Amelie
Se decidió a entrar, la excusa perfecta seria preguntar por Gris, el caballo, aunque en realidad esa era la razón por la que se encontraba en las caballerizas. Empezaría por eso y luego hablaría del sótano. No había tenido la oportunidad de hablar con el señor Brown desde que había llegado al condado, pero no sería difícil. Lo sentía familiar.
Entro.
—Buenos días. — Saludo, captando así la atención del Señor Brown.
—Buenos días Milady. — Le respondió el señor Brown. Parecía un poco desconcertado. —¿Se le ofrece algo? —Pregunto.
—No se moleste. —Dijo Amelie. —Solo vine a ver al caballo. — Señalo. —Puede continuar con lo suyo, no lo molestare. —Finalizo diciendo.
El señor Brown asintió. Lo observo, tenía una lista y parecía estar anotando la cantidad de caballos.
Cuando termine de hacer lo suyo, le preguntaría, así que Amelie se acercó a Gris, había traído consigo algunas manzanas, nunca pensó que un caballo atraería su atención, pero le encantaba el animal.
Saco una manzana y se la ofreció al caballo y este no tardo en aceptarla, algo que hizo cosquillas a Amelie y no pudo evitar sonreír.
—Parece agradarle. — Dijo el Señor Brown. No era la primera vez que escuchaba eso, igual Lord Derbyshire le había dicho lo mismo.
—¿Eso cree? —Pregunto. Él señor Brown asintió.
— El caballo suele ser agresivo con extraños. — Añadió. Y eso la sorprendió, Gris no era para nada agresivo, había sido cariñoso con ella desde principio. Con razón Lord Derbyshire parecía sorprendido cuando ella lo toco por primera vez, pero no le dijo nada de eso.
—Pensé que era agradable con todos.
—Eso desearíamos, pero nos ha ocasionado problemas muchas veces.
Amelie observo a Gris, parecía ser de lo más tierno con ella y no se veía problemático. Si fue bueno con ella, era porque estaba cambiando.
—Gris no parece ser ese tipo de caballo. —Dijo Amelie su pensamiento en voz alta.
El señor Brown mostro una pequeña sonrisa.
—Milord parece haberle dicho el nombre del caballo.
—Fue cuando fuimos a cabalgar. —Recordó Amelie.
—Parece poco a poco avanzar. — Añadió Frederick en voz baja, pero Amelie no entendió a qué se refería y no se animó a preguntar.
—No pensé que también usted conocía el nombre del caballo. — Menciono Amelie. Al ser alguien tan callado, no pensaba que le diría cosas como estás al señor Brown, aunque si lo pensaba bien, él junto con la señora Smith, estuvieron desde el que el anterior conde murió, más que una persona que lo ayudaba, Frederick era como un amigo para Alfred. Debió suponerlo antes.
—Conozco a Lord Derbyshire desde antes que naciera. — Dijo el señor Brown. — He servido a su padre antes de que muriera. —Continuo. — aunque no lo parezca, soy cercano a Milord, aparte de ser un ayudante fiel. —Finalizo diciendo.
Amelie sonrió.
—Lo sé. —Acepto. —Lo he visto cuando vine por primera vez al condado. —Recordó. Hace catorce años, él los había ayudado a acomodarse en la habitación de invitados. Y le había ayudado a Diane con el caballo.
—¿Todavía lo recuerda? — Pregunto incrédulo. Amelie asintió, nunca se había olvidado de esos días.
—El anterior conde fue muy bueno con nosotros, jamás podría olvidarlo. — Añadió. — siempre quise saber ¿Qué fue lo que le paso exactamente? —Dudo un poco en preguntar, pero lo hizo con nostalgia. Siempre había escuchado que fue un accidente, pero nunca le contaron el suceso.
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Sentimientos Distintos
Ficção Histórica[TERMINADA / EDITADA] Alfred Weasley conde de Derbyshire conocido por ser algo distante y serio. Con una personalidad algo diferente, da el aspecto de ser la última persona con quien querías relacionarte o entablar una conversación en un salón de ba...