Nuevamente me encuentro frente al espejo y me miro, observo cada parte de mi y pienso...¿Qué tan distinto soy a él? Con ella... no puedo serlo. Con ella nada me diferencia de él.
Era el maldito rey del infierno. Y todos lo sabían.
(*Parte ll de "los...
Me había despertado más temprano que de costumbre y al recordar la increíble noche que había pasado con Galina mi cuerpo se estremeció, la miré y la encontré abrazada a mi cuerpo y con una se sus manos encima de mi pecho, tal imagen me encantó, el tenerla así me encantó, el saber que hace unas horas había explorado cada parte de su cuerpo, que lo había besado y que lo había tocado, era mía por fin lo era... Con cuidado la moví para poder sentarme en la cama y pensar un poco, por suerte sin problemas se acomodó y siguió durmiendo, miré la cuna del bebé y me levanté para así acercarme y verificar que Arseni estaba bien y como era de esperarse el pequeño se encontraba plácidamente dormido...
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Debía admitirlo aquel niño me resultaba encantador y pensar que ahora me pertenecía al igual que su madre, provocó una sonrisa en mí, porque era mío? Pues tenía mi apellido....cuando me encargué de los papeles de nacimiento, mi mano hormigueaba ante las ganas de escribir mi apellido junto con el de Galina y sin pensarlo mucho lo hice, mi mujer no sabe nada pero cuando se entere estoy seguro que le va a fascina, prácticamente es mío, y tomaré la responsabilidad de criarlo, lo necesitaba para cuando creciera, dirigiera mi imperio cuando yo ya me haya retirado junto a la máquina de matar de mi hijo del medio Anton, al chico la idea de que me haya puesto el título de su padre le resbala pero para mí si era importe, que no se mal entienda claro que amo a Grigori pero con los años he visto que no tiene lo que se necesitaba para lo que hacemos, no tiene las agallas para apretar el gatillo cuando la situación lo amerite y para colmo tiene demasiado corazón, no como el hijo prodigio el cual carece de hasta alma y me lo a demostrado cada vez que sus manos se marchaban de sangre. Yo no lo obligaba para hacer nada que él no quisiera, Anton con mucho gusto hacía todo el trabajo sucio por lo tanto yo lo cuidaba como si de un diamante en bruto se tratase porque lo era, era una joyita, y bueno por supuesto que si le pasaba algo Galina jamás me lo perdonaría y las cosas con ella se me complicaria, pero bueno ahora ella me pertenecía al igual que su cuerpo, su alma y corazón, como en el primer maldito momento que la vi, su vida ya era mía y por supuesto al igual que sus hijos, todo lo que ella tenía y representaba era mío, yo dije que lo conseguiría siempre lo consigo, sólo espero que Anton no de muchos problemas, porque habrá que solucionarlo como todos los problemas están las buenas soluciones y las malas espero que no se llegar jamás a las malas Y como si invocara al mismísimo diablo con sólo pensar en su nombre, Anton abrió la puerta...al mirarme sus ojos se oscurecieron de una manera impresionante, escaneo con la miraba mi cuerpo desnudo y luego miró a su madre, su cara de deformo apretando sus puños con furia, hasta por un instante temí de él. - Anton...hijo.- me levanté lentamente, mientras me ponía mis boxer, mi muchacho seguía con sus oscuros ojos mis movimientos.- Necesito que te calmes.- traté de hablarle. - ¿¿Que me calme??.- dijo derramando ira por todos sus poros y en cada palabra.- Te de dicho un montón de veces que te alejaras de ella...que matuvieras tus putas manos llenas de sangre lejos de mi madre.- se acercó lentamente a mí, baje la miraba a su bolsillo ya que en el se veía algo brillante relucir, carajo...tenía la maldita navaja que le habia regalado en su iniciación, mil veces maldito yo por estar en esta situación con un maldito asesino sin escrúpulos. - Necesito que te calmes...pensa en tu madre y tu hermano recién nacido.- levanté mis manos en señal de paz. - Te dije que iba a cortarte todos los malditos dedos y la maldita garganta si te acercabas a ella.- metió la mano en su bolsillo sacando la navaja estaba jodido. - Anton...por favor te pido hijo...necesito que entiendas que amo a tu madre.- traté inútilmente de buscar algún sentimiento en él. - La amas??.- río sarcástico.- ¿vos amas a alguien?...sos un maldito sin sentimientos al igual que yo cara dura.- dijo furioso, ahora que mierda hago, atiene a una probabilidad de salvarme me senté fuertemente en la cama mientras Anton me acechaba logrando así que Galina se despertara. - Que..Que..- dijo desorientada, refrego sus ojos para luego mirar.- Damien...que pasa....- miró a su hijo.- ¿¿¿Anton??? ¿¿¿Pero que haces con eso???.- dijo alterada para luego taparse.- Hijo por favor dejame explicarte....- se levantó de la cama con rapidez y tomó una bata que había en su cuarto, Anton sólo me miraba a mí, una vez con esa bata Galina de puso enfrente de mí..- Mi amor...yo..por favor.- dijo con lágrimas en los ojos. - Que me vas a explicar ¿¿eh madre??.- dijo mirandola con odio.- ¿¿que ahora andas revolcantote con él??, pensé que habías aprendido a no meterte con tipos parecidos a mi progenitor.- señaló, dejandome en evidencia y a una Galina confusa. - Pero..hijo...¿Que querés decir?.- dijo confundida mirandome, mierda muchacho. - Yo...- Anton me calló. -¡¡¡ Silencio!!! ¡vos nisiquieras hables maldito!.- gritó asustando a Arseni, provocando su llanto. - Hijo por favor, calmate.- me miró.- Damian llevate a Arseni ¿si?.- acercó su mano al rostro de Anton calmandolo increíblemente...literalmente fue como si hubiera cortado el cable indicado para evitar que la bomba personificada en Anton explotara...ahí lo entendí puede que el muchacho no tenga corazón y alma, pero su madre era su kriptonita.- Necesito hablar con mi hijo.- me miró suplicante. - Pero...- me interrumpió. - Por favor.- asenti, tenía miedo de dejarla sola con él podría parecer saber controlarse pero era un chico bastante inestable, era una bomba de tiempo, pero Galina se demostró confiada y segura, y al parecer era así pero sólo ella estaba a salvo con él, asique sin más remedio tomé a mi pequeño hijo y bajo la asesina mirada de Anton salí del cuarto de mi mujer. Al salir me encontré con Grigori confundido. - Papá...pero que haces así en ropa interior.- preguntó mirándome.- ¿Pasó algo?.- dijo en estado de alerta. - Anton entró a la habitación de Galina encontrándome desnudo junto a ella.- su cara era todo un poema. - Vos...y...¿Galina?.- dijo feliz, siempre le hizo ilusión nuestra unión pero luego borró su sonrisa, supongo que porque se habrá acordado quién era el hijo de mi mujer.- No sé si abrazarte por hacerme tan feliz con la noticia o si cavar una tumba y organizar tu entierro.- me dijo burlón, gruñi.- ¿¿Y que pasó??.- preguntó intrigado, caminé con Arseni en brazos y Grigori pisandome los talones. - Hijo...necesito espacio.- le dije cansado.- Casi muero allá adentro, Galina calmó a Anton y se quedaron ahi, no tengo idea de que pasará.- le dije sentandome en el sillón en ropa interior y con mi hijo en brazos. - Ojalá no te mate mientras duermas.- dijo preocupado, bufe molesto.- Ahora te traigo un pantalón y una remera.- asenti - Gracias hijo.- le dije agradecido, se giró y se fue.- Mierda..- al rato Grigori me trajo lo que prometió y nos quedamos callados tratando de calmar al pequeño, cosa que por fin logré, ahora sólo había que esperar.
