¿Y si viajamos a los 90? (TERMINADA)

Capitulo 16.

Narra Blair:

Ya había llegado de la consulta para los exámenes y como siempre, no había salido nada, no encontraban que tenía y Morgan seguía gastando dinero en mi y en Steven. Y ustedes dirán, Steven es un rockero famoso, ¿donde mierda esta el dinero? Pues El Niño se lo gasto todo en droga y ya no tenía técnicamente nada, lo poco que le quedaba se lo gastaba en bares cuando recaía.

Estaba en el auto de Izzy mientras el compraba algunas cosas en un supermercado y yo solo miraba por la ventana. Estaba harta de que mi amiga gastara dinero y que yo ya no pudiera aportar nada de dinero a la casa. En la radio sonaba Are You Ready de AC/DC, el cielo en California estaba gris, lo cual era bastante raro.

Escuche la puerta del piloto abrirse y cerrarse, me giré y me encontré a Izzy con varias bolsas en las manos y las dejó en la parte de atrás.

— Amor...— el me miró de reojo mientras nos poníamos en marcha para ir a casa.

— Dime, cielo, ¿te sientes mal? — me miró por un segundo algo preocupado y luego volvió su vista al frente.

— No...no es eso, es solo que...tú sabes mejor que nadie el problema de Morgan con la heroína — el asintió lentamente —, ¿crees que se pueda hacer algo para que la deje? — el se quedó pensando unos segundos y puso una de sus manos en mi pierna.

— Blair...he intentado hablar con ella al igual que todos los chicos, hasta obligamos a Nikki a que la intentara convencer. Tu sobretodo haz hablado mucho con ella...pero... — se quedó callado pensando lo que iba decir y me miró aprovechando que estábamos parados en un semáforo en rojo —, al final la que decide es ella, ella es la que tiene que tener la fuerza de voluntad para dejarlo...yo lo deje ya hace un tiempo y me siento bastante bien..ella ahora tiene mucha presión, ya que no solo te tiene que cuidar a ti, si no también al terco de Steven — siguió avanzando sin dejar de mirar la calle —. Es un drogadicto y tu que casi no puedes salir, le he insistido para que te mudes conmigo y no quiere...solo queda que se de cuenta que se está destruyendo y tal vez pare...y si no para a las buenas cuando le de una sobredosis o que le pase lo que le pasó a Sixx ya hace tiempo — el se encogió de hombros y yo solo asentí, las adicciones de Morgan también me preocupaban bastante.

— Supongo...espero y se de cuenta por las buenas — una sonrisa forzada se asomó en mi rostro y el me dio un apretón en la pierna.

— Ya veras, pequeña — llegamos a casa y plantó un beso en mis labios el cual correspondí. Nos separamos y subimos a el departamento en el que estaba Steven comiendo popcorns.

— ¿Como te fue? — me senté junto a él e Izzy fue a dejar las compras en la cocina para luego sentarse en el sillón individual.

— Bien...supongo, llevo un mes que no recaigo y es buena señal — me miró con una sonrisa y se metió un puñado de popcorns en la boca.

— Ya veras que todo irá para bien y volverás a la Banda — Izzy era el único que Steven toleraba de la banda, cada vez que los tenía cerca le daba una crisis, el solo le dedicó una sonrisa y seguimos viendo la película que Steven veía.

Sin darnos cuenta nos quedamos todos dormidos, yo me desperté cuando escuché la puerta abrirse y vi a Morgan entrar con los ojos rojos e hinchados, y también con las pupilas algo dilatadas. Ella dio un último sollozo y cerró la puerta, al verme ella rápidamente seco las pocas lágrimas que aún rodaban por sus mejillas. Me levante con cuidado de no despertar a Steven y me le acerqué, ella estaba en estado de shock.

— Morgan — susurre y un fuerte olor a licor, marihuana y tabaco inundó mis fosas nasales, eso hizo que me mareara un poco.

Ella me tomó de la mano y me llevo a su habitación, rápidamente se quitó su chaqueta dejando ver las marcas moradas en sus brazos y viejas cicatrices de jeringas.

— ¿Donde estabas? Ya son las 12 de la noche — mire el reloj de Morgan y luego pose mi mirada en ella, en su cuello se veían también marcas de jeringas —, Morgan eso ya es demasiado — fruncí mi ceño y ella solo bajo la mirada.

— Cuando salí de trabajar fui a ver a Nikki al centro — Nikki se había internado en un centro de rehabilitación hacia ya un mes junto con los demás miembros de la banda, estábamos pensando en también internar a Steven. —, ya que estaba aburrida fui a Rainbow y cuando desperté estaba en un callejón cerca de aquí — se encogió de hombro y guardó su chaqueta en el closet.

— Ósea que quedaste totalmente inconsciente — asintió lentamente y me acerqué a ella quedando frente a frente, dejándome ver restos de polvos blancos en su nariz. — Morgan para por favor, te vas a terminar matando. — pase mi dedo pulgar por su nariz y quite los polvos de esta.

— Discúlpame...no volverá a pasar, o al menos no de esta manera — vació su mochila en la cama y noté que tenía bastantes billetes sueltos, chicles, chocolates, una billetera, algunas bolsas con sus polvos raros y varías fotos instantáneas en las que se veía como un chico que no conocía le inyectaba alguna sustancia en el brazo y Nikki a su lado dándole un beso en la mejilla sosteniendo la liga de su brazo, ella solo tenía una media sonrisa con el ceño medio fruncido y los ojos cerrados — Toma Blair — me dio un cheque y vi que era de 300$ —, es para la próxima consulta. — me dedico una sonrisa y volvió a guardar las cosas.

— ¿Iras tu conmigo, verdad? — me senté en su cama y ella asintió con una sonrisa, dejó su mochila en su escritorio y se sentó junto a mi mirando hacia su ventana —, deja las Morgan...hasta Nikki sentó cabeza luego de el accidente — ella soltó un suspiro y bajo la mirada.

— Lo intentaré...y si no lo logro nos tendremos que internar Steven y yo...pero eso será luego de que estés mejor — me dedico una sonrisa que sabía que era falsa.

Le dolía mi situación, y la depresión de Steven no ayudaba. Si Steven lloraba lo tenia que calmar, si me desmayaba tenía que llevarme al hospital, si Steven recaía tenía que estar pegada a el mínimo una semana hasta que se vea mejor, trabaja toda la tarde y llega a casa a drogarse. Era como una mamá luchona y estaba muy agradecida con ella por todo lo que estaba haciendo por nosotros.

Me sentía culpable, en el fondo sabía que algún día volvería a nuestro año y la dejaría aquí. No se si la recordaría o si ella me recordaría a mi, no tenía idea de que nos iba a deparar el futuro. Mis desmayos iban aumentando cada vez más, al igual que las pastillas y los exámenes. Pero seguían sin encontrar nada.

Por favor, si en algún momento desaparezco. Perdóname Morgan.