Narrador omnisciente:
Recorrió el lugar por última vez con la mirada, la habitación de el centro de rehabilitación que había sido su hogar por un año entero estaba ya al igual que el día en el que llegó.
Salió de la habitación con su mochila en un hombro, se fue despidiendo de varias personas que había conocido y que le deseaban suerte, al fin saldría de este lugar que tanto odio.
— Te nos vas, Morgan — el enfermero que la había ayudado en todo este tiempo la esperaba al final del pasillo. — Te extrañaremos aquí, la rebelde sin causa del hospital — soltó una pequeña risa y miró la ventana que daba hacia afuera.
— Créeme yo no extrañare esto, no nací para estar encerrada — dio un suspiro recordando su escape a Los Ángeles —, nací para escaparme sin dejar rastro, Marco — le guiñó un ojo y ambos fueron escaleras abajo hasta llegar a recepción, en la que la esperaba Steven.
Al verlo corrió hacia el y le brincó encima enrollando sus piernas en su cintura y sus brazos en su cuello, Steven la abrazo por la cintura con fuerza para que no cayera.
— ¡Hoy nos vamos! — Steven también había estado en rehabilitación, solo que en otra área, Morgan asintió con una sonrisa y salieron del lugar despidiéndose de todos.
Los Ángeles de 1992 seguía igual de soleado que siempre, las calles igual de pobladas y el sonido de las bocinas que tanto la caracterizaba. Se montaron en el auto de Steven y estuvieron en silencio todo el camino.
Por la cabeza de Morgan viajaban los recuerdos, nunca imagino conocer a estos chicos y ser una parte importante de su vida, siempre lo deseo, pero era imposible que se hiciera realidad.
Recordó a esa niña de 14 años llegar a casa de Blair casi gritando con un póster de ellos diciendo que eran lo más hermoso que había visto en la vida. Ahí empezó ese cariño al rock.
Pasó 1 año y en la pequeña reunión de su cumpleaños número 15, su madre le había gritado infinidad de cosas así que solo se sentó en el sofá de la pequeña sala a calmarse. A su lado se sentó su amiga y Morgan dijo esa frase que se volvió el escape a todos sus problemas.
¿Y si viajamos a los 90'?
Por otro lado, la vida de Blair había vuelto a la normalidad en parte, estuvo meses con una depresión por la pérdida de su amiga, pero ya lo había superado.
Su cumpleaños número 24 se acercaba, y no podia creer que sería otro año sin pasarlo con su mejor amiga.
Un montón de fotos se encontraban regadas en la cama, fotos de ella y Morgan o de Morgan sola.
Miró su closet y se levantó para sacar sus mejores tesoros, tomó una lata de chicles y al abrirla habían un montón de fotos instantáneas.
Había una de cada una de los chicos, varias de todos juntos, ella dándose un beso con Izzy, Morgan peleando con Axl, Erin y Axl dándose un beso apasionado y Morgan junto a ellos sonriendo a la cámara, una de ella abrazando a Slash, una de ambas dejando un beso en cada una de las mejillas de Steven el cual estaba con una sonrisa y los ojos cerrados, y otra infinidad de fotos.. Hubo una que le sacó una sonrisa, eran ellas junto con los 5 chicos, todos en ropa interior y ellas con una camisa y en panties, estaban en la cocina preparando té después de una resaca.
No sabía quien había tomado esa foto, pero la guardaría como su tesoro más Preciado.
Recordó cada momento con su amiga, las peleas en el departamento, su llegada a Los Ángeles, todo.
Recordó ese momento en el que la chica llegaba luego de una pelea con su madre, la abrazaba y decía lo mismo de siempre.
¿Y si viajamos a los 90'?
Quien diría que ese sueño se haría realidad, pero que solo una pudiera cumplirlo como tal.
Quito esos pensamientos de su cabeza y salió disparada al trabajo, ese sería su último día trabajando ahí, ya que había conseguido un mejor empleo en el que podía manejar su profesión, apenas llegó y se puso su delantal el gerente la llamo. Ella se le acercó y lo miró a los ojos.
— Dime, Alex — su gerente era más o menos 2 años mayor que ella, pero si era bastante estricto.
— En la mesa 6 del área V.I.P están dos personas importantes y quiero que tu los atiendas — asintió y al tomar la pequeña libreta en la que anotaba los pedidos y el bolígrafo caminó a paso rápido hacia la mesa 6.
Pudo ver que se trataba de un señor de cabello rojo bastante opaco y estaba algo subido de peso, unos lentes de sol cubrían sus ojos, sabía perfectamente quieren era. En frente de el estaba sentada una señora de unos 49 años mirando el menú con el ceño fruncido.
— ¿Puedo tomar sus órdenes? — Axl levantó la vista y se quitó los lentes, Blair pudo confirmar sus sospechas.
— Si a mi me das...— la mujer lo interrumpió.
— Dos pastas boloñesas, ambas con Coca-Cola, tu vuelves a hablar y te corto la lengua — amenazo al pelirrojo y este se quedó callada de brazos cruzados, pero no rechistó, se le hacía algo conocido.
— ¿Algo más? — tomó de nuevo el menú y por primera vez la miró a los ojos, se sorprendió un poco y hizo una pequeña sonrisa. Blair al verla intento ocultar lo sorprendida que estaba. No podía ser ella.
— Un mouse de chocolate — asintió y Se alejó para que cocinaran sus pedidos.
Al estar listos se los llevo, recogió las cosas y al instante le pidieron la cuenta junto con un papel y un bolígrafo, no entendía para que, solo se los dio.
Luego de que pagaran y se marcharan, recogió la pequeña carpeta con la cuenta y vio un papel que decía "Para Blair" ¡Si! Era Morgan.
Dejo la carpeta en la caja y siguio con mi día laboral.
Al llegar a su casa y darse un baño, tomó su mochila y buscó la nota se sentó en su cama y al abrirla y leerla una sonrisa se dibujó en su rostro.
Para Blair:
¿Y si viajamos a los 90'?
Fin.
Les quiero agradecer a todas las personas que leyeron esta historia, en este momento (agosto 2020) no son muchas, pero espero que la hayan disfrutado leyendo como yo disfrute escribirla.
Quiero decir desde ahora que no habrá 2da parte, es solo esta y ya.
Estoy pensando en escribir otra pero la publicaré luego.
¡INFINITAS GRACIAS A TODOS LOS LECTORES!
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¿Y si viajamos a los 90? (TERMINADA)
Romance¿Alguna vez no se les antojó poder viajar en el tiempo para conocer a sus ídolos en sus mejores momento?