X: Cuatro boletos para el primer vuelo a Puerto Vallarta, sin escalas.- Pidió Gorka, uno de los trabajadores de Ova.
Xx: El vuelo más cercano acaba de salir, pero el vuelo siguiente sale a las cinco pm.
Gorka: Sí, está bien, démelos.
Xx: ¿Primera clase o turista?
Gorka: Primera clase.
Xx: Son mil quinientos dólares. ¿Pagara en efectivo?
Gorka: Sí.- Saco la cartera y tomo el dinero exacto.- Toma.
Xx: Aquí tiene, sus boletos. Buen viaje.
Gorka: Gracias...
En cuanto le dio los boletos Gorka se alejó de ella y fue directo a donde estaba sentado Osvaldo.
Gorka: Señor, aquí está su boleto.- Le tendió el papel a su jefe y éste lo acepto asistiendo.
Osvaldo: Gracias, Gorka.
Gorka le entregó los otros dos boletos a sus compañeros y se sentó, uno de ellos, William, le tendió una botella de agua y él se la término de un sorbo.
Edgar: Señor, ¿qué planea hacer cuando lleguemos allá?- Pregunto el último no nombrado.
Osvaldo: No lo sé, Edgar.- respondió sin mirarlo.- Llama Fraus, dile que prepare a mi nena y nos vea en el aeropuerto allá en México, hace mucho no la usó...
Edgar tomó su celular y marco a Frausto, trabajador de Osvaldo, mexicano, él los estaría esperando y así poder llevar a cabo el 'plan' de Osvaldo, que ni siquiera tenía uno.
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Oriana: ¿Cómo te sientes?
Julián: Mejor. Me he quitado un peso de encima al decirte la verdad.
Oriana: De verdad, lo siento tanto.- Ella lo abrazó, como si pudiera juntar todo lo que se rompió dentro de él.
Julián: Ori, no tienes que pedir perdón, tu no tuviste la culpa de nada ¿sí?- La separó un poco de sí para mirarla a la cara, ella miraba al suelo.- Hey, mírame.- Ella levantó la cara y lo miró a los ojos. Oriana tenía los ojos llorosos. -No llores. -Y la beso, fue un beso tierno, como si intentara tranquilizar, y lo logro, la morocha dejo de llorar a mitad del beso. Cuando Julián se dio cuenta y la dejo de besar, tenían que respirar. -¿Mejor? -Preguntó, después de un rato.
Oriana: Mejor... -Ambos guardaron silencio, él la rodeo con su brazo y así permanecieron un rato. Después Oriana empezó a reír.
Julián: ¿Qué te pasa?
Oriana: Julián, apestas. -Él la miro incrédulo.
Julián: Bueno, tú no hueles tan bonito que digamos.
Oriana: ¿Y si nos duchamos?
Julián: ¿Juntos? -Levantó una ceja coquetamente, ella sólo sonrió.
Oriana: ¿Y por qué no? -Él le sonrió y se levantaron juntos del sillón.
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