Sam

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Antes de que pudiese desprenderse de la camiseta totalmente Sam la frenó.

-¿Te has vuelto loca por completo?- le preguntó mientras la sujetaba por las muñecas- ¡Para de una maldita vez!  ¡Ya tuve suficiente con ver cómo te tocabas para ahora verte desnuda!

Tess alzó la cabeza- ¿Me viste?- no parecía avergonzada, y eso sacó aún más de quicio a Sam- Con que por eso me has estado evitando durante estos días.

-¿Y te parece raro? Pensaba que tal vez me había confundido, pero veo que no.

-No me digas de que no te excitó, aunque sólo fuese un poco- le espetó con sorna. Antes de que pudiese contestar ella se liberó de su apresión y se tiró contra él, envolviéndolo en un abrazo.

A Sam se le tensaron todos los músculos de su cuerpo -Suéltame- susurró revolviéndose- No quiero hacerte daño.

Su hermana le apretó aún más, por lo que se veía aquello le divertía-¿Es una amenaza?

Estuvo a punto de contestarle de mala manera, o incluso de apartarla de un empujón, pero ella se separó un poco de él hasta que pudo tenerlo de frente. Lo miró intensamente- Por favor, escúchame y te dejaré en paz.

Lo menos que le apetecía era escuchar más de lo que podía decirle Tess, por hoy había tenido suficiente. Cerró los ojos intentando relajarse y le resultó imposible. Todo esto le parecía un sueño, más bien una terrible pesadilla de la que tenía ganas de liberarse y de saber que tan sólo había sido producto de su imaginación, pero allí estaba Tess para confirmarle que era tristemente la realidad. 

<<Dí que era una broma, que me querías tomar el pelo y ya está>>

 -Está bien- terminó por decir- te escucho.

Su hermana suspiró-Me da igual lo que digas o lo que creas, yo te quiero- le dijo con voz firme y fría- Tampoco me importa lo que los demás puedan pensar, no voy a ocultar mis sentimientos, te guste o no.

Él frunció el ceño y soltó una risa nerviosa -Pues claro que no me gusta. Es imposible que estés enamorada de mí, los hermanos no...

-Si no me quieres como te quiero yo sólo te pido una cosa.

Tenía miedo, ya era imposible de ocultar lo muy asustado que estaba-¿Cuál?

Le echó una mirada estoica -Un último beso. Dame un beso y te prometo que no volveré molestarte de nuevo.

-Ni lo sueñes- le contestó con voz cortante.

-Sólo un beso- insistió ella.

-¿Por qué quieres...?- preguntó lleno de confusión.

-Porque así estaré feliz, y te olvidaré- respondió con sinceridad.

Sam resopló -No es cuestión de que me olvides, me refiero a que...

-Te lo prometo.

Sam arqueó las cejas -Estás tronada si piensas por un instante que te voy a besar intencionadamente- dijo enfadado.

-Antes nos hemos besado- recordó Tess.

-Querrás decir que me has besado tú, yo estaba dormido, si hubiese estado despierto jamás habría permitido ni que te acercases a mí.

Tess agachó la cabeza y mustió -Sam...por favor- había tanta desesperación en su voz que Sam sintió algo muy extraño en lo más profundo de sí mismo. La conversación era una locura, lo que decía su hermana era una locura, en total todo este día y toda esta semana lo estaba siendo, pero lo que iba ha hacer lo era aún más, pensó que ya no quedaba nada que perder, aunque tal vez se arrepentiría para siempre.

Sus palaras salieron con fluidez -Uno sólo- acabó cediendo- Ni uno más. Pero prométeme que no volverás a intentar nada ni a soltarme ridiculeces de que me quieres o no se qué más.

Imaginó de que sonreiría, pero no había rastro de emoción en su rostro -Cómo quieras.

Ella lo volvió a abrazar y el consiguió sosternerse en pie hasta que durase aquel disparate. Seguidamente Tess volteó su cabeza hasta tenerla delante de la de su hermano, como había ocurrido minutos atrás en el sofá, pero esta vez Sam estaba despierto.

<<No puedo creer lo que estoy haciendo>> pensó cuando su hermana acercó lentamente sus labios a los suyos. Le besó con ternura y suavidad, pero conforme pasaban los segundos fue acelerando el ritmo, hasta que su lengua se abrió paso hacia dentro. Sam quiso pararla, sin embargo la dejó hacer, no había puesto condiciones de todos modos <<No puedo creer nada de esto>> sin pararse a meditarlo, jugueteó con su lengua, moviéndola y explorándola por su boca, por un momento se olvidó de que era su hermana pequeña a la que estaba besando, en aquel instante únicamente se trataba de Tess. El beso duró más de lo que tenía previsto, y aún así de haber terminado y de haberla mirado a los ojos inconscientemente atrajo hacia él el rostro de su hermana para volver a besarla de nuevo. Otra vez sus bocas estuvieron en contacto, Tess lo abrazó con fuerza mientras Sam acarició su espalda y metió las manos por debajo de su camiseta. Antes de que aquello se prolongara más Sam volvió en sí y la apartó de él.

-Te dije sólo un beso- murmuró tratando de recuperar el aliento.

-Y yo sólo te he dado un beso- replicó- el otro me lo has dado tú.

<<Sí...el otro ha sido mío>> se dijo buscando una razón por la cuál le había devuelto el beso. La cabeza le daba vueltas y sentía como si su cerebro retumbase por dentro. No podía evitar maldecirse por el acto repugnante que acababa de hacer, y por lo bien que se había encontrado haciéndolo <<Me he excitado, lo suficiente para olvidar frenarme>>

-Eso no importa- dijo Sam- ya has tenido lo que querías, ahora dejémoslo estar.

Tess fue abrió la boca para contestarle, pero nada más aquel gesto la puerta principal se abrió, ambos hermanos se sobresaltaron.

-Hola chicos- saludó su madre al entrar en la casa, parecía bastante cansada, pero cuando tuvo una vista buena de sus hijos su mirada cambió por completo- Tess...¿qué haces con tan poca ropa?

-Me voy a mi habitación- dijo la muchacha sin tan siquiera prestar atención a su madre. Antes de desaparecer por el pasillo, le echó un fugaz vistazo a su hermano, éste se revolvió nervioso.

-¿Y tú?- le preguntó volviéndose a él- ¿Cómo es que no estás ayudando a tu padre en el taller?

-Iba a ir pero empecé a encontrarme un poco mal.

Su madre aflojó la mirada y se acercó a él- La verdad es que tienes mala cara- le tocó la frente con la mano- pero no creo que tengas fiebre, ¿has podido dormir?

-No mucho- se sentó de nuevo en el sofá y se sujetó el rostro con las manos.

-Hoy ha estado Mackenzie en el restaurante- comentó la señora Way- me ha preguntado si ibas a ir a la acampada esta noche con ella y los demás. Dice que te ha enviado bastantes mensajes al móvil, pero no has respondido ninguno.

Sam recogió el móvil entre sus manos, se le había pasado por completo lo de la playa, y con razón. No todos los días tu hermana intenta besarte <<Once mensajes>>

-¿Vas a ir?

-No lo sé mamá, no tengo ganas de salir.

Su madre rió- Vaya, entonces es verdad de que no te encuentras bien- ocupó un hueco en el asiento junto a él- Deberías ir para despejarte y para estar con tus amigos, últimamente te hemos exigido bastante y tal vez por eso estés así. 

-Lo pensaré- susurró, <<Pensaré en cómo podré evitar a Tess hasta que pueda marcharme de aquí>>

Bella CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora