Cuando Naruto necesita a Kakashi

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¿Puedes oírme gritar: Por favor no me dejes?
Espera, todavía te quiero
Regresa, todavía te necesito
Déjame tomarte de la mano, lo arreglaré.

Hold On – Chord Overstreet

—Estoy en casaaa~— avisó, sacó de su mochila el libro que estaba leyendo y la naranja, poniendo ambas en la mesa, un escalofrío recorrio su espina dorsal, volteó y se topó con un chico, sus ojos eran rojos como el ojo izquierdo de Kakashi, vestía de negro y su pelo era largo, Naruto retrocedió dos pasos y cayó al piso—. Ugh... ¿Quién eres?— preguntó un poco asustado por la repentina aparición del contrario.

—Soy Itachi, Kakashi salió de misión y estoy aquí para cuidarte— su voz era fría, tanto que el pequeño cuerpo de Naruto tembló. El menor asintió, encendiendo la luz y abriendo la ventana para que el chico se pusiera cómodo, tenía unas ojeras y una cara que a Naruto le pareció que era de delincuente juvenil.

—De acuerdo, ¿quieres naranja?— preguntó el pequeño Uzumaki, Itachi no respondió, por lo que Naruto optó por simplemente sentarse a pelar aquella naranja, lo hacía con sumo cuidado, justo como Kakashi le había enseñado, lo partió a la mitad y le ofreció 4 gajos de Naranja a Itachi—. Es muy dulce, aunque ahora yo prefiero los duraznos— el menor le dedicó una dulce sonrisa, comiendo uno de esos gajos y disfrutando del dulce sabor.

Caminó hacia el refrigerador y sacó las dos cajas que tenía para la cena, las metió por varios segundos y las sacó justo en el tiempo que acabó.

—Puedes comer, espero que la naranja no haya arruinado tu apetito, Itachi— Naruto extendió unos palillos y una cuchara en la mesa para el eplinegro, el mayor se acercó sin decir nada, sin mostrar una pizca de sentimientos—. Siento que ya había escuchado tu nombre, ttbayo— aseguró, comiendo y recordando cuando Kakashi lo regañaba por hablar con la boca llena.

Al acabar, el menor corrió a lavarse la boca, manos y cara, saltó a la cama y abrazó la almohada sintiendo un poco de miedo... Sería la primera vez en varias semanas que no dormiría con el Hatake... Y eso lo ponía sumamente nervioso.

Lo último que vio fueron los ojos negros de Itachi viéndole...

Era agradable el día, se sentía tranquilo, relajado, con una paz que nunca creyó sentir. Caminó por aquel bosque, con altos árboles, hermosas flores, mariposas y animales por ahí, Naruto caminó hasta ver a un zorro frente a él, se inclinó para acariciarlo pero este emoezó a correr, el pequeño niño de 8 años corrió detrás de él, soltando risitas y suspiros, salió del bosque y entró a un gran prado de girasoles, todos apuntaban hacia el hermoso sol, Naruto siguió corriendo aunque aquellas flores le pegaran en la cara.

Se quedó quieto, tratando de averiguar donde estaba el animalito, escuchó un pequeño ruido, un poco de pasto crujir y abrió sus ojos, corriendo hacia el lugar donde el ruido había aparecido, la sonrisa en su cara era grande, cualquiera que lo viera se contagiaría de aquella sonrisa, Naruto corrió mas rápido y tropezó con una rama suelta, soltó un pequeño jadeo por el repentino golpe y se hayó en el suelo, el pequeño se levantó y trató de limpiar la tierra de su ropa blanca, pero mientras más quería quitar las manchas de tierra estas parecían esparcirse más y más por su cuerpo, cara y manos, había parpadeado y en un instante todo era rojo, las flores se habían convertido en cadáveres en estado de putrefacció, la tierra era sangre, el cielo era rojo y el sol no estaba, todo era tan terrorífico, Naruto miró sus manos y en uno de ellos sostenía de las orejas la cabeza del zorro que antes había estado persiguiendo.

Tembló y dejó caer aquella cabeza del animal, cubriendo su cara y soltando un gran grito desgarrador.

—Cállate— estaba ahí, con Itachi sosteniendo sus muñecas. La cara de Naruto estaba empapada en lágrimas, su cuerpo temblaba de sobremanera y había un pequeño tic en su ojo izquierdo.

El pequeño se quedó quieto por algunos segundos... Y después soltó un ligero sollozo, permitiéndose derrumbarse frente al extraño.

—Necesito a Kakashi...— susurró triste, se había dado cuenta que no podía dormir sin la voz del peliblanco, que no podía descansar sin escuchar "todo estará bien" proveniente de Kakashi antes de dormir.