глава 4

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Galina petrov

Después de varios meses, desde de que mi vida cambió.
Aún sigue tatuado en mi mente, en mi cuerpo y en mi alma cada toque, cada palabra...cada golpe...cada abuso, estaba ahí siempre presente marcado en mi piel.
Luego de que nos fuéramos a vivir a Italia y de haber creado un lazo familiar con ambos sobre todo con Grigori que ha estado para mi noche y día, mientras mi hijo y Damien se la pasaban afuera, por suerte Grigori estaba ahí durante mi embarazo, yo no se lo pedí pero él le había dejado en claro a su padre que yo necesitaba a alguien las 24 hs del día y mientras Anton haga todo perfecto allí al lado de Damien, él podría quederse conmigo, lo cuál fue muy dulce de su parte, ya podía decir que lo consideraba como un hijo más, sin importar cuanto le pese a Anton con sus caprichos.
Hablando se Anton ha estado todo el tiempo encima de mí, no importaba que no estuviera presente siempre veía la forma de ordenar y de recordar a todos que yo era intocable y que era su madre y mi bebé su hermano, siempre ahí controlando y marcando territorio cual perro, al principio me parecía algo normal ya que alrededor de nosotros habían dos hombres los cuales habían sido desconocidos pero ahora ya había pasado el tiempo y nuestra afinidad había cambiado..como cambió con Grigori, también lo había cambiado con Damien poco a poco y mientras mi hijo no estuviera acechando él siempre encontraba la forma para acercarse a mí, hablarme dulcemente, regalarme detalles como flores o chocolates e incluso acariciar mi rostro suavemente acercarse a mi oído y preguntame de mi día, eran esos pequeños momentos en donde me sentía demasiado bien cerca de él, si bien mi corazón siempre será de mi amado Artemi, ahora podía sentir que tal vez...sólo tal vez podría darme otra oportunidad con el amor, la verdad no lo sé tengo miedo y ya no es por Anzor..no digo que mi hijo me haga daño pero he notado ciertas actitudes en él, ciertas cosas que más de una vez me sentí en presencia de Anzor y no en la de mi dulce niño...
Tampoco sabía si Anton estaba igual o peor, en parte lo entiendo creció con Anzor como padre y ahora sólo siente la responsabilidad de querer protegernos a toda costa, ya había hablando con él varias veces para que deje de tener ese peso sobre sus hombros pero parecía que le hablaba con la pared, y ese tema siempre era motivo de discusión con él.
Quería que lo entienda y que vea pero no, no había manera y yo a veces me siento asfixiada y eso me trae malos recuerdos.
Dejando de lado a Anton por unos minutos, mi embarazo iba excelente, Damien y los muchachos habían organizado su vida y trabajo alrededor a mis consultas y controles, para llevarme y acompañarme debo admitirlo eso se sentía tan bien, me sentía importante para alguien.
Él o la bebé estaba excelente y estaba queriendo ya nacer, todavía no sabíamos que era, ya que yo quería que fuera sorpresa, pero eso nos dejaba bastante ansiosos a todo. Ya teníamos varias cosas, entre ropita, pañales de tela, cuna, juguetería, etc, no paraban con los regalos, sobretodo Grigori, quién era el más ansioso por conocer a su hermanito o hermanita como él decía, era tan dulce, Anton por su lado era neutro si bien me preguntaba o tocaba a veces mi panza, sentía que le daba igual o más bien era bastante indiferente, y eso me dolía. Damien también estaba ansioso hasta bromiada con que tendría sus ojos, lo cuál hacía mi corazón latir con rapidez, no nos habíamos siquiera besado y él ya decía esas cosas, la verdad que me sentía acompañada y querida, y sentía que mi bebé lo estaría también.
Otro día más en cama, mis piernas y espalda me mataban, me sentía agotada e hinchada, sobre todo interesante, todo me molestaba o me desagradaba, por suerte tenía esos hombres que lo soportaban y tenían que hacerlo obviamente yo era la embarazada, de pronto sentí una punzada en mi vientre, provocando un fuerte dolor.
- Grigori...- gemí tratando de levantarme de mi cama, otra punzada, carajo.- Grigori.- volví a llamarlo pero ese muchacho no aparecía estaba haciendome el desayuno, me levanté por fin y sentí mojado en mi entrepierna asustada baje la mirada.- Rompí fuerte.- y así el típico dolor que me indicaban las contracciones me dejaron sin aire.- Grigori!!!.- grité más fuerte, para mi suerte este por fin entraba por la puerta.
- Aquí estoy mujer... Ya traje tu comida.- dijo sin mirarme.- No me retes.- río.
- Carajo, Grigori!!.- grité, levantó rápidamente su mirada y al verme así se asustó.
- Galina!!.- tiró todo el bonito desayuno al suelo..genial, yo a eso no lo iba a limpiar.- Que te sucede mujer!!.- dijo alterado corriendo a mi.
- Nada hijo...sólo se me antoja sufrir contracciones porque se me da la gana.- dije sarcastica y adolorida, me miró molesto.- ¿Pero que más crees? Estoy por dar a luz.!!- enseguida se maletero.
- ¿¡Que!?¿¡ya!? ¿¡Y ahora que hago!? ¿¡Que hago!?.- grito.
- Primero no grites.- se calló.- segundo respira hondo.- me siguió.- Y tercero..¿Qué te parece de llevame al hospital?.- asintió rápidamente para guiarme hacia la puerta.
- Y..y..y papá y ¿¿Anton??- dijo cuando nos acercamos a la salida de casa.
- Les dices cuando yo ya este allí cariño.- asintió.
Nos adentramos en el auto, nos pusimos el cinturón y con cuidado manejo al hospital. Estaciono el auto una vez llegando y me ayudo a bajar para luego caminar al hospital.
-¡¡Necesito un médico!!.- gritó.- Mi madre dará a luz.- mi corazón latío fuerte, era la primera vez que me llamaba así, sonreí.
- Ahora mismo la atendemos.- se acercó una enfermera con una silla de ruedas.- Señorita,¿tiene a su médico aquí?.- asinti adolorida...mierda.
-  D' angelo.- dije como pude mientras me llevaban por los pasillos del hospital.
- Muy bien, ahora mismo lo llamamos.- se alejo de mí para ir a llamarlo mientras Grigori tomaba mi mano, a los minutos volvió y me guió a la sala de partos.- estaba atendiendo pero ahora mismo se prepara.- asenti.
- Grigori.- dije como pude.- Llama a Anton por favor.- asintió.
Me alistaron y mi doctor apareció ya vestido.
- Bueno Galina, me alegro mucho de verte ya.- dijo tocando mi mano.- Ya sabes como es esto, asique sera fácil y terminará rápido.- me colocó en posición.- Dejame revisar que tan dilatada estás.- miró entre mis piernas.- Mhmm bueno te faltan 3 cm todavía, necesitamos esperar un poco más.- chile de dolor.
-¡¡¡Mamá!!!.- el grito de mi hermoso hijo afuera se podía sentí.
- ¡¡Anton!!.- grite igual.- Por favor doctor necesito a mi hijo aquí.- este me miró.
- Claro que si Galina ahora mismo lo prepararán.- después de unos minutos hijo entro a la sala de partos.
- Mamá...mami.- dijo alterado.- ¿¿Estás bien?? Cuando Grigori llamó, sentí mucho miedo.- dijo tomando mi mano.
- Tranquilo amor.- sonreí como pude.- Estamos bien.- pero eso no evitó que chillara.
- ¡¡Mamá!!.- dijo alterado.- ¡Carajo!doctor, haga algo y ¡saque a mi hermano de ahí! ¿¡No ve que sufre!?.- dijo furioso.
- Tranquilo joven.- trato de calmarlo para luego volver a revisar.- Listo Galina ya estas lista...¿lista para pujar?.- preguntó acomodandose.
- ¡¡¡Si!!!.- grité de nuevo, mierda me había olvidado del dolor.
- Entonces puja..Galina..puja.- me animo mi doctor.
Y así lo hice lo que parecieron horas y horas de trabajo y dolor, dieron sus gritos, podía escuchar a Anton gritándole al médico que si no lo sacaba él mismo lo haría y todo se silencio cuando el llanto de mi bebé se escuchó.
- Felicidades Galina.- me entregó a mi bebé.- Es un varón..sano y fuerte.- lloré de alegría otro niño más.
- Es hermoso.- dije totalmente enamorada.- Mira Anton....- mi hijo mayor lo miró estaba neutro.
- Es muy pequeño.- dijo tocando tu manito
- Si...bienvenido...mi hermoso niño.- fue cuando Anton soltó su mano y se alejó un poco.- ¿¿Anton??.- el solo miro a su hermano con el entrecejo fruncido.-¿¿Estás bien??.- sólo asintió y se acercó a mí.
- Si..mamá.- no dijo nada más, las enfermeras se llevaron a mi bebé para limpiarlo y a mi me llevaron a mi habitación para que descansara, en la sala de espera están Grigori y Damien ansiosos por entrar, no pudieron verme, sólo Anton estaba conmigo adentro, se encontraba callado. Cuando la puerta se abrió una enfermera me entregó a mi precioso bebé, me lo entregaron y me dediqué a admitirlo, y en mismo tiempo que Grigori y Damien entraban por la puerta.
- Oh por Dios.- dijo Grigori mientras se acercaba.- Es hermoso.- dijo encantado.- Miralo papá.- Damien se acercó a mí y me miro con sus bonitos ojos.
- Es el bebé más hermoso que vi.- dijo mirando a mi hijo.- Y eso que yo lo tuve.- río mirandoa Grigori sonreí.
- Anton....- llame a mi hermoso hijo mayor el cual estaba en un rincón del cuarto, me miro.- ¿Querés...cargarlo?- en sólo se acercó a mí y tomó con cuidado al bebé. Mientras lo miraba su hermanito menor apretó su dedo fuertemente, provocando en Anton la sonrisa más genuina que podría haberle visto en toda su vida..sus hermosos ojos mostraron por unos segundos un pequeño brillo y algo de vida.
- Hola...pequeño mocoso.- dijo burlón, reímos.- Si que sos fuerte.- miró su manito.- ¿Mamá?.- me dijo sin mirarme.
-¿Si mi amor?.- los miré.
- ¿Que te parece el nombre Arseni?.- me preguntó yo sonreí encantada.- Creo que ese nombre le queda perfecto, ya es significa fuerte..como él.- me miró.
- Arseni...es hermoso hijo.- sonreimos.
- Es un hermoso nombre hijo.- le dijo Damien, hacia varios meses en donde él le decía así a Anton pero a mi hijo le daba igual no le agradaba ni desagradaba estaba en neutro como él siempre suele estar.
- Si..es genial hermano.- Anton no respondió, sólo asintió.
- Y ahora mi hermoso ángel, te toca descansar ¿¿si??.- Damien se acercó a mí, aprovechando el descuido de Anton y sin esperarlo besó dulcemente mis labios, se alejó lentamente, dejándome aturdida.
- Damien...- él sólo me sonrío, estaba a punto de alejarse pero tomé su mano, tiré de él para luego tomar su cara entre las mías y así besarla yo, dejandonos sin aliento.
- Galina...- gimió gustoso y yo también.
- Shsh...que Anton no se entere.- susurro juguetona él mordió sus labios y me miró igual.- Ahora si quiero descansar..- cerré mis ojos y dormí tranquila, sabiendo que mis Hombres me cuidaban.

💀Anton Kuznetsov💀⚫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora