simplemente para quedarse con todo lo que su padre había creado con el tiempo, el cual tampoco era mucho, por eso aunque me produzca náuseas admitirlo habían logrado mucho más que lo que su padre alguna vez habría logrado, eliminando y expandiéndose en poco tiempo por toda USA ganándose tanto aliados como enemigos, eran tantos los enemigos que no les quedo más que correr a refugiarse bajo mi ala, y yo como alma tan bondadosa siempre dispuesto a ofrecer mi ayuda lo permití obviamente sin saberlo, eso claramente no me lo dijeron, hubieran quedado como unos cobardes frente a mí aunque si lo hubiera sabido desde el principio tampoco los habría ayudado, directamente los habría matado por haber creído que era tan estúpido como para limpiar su mierdas asique me vinieron con la mitad del cuento y claro ellos no saben que me sé toda su jodida historia.
Todo esto lo sabía gracias a la linda pajarita cantora de Tori, solo le bastaban un par de noches de sexo para hacerla cantar, mientras la seducía con mi toque y la llevaba a los placeres que yo solo podría brindarle a quién tenga el privilegio de pasar un noche conmigo.
Así sin más me contaba todos sus oscuros secretos y no tan solo los de ella, pero yo sabía que había algo más, mi instinto me decía que tenían algo distinto en mente, y si Tori no me lo decía alguien más si lo haría, al final de cuentas los pájaros siempre cantan.
-Mierda Anton...cada vez esto es mejor-me dijo gimiendo más fuerte luego de haberla hecho llegar al orgasmo, unas embestidas más y llegué yo, el sexo en mi vida no era lo principal, si me gustaba tener sexo pero habían otras cosas que me causaban mucho más placer que el mismísimo coito y eso me imagino que es obvio lo que es. Me aleje de ella para así sacarme el preservativo hacerle un nudo y tirarlo al pequeño sesto de su habitación, jamás la llevaría a mi casa para que ensucie mi cama, además mi madre pensaría tontearías.- podría acostumbrarme a esto.- susurró prendiendo un cigarrillo la miré con una sonrisa burlona, esta sería la última vez ya que claramente no me decía más nada de esos dos hermanos, asique ya no era necesario este teatro.
- Lo mejor sería que no te acostumbres.- le dije seco- ya te dejé bien en claro desde un principio las cosas.- le dije mientras me cambiaba, ella suspiró.
-Yo..si..solo...creí- la interrumpí.
- Creíste mal, ya te había hablado al principio y sabes como son las cosas conmigo, la pase bien pero se acabó.- me acerqué a ella y besé su frente, ella asintió triste.- Te veo mañana temprano, ni un minuto tarde.- sin esperar respuesta salí de su habitación y luego de su departamento.
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💀Anton Kuznetsov💀⚫
Novela JuvenilNuevamente me encuentro frente al espejo y me miro, observo cada parte de mi y pienso...¿Qué tan distinto soy a él? Con ella... no puedo serlo. Con ella nada me diferencia de él. Era el maldito rey del infierno. Y todos lo sabían. (*Parte ll de "los...