Capitulo 8.

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Narra Morgan:

Sin darme cuenta me perdí entre una multitud de gente y claramente no encontré a Blair, pero soy independiente y no necesito a nadie para que cuide mis espaldas a cada segundo, así que me dispuse a caminar por la casa la cual estaba echa un total lío. Personas follando en los muebles, condones en el suelo, drogas y alcohol por todos lados, chicas semidesnudas bailando encima de las mesas, era simplemente increíble. Y yo creía que las fiestas de 3 o 4 días de Hollywood del 2020 eran una locura, esto simplemente no le llega ni a los talones.

Mientras caminaba pude a ver a Izzy, Steven y otros dos chicos que no conocía sentados en el suelo con ligas atadas en los brazos y con inyecciones en los brazos. Me sorprendía verlos ahí, pero no demasiado ya que sabiendo quienes eran, no le di mucha importancia, así que solo seguí caminando por la casa buscando una mesa con alcohol.

Cuando logre encontrar una me acerque y tome una botella de algún alcohol que no conocía y me pegue del pico para dar largos tragos a esta. Solté un suspiro y la dejé en su sitio hasta que escuché un silbido detrás de mi y al girar levemente mi cabeza noté que era Nikki, sonreí de lado y me giré por completo quedando frente a él.

— ¿Morgan, no? — pregunto y asentí, el sonrió y se acercó un poco más a mi con su mirada seductora.

— Así es — lo mire de arriba a abajo y he de admitir que era un chico muy atractivo.

— Tu no eres de aquí...se te nota en la cara — me tomo del mentón y yo rodé los ojos con una sonrisa.

— ¿Se nota tanto? — el soltó una risita y me ofreció una pequeña bolsa con lo que suponía que era cocaina, pude ver que tenía marcas rojas y moradas en los brazos. —, gracias — tome la bolsita y lo miré a los ojos los cuales me miraban con deseo.

— Vamos arriba, así podemos hablar mejor — me tomo de la mano y me condujo escaleras arriba. No se porque, no tenía miedo a pesar de que sabía para que me llevaría arriba, yo no iba con esos fines, yo solo quería hablar.

Después de entrar a muchas habitaciones que estaban ocupadas, encontramos una que estaba vacía, la examiné y había ropa de hombre en el piso y algunos posters en las paredes.

— Bienvenida a mi habitación, disculpa el desorden. — se sentó en su cama y me invitó a mi a sentarme con el acepté y estuvimos conociéndonos mejor, preguntándonos cosas de nosotros con varias carcajadas de intermedio ya que decía cosas muy graciosas y yo soy una inmadura que se ríe de todo, además de que tenía un vaso de vodka encima y varios tragos de una bebida que no se identificar.

No se como pero ahora lo estaba ayudando a apretar una cinta en la parte superior de su brazo mientras se inyectaba una dosis de heroina, no le tenía fobia a las agujas así que pude ver con total tranquila como la aguja entraba en su piel y dejara que el líquido empezara a viajar por sus venas, luego de que sacó la aguja un moretón se empezó a hacer en esa área.

— ¿Quieres probar? — me miró mientras en su mesa de luz preparaba una línea de cocaina, lo pensé por un momento mirando directamente hacia la ventana.

— Luego — me acerqué a la mesa y inhale la línea de cocaina y luego me volví a poner derecha, el ardor se empezó a sentir en mi nariz pero era soportable, miré de reojo a Nikki el cual me veía con una sonrisa.

— Yo te traía aquí para follar, pero me terminaste cayendo bien — reí y negué para sentarme de nuevo frente a él.

¿Y si viajamos a los 90? (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora