Cuando Naruto necesita a Kakashi

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"ojos azules como el atrlántico
y me hundo como el Titanic"

EBLTA – Sista_Prod

Naruto salió de la cama y corrió a la cocina, era una mañana cualquiera, un 15 de Septiembre iluminaba a toda la aldea de la hoja, aún así el día estaba opacado con nubes grises, anunciando que llovería pronto.

Naruto limpió la mesa y puso el té como siempre, el día era bueno y a parte no iba tarde a la academia. Sacó un poco de fruta picada del refrigeradoe y se sentó a comer con tranquilidad, el segundo en aparecer en la cocina fue Kakashi, sentándose con demasiada flojera en todo su cuerpo, apoyó su cabeza en la mesa y suspiró. Naruto se levantó cuando la tetera hizo un sonido agudo y sacó el agua, puso una bolsita de té adentro y dejó el vaso cerca de Kakashi.

—¿Pasa algo?— preguntó Kakashi al ver como Naruto se removía en su asiento.

—Choji y Shikamaru me invitaron a jugar hoy después de la academia, ¿puedo ir?— eel menor levantó su vista con un pequeño brillo en sus ojos.

Kakashi sonrió alsaber que Naruto tenía amigos.

—Claro que puedes, solo no llegues muy tarde— accedió, como quiera él tenía algunas cosas que hacer.

Naruto sonrió y comió lo último de su fruta, se acercó a Kakashi y lo abrazó, después salió del departamento para irse a la academia.

Kakashi empezó a tomar su té con cuidado, se vistió de una manera casual y compró algunas flores en el camino al panteón. Justo ahí habían 5 personas importantes para él. La primera tumba en visitar fue la de Rin, la limpió con un poco de agua y dejó tres hermosas rosas. Se sentó a un lado y sonrió con nostalgia.

—Hola, Rin. Hoy cumplo 22 años, cada vez me siento más viejo y ni siquiera me duele la cadera— soltó una pequeña risa—. No te preocupes, este año no estoy solo, tengo a alguien que me hace fuerte, estoy genial—.

La segunda tumba en visitar fue la de su padre, alejada de todos.

—Me enseñaste que tus compañeros son importantes, más importantes que romper las reglas y ahora lo comprendo como no tienes idea— otras tres hermosas flores fueron depositadas en su tumba.

La tercera fue la de Obito, llegó, la limpió y se quedó callado, rezando por él y guardando silencio. Se culpaba por la muerte de su compañero, tanto que cuando iba a visitarlo no podía decir palabra alguna. Su garganta se cerraba y no sabía cómo llorar.

La cuarta tumba fue la de su maestro, el cuarto Hokage, sonrió por debajo de la mascara y dejó las tres flores.

—Su hijo es increíble, no debe preocuparse por él, yo lo estoy cuidando muy bien— aseguró...

La última tumba, Uzumaki Kushina, una hermosa mujer y madre de Naruto, cuando estaba embarazada Kakashi pasó todos sus días junto a ella.

—No debes de preocuparte, hoy es mi cumpleaños pero me siento genial, Naruto come bien, duerme sus horas y entrena en sus tiempos libres, le hqce caso a sus maestros y es muy fuerte, todo el tiempo grita que quiere ser Hokage, ¿y sabe? Yo también lo creo, va a ser el Hokage más fuerte en toda la historia— se sentía horrible saber que Kushina no pudo ver crecer a su hijo, por eso Kakashi le gustaba ir a contarle cómo era su hijo—. Tiene los ojos de sensei y tu gran corazón, sus caras son iguales. No le va tan bien con las mujeres porque aún es unn niño, pero tiene amigos, amigos que son muy buenos chicos— siguió contando algunas cosas más de él y de Naruto, y cuando terminó se despidió con una sonrisa y se fue. La noche ya caía, de seguro Naruto ya edtaba ahí en casa, debía llegar rápido para que el menor no se preocupara, compró un poco de manzanas en un puesto y siguió caminando, las luces estaban apagadas, de seguro ya estaba dormido.

Entró por la puerta y prendió el foco.

—¡Sorpresa!— Iruka y Naruto gritaron con fuerza alzando sus manos, frente a él había un gran pastel y había adornos de fiesta. Naruto corrió y saltó a los brazos de Kakashi, éste lo cargo y dio una vuelta por el peso.

—Feliz cumpleaños— felicitó, abrazando al peliblanco.

Si, Kakashi le aseguraba a Kushina que su hijo estaría en buenas manos, pero no solo eso, también le aseguró que Naruto lo mantenía a salvo.

—Gracias— ni siquiera le había contando cuándo era su cumpleaños, pero sabía que Naruto podía sobornar al Hokage con Dangos.

Viva México jaja (?