глава 3

1K 65 1
                                    

Damien Ivanov

Aquí me encontraba como todas las noches metido a escondidas es su habitación.
Desde que aquella mujer con cara de Ángel vive en mi casa ese impulso y el deseo crecía dentro de mi sin nisiquiera pedirlo, el de admirarla, el cuál fue más fuerte que yo y después de días de tratar de controlarme ese deseo ganó y me animé a entrar a escondiadas sólo un poco pensé, sólo unos segundos y ya para poder así calmar esa sed pero lo que empezó como un poco termino siendo de vitalidad para mi, no podía evitarlo, me encantaba verla dormir, era tan hermosa y su cuerpo tan pequeño y tan perfecto aun así con esa panza que día a día comenzaba a notarse cada vez más, la hacia verse aún más hermosa si eso era posible.
Mi rutina de todas la noches se trataban de eso, de venir a su habitación y de admirarla dormir.
Soñaba despierto y me imaginaba lo dulce que sería probar sus labios o lo sueve que sería su piel.
Era increíble como esta mujer sin quererlo se había metido con lo más profundo de mi ser, en el poder que tenía sobre mí.
Desde la primera vez que la vi, pensé que era la cosita más hermosa que había visto, hace mucho tiempo no sentía algo así luego del asesinado de mi amada esposa Lorrin, el ser el capo más temido de toda Italia y gran parte del mundo te deja muchos enemigos, si bien era horiundo de Rusia y mi imperio nació allí, en Italia se concentraba todo mi poder y aquí es donde lo hice crecer, en fin en venganza de esos enemigos provocó que mi dulce esposa pagara el precio, por eso tenía miedo de acercarme a Galina era tan frágil y fuerte a la vez, tan dulce y sexy a la vez, era irresistible, era como una droga y yo un adicto que se moría por probar.
Pero también estaba Anton ese muchacho no lo pensaría ni dos veces en matarme mientras duermo si sólo me ánimo a tocar un sólo cabello de su cabeza, y si encima me tomo el trabajo de ponerlo en su lugar esta hermosa mujer me odiaria por siempre, y sinceramente no es lo que quiero..aunque me conformaría incluso con eso con tal de que ella sienta algo mínimo por mi, estoy hechizado, me siento drogado, toda ella tiene que ser para mí...tiene que serlo. Porque de algo estaba seguro que haría lo imposible con tal de que Galina sintiera algo por mí, algo...lucharía contra quién sea, incluso con Anton si se seguía oponiendo a mi y a mis deseos.
No lo pensé demasiado cuando logré sacar a ese mal nacido de su vida, si hubiera podido, lo hubiera matado con mis propias manos, lo hubiera hecho pagar por cada lágrima que haya logrado hacer derramar de esa carita hermosa, pero no me correspondía, eso le correspondía a Anton, él necesitaba vengarla y también era su deber el de liberar a su madre y ahora mi deber era el de ganarme su confianza, su cariño, su alma, sus deseos, sus besos, su amor, todo de ella tenía que se mío.
De a poco trataba de ganarme a Anton cosa que lograba pero tenía que hacer que vea que Galina sólo iba a ser feliz conmigo sólo conmigo y que ella nació para estar conmigo, a mi lado, de lo contrario tendría que deshacerme de él y sinceramente no quería eso, llegué hasta considerarlo como un hijo para mí, sí tenía a Grigori y amaba a mi hijo pero Anton era una máquina de matar, era excelente en todo lo que hacía, era perfecto para mi negocio, y debía admitirlo que era valioso un diamante puro al igual que su bella madre, y como soy un hombre ambicioso y persuasivo, no por algo tengo lo que tengo y estoy donde estoy, así que ellos no serían la excepción.
El ruido de la cama me sacó de mis pensamientos, por un segundo creí que Galina se despertaba pero sólo se acomodó en la cama para volver a dormir profundamente, cosa que me alivió.
Mire el reloj en mi muñeca ya las 4 a.m pasadas, debía irme a dormir mañana tenía que encargarme de algunos traidores, con el pensamiento de sólo despedirme, me acerqué a Galina para depositar un suave beso en su mejilla pero aún así no me bastó quería más de ella, pase mis dedos por su rostro y luego los pase por su cuello, llegando a su pecho rozando el contorno de los senos, carajo...podía sentir que mi pantalón apretada con tan sólo ese roce, quite mi mano porque sino no podría parar, mire sus labios y me acerqué poco a poco, sentí como si de imanes se tratasen...no me resisti y apoyé mis labios suavemente sobre los suyos, gemí gustoso, eran deliciosos, muy sabrosos, me aleje lentamente y sonreí.
- Buenas noches mi hermoso Ángel.- susurró, para luego girarme y salir de su habitación con todo el dolor en mi corazón pero tenía que irme, no quería cometer una locura y dejarme llevar con mis impulsos y deseos de probar más de ella...no aún.
Entre al mío y me tire en la cama, aún podía sentir sus labios, y ahora estaba aún más ansioso y dispuesto a besarla y que mis besos sean correspondidos al igual que lo que siento.

💀Anton Kuznetsov💀⚫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora